Si hace poco puse una menorquina hecha por Pagés-Matarín,
viajo ahora hasta las Canarias,
concretamente a Tenerife donde se encuentra el Teide. Viene todo esto a cuento porque la muñeca doble de
tela de hoy luce, por uno de sus lados,
a una joven con el traje típico de esta isla y por el otro a una sevillana. Se trata de una muñeca decorativa hecha para el turista que visitaba nuestro
país y quizá también en menor medida para el turismo interno.
Estas “dos muñecas en una” que van unidas por la
cintura, miden lo mismo que una Pagés-Matarín sola, 24 cms, aunque si contamos
el sombrero canario la altura subirá hasta 25,50 cms. Están confeccionadas en diferentes tipos de tela tanto para el cuerpo como para casi todas las prendas que
visten; en fieltro para algunos detalles como el tocado, las flores y el
chaleco, y en mohair en el cabello.
Los
rasgos de las caras están pintados con el sello propio de Pagés, mirada
intensa a un lado y boca de labios carnosos, resultando dos muñecas atractivas.
Sus trajes regionales están bien confeccionados, con mucha tela para crear las
dos faldas que tapen a la otra muñeca que queda escondida; sin embargo se
utilizan muchos alfileres para rematar la ropa evitando costes, aspecto muy
común en otras moñas.
El precio de salida de fábrica para este tipo
de muñecas dobles era de entre 17 y 24,50 pesetas, dependiendo del modelo. A esto
habría que añadir el incremento que pondría la tienda donde se vendieran.
Este modelo de muñeca doble o reversible (muy
conocido también por su nombre en inglés, topsy
turvy) lo hizo Pagés-Matarín en distintos modelos regionales, aunque el de
sevillana fue el más popular. En algunas ocasiones, las menos, una de las
muñecas era regional y por el otro lado iba vestida de calle. Sin duda es una muñeca bonita para cualquier
coleccionista.
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