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16 de diciembre de 2016

Una curiosa pareja de muñecas

Pompito es uno de los muñecos más conocidos de Florido y quizá también uno de los más representativos. Su expresión parece sacada de un tebeo, no en vano está basado en un personaje llamado Shabby O’Hair de la ilustradora Charlot Byj, de quien podéis encontrar diferentes trabajos buscando en internet. Fue la firma alemana Goebel quien en 1957 hizo el primer muñeco parecido al travieso Shabby  y no sería la única. En Canadá fue fabricado por Regal con el nombre de Kimmie en versiones muy variadas, esquimales entre otras; en España por parte de Florido - con los románticos nombres de Romeo y Julieta -  y hasta en Japón llegaron a reproducirlo, en este caso sin marca.

Mi pelirroja japonesa mide 26 cms y está marcada Japan en la espalda y la nuca. Son muy expresivos sus ojos verdes y sus arrugas, su sonrisa con la boca cerrada y la forma de sus brazos y piernas, además de la posición de los dedos que es diferente en ambas manos y parecido sucede en los pies. Lleva un precioso conjunto de punto que no va marcado y parece casero. La sitúo a finales de los 50 o a principios de los 60.



Pompita llegó muy escasa de pelo, imagino que tras pasar por las manos de alguna pequeña aprendiz de peluquera. Le expliqué a mi amiga Ana lo que quería y rápidamente le hizo un traje de baño con su gorrito y  la dejó lista para ir a la playa, no sin antes ponerle yo unas calabazas en la cintura.  Pompita y Pompito (nacidos en 1965), junto con Brisita, Blondita y Blondito, Glucky, Aniceto, Abelardo, Eloísa y los citados Romeo y Julieta formaron parte de una nueva línea de producción de la casa Florido que tenía en común ese aire de caricatura que les da una expresión muy simpática.
Si queréis saber más sobre ellos os recomiendo el libro “Muñecas FLORIDO 1917-1975” de Carmen López de Lerma. Noosferic Books.

Os dejo con la risueña pareja.



1 de diciembre de 2016

Le petit chaperon rouge de Bella

De la casa francesa Bella hay tanto que hablar … en sus casi cuarenta años de vida produjeron millones de muñecas.  Un dato: en la mitad de la década de los 60, la época dorada de esta industria, salían siete mil muñecas diarias de su fábrica que principalmente se distribuían por Francia - donde son enormemente populares - pero también por muchos otros países. En España no se encuentran con mucha facilidad, imagino que como nuestra industria muñequera era muy fuerte  no habría demasiado espacio para estas lindas francesitas. Pero como suele suceder unas pocas se han colado en mi colección y hoy voy a mostrar la más antigua de ellas, una preciosa y algo ajada Caperucita.



Vestida con su ropa original que incluye la caperuza que da nombre al personaje, mi petit chaperon rouge se hizo en los años 50, poco después  del nacimiento de la empresa en 1946. Sus zapatos blancos marcados en la suela son habituales de la firma que repetía modelo con muchas de sus moñas. Va marcada también en la nuca y en la espalda, aquí, además de Bella, aparecen las letras BTE SGDG: esta es una característica que se repetirá a menudo,  muchas de sus muñecas no tienen nombre propio sino una referencia, hecho que vuelve locos a muchos coleccionistas en su afán por “bautizarlas”.
Mide 32 cms y  va unida por gomas en la cabeza y las extremidades. Los ojos son durmientes con sistema de péndulo y la peluca de cabello natural ha perdido buena parte de su aspecto original, aún así es una Caperucita muy bonita. Se hizo en rhodoid, un nuevo material que la casa Bella utilizó con frecuencia en los 50.
Del valor que se concede a esta industria en el país vecino da fe  una hoja de seis sellos dedicados a las muñecas. Os pongo el alusivo a la casa Bella junto a una variada colección de “Bellitas”. Lo he encontrado en la página wikitimbre.fr



29 de noviembre de 2016

¡Tenemos cuarto de baño! El progreso ha llegado a nuestra casa

Agua corriente que salía por los grifos, una pila donde asearse, una bañera donde meterse dentro ¡entero! Y lo más importante, una taza de wáter (curioso nombre, taza) para evacuar aguas mayores y menores.
Si, la modernidad había llegado a algunas casas y el mundo de los juguetes no iba a ser ajeno a este importante cambio social.  Como ocurriera con muchos otros adelantos, los niños querían representar en sus juegos lo que veían en su entorno. Y así surgieron los cuartitos de baño de hojalata, cartón  o madera donde los pequeños “hacían” que eran mayores y copiaban el mundo de los adultos. Sin olvidar que las niñas aprendían sin apenas darse cuenta las funciones de esta nueva estancia, un lugar donde bañarían después a sus propios hijos y con el que había que irse familiarizando.

El baño que os enseño hoy vino de Francia aunque no puedo asegurar que esté fabricado allí. Sus medidas son 14,5 x 26,5 x 14 cm y es de hojalata pintada en azul con una cenefa decorativa superior y otra en la base, a modo de alfombra, pintadas a la trepa. Es todo original excepto la muñeca, la bañera cerámica y el cepillo amarillo. Pudo ser hecho en el primer tercio del siglo XX.

Vi otro lavabo igual – pero en blanco  – en una fantástica y recoleta exposición celebrada en el Museo del Traje CIPE de Madrid en la Navidad del 2008-2009 titulada “Pequeños Mundos. Casas de muñecas y miniaturas”. Aquí va el enlace del pequeño catálogo de esta exposición que he descargado de la web del propio museo (centro muy recomendable).






11 de noviembre de 2016

Una Ratti italiana muy viajera

Como sucede al ver muchos objetos, a veces nos preguntamos cuál habrá sido su historia.  Esta oriental de la marca italiana Ratti fue encontrada en un mercadillo en Australia y desde luego había nacido con una maleta invisible en la mano porque se había cruzado medio mundo para ir hasta allá y otro tanto se cruzó para volver a Europa.






De su atuendo original solo conservaba el pañuelo claro al cuello y los zapatos decorados con una mariposa, que son al mismo tiempo el pie de la muñeca, constituyendo una misma pieza. De una de sus manos colgaba una etiqueta que indicaba quién había sido su anterior propietaria ¡cuántas cosas nos contaría si pudiera hablar! Pero como no es el caso la describiré yo: de 43 cms de altura es de poliestireno gris cubierto por pintura color carne (bajo la peluca se ve muy bien el contraste de los colores), ojos basculantes marrones, pestañas negras tupidas y sedosas; brazos y piernas unidas con gomas, policromada con detalle en cara, codo, manos (uñas pintadas) y rodillas. Va marcada en la espalda y en la nuca con la palabra Ratti y el dibujo de dos ratitas. Curioso nombre para una empresa de muñecas. El llorón en su barriga funciona y su pelo negro de mohair despeinado necesitó de unos arreglos al estilo de ciertas muñecas italianas de su época, años 50.






Buscando información sobre la marca di con dos cajas con diferentes logos, en una las ratitas volvían a aparecer, pero en la otra,  además de los roedores una hilera de siluetas de muñecas recorría el cartón. Añado una caja de una muñeca Florido porque el parecido entre ambas es evidente (fotografía publicada en TodoColección).








No parece que los rasgos de esta muñeca sean asiáticos y su molde posiblemente se compartiera con muñecas vestidas a la manera occidental. Solo sus marcadas cejas, el rabillo del ojo y el kimono la convierten en oriental (ropa no original). 

4 de noviembre de 2016

La pequeña planchadora

Que los juguetes tienen una finalidad educativa a la vez que lúdica es un hecho que puede verse en muchos de ellos. La pequeña planchadora es un buen ejemplo: este blister de los años 40 estaba dirigido a las niñas para que jugando aprendieran su rol de perfecta ama de casa. Si a los varones se les regalaban otros para que simularan ser carpinteros o albañiles, a las pequeñas se les orientaba en lo que se consideraba que debía ser su vida futura. Hoy nos puede parecer sexista, que lo era, pero la mentalidad de la época definía claramente la distinta educación que debían recibir los pequeños.
De esta pieza me gusta todo, desde el cartón con la bonita ilustración y la elegante tipografía hasta los caballetes para sostener la tabla donde se planchaba, la pieza para no dejar una arruga sobre las mangas o las perneras y la plancha de hierro con su soporte.

Como decían los payasos de la tele “asi planchaba asi, asi, asi planchaba que yo la vi”.




22 de octubre de 2016

MOÑAS, moñetas, muñecas, pepas y peponas de cartón

Con todos estos nombres se conoce a las sencillas muñecas de cartón que fueron muy populares durante décadas y tan felices hicieron a las niñas.




De construcción rudimentaria se hicieron en muchos talleres de varias provincias españolas y es difícil poder identificar el lugar del que proceden, aunque la mayor parte son de la zona del Levante, tan asociada a nuestro juguete. No era necesario tener una fábrica para hacerlas  ni un conocimiento específico sobre su construcción y seguramente la mayoría se hicieron en pequeñas empresas  familiares. Los materiales no eran difíciles de conseguir  y cualquiera podía ganarse un dinero presionando el cartón piedra húmedo sobre el molde, uniendo las diferentes partes con cola, dándoles una capa de imprimación  y pintándolas con mayor o menor gracia. Finalmente había que vestirlas para lo cual se utilizaban retazos de tela en los que no había rastro de confección ya que iban unidos con pequeñas puntas. Después se vendían en las tiendas pero también en las ferias que se celebraban por todo el país, como se puede ver en una hermosa imagen tomada por el fotógrafo aragonés Ricardo Compairé en la feria de San Mateo de Ayerbe (Huesca), hacia 1930, donde vemos un puesto de venta de estas muñecas. Pertenece a la Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca.



Aunque no apreciadas por todos los coleccionistas por su simplicidad, para  mí son muy queridas porque fueron las únicas con las que jugó mi abuela de quién heredé la palabra moña y moñeta que es como en Aragón se dice muñeca, término que también sirve para referirse cariñosamente a una niña pequeña. Tanto me gusta que da nombre a mi blog. Por mi yaya sé que las moñas de cartón se encontraban en distintos tamaños y precios, que pese a ser asequibles no todas las niñas accedían a ellas y que se estropeaban en que las ponías a remojo, pues ya se sabe que a toda pequeña le gusta bañar a sus muñecos.
Además de estas peponas se fabricaron animales de todo tipo (caballos, burros, perros, gatos, vacas, toros, elefantes, patos) y en diferentes tamaños, desde los preciosos equinos a los que se podían subir los niños, el famoso “caballito de cartón” hasta pequeños burritos montados sobre una maderita que a su vez tenía cuatro ruedas. Este juego de arrastre fue tremendamente popular entre los niños y como las moñetas de cartón forman parte de cualquier colección de juguetes que se precie, remarcando el carácter etnológico de estos queridos objetos.
En una visita al Museo de la Muñeca de Onil vi varias muñequitas fabricadas en esa querida población igualitas a una que tengo. No es de extrañar que en una de las cunas de la muñeca española se hubieran hecho estas entrañables moñas. Pongo dos fotografías que además muestran parte del proceso constructivo.




14 de octubre de 2016

María Rita de Nemrod

MARIA RITA de NEMROD

A esta señorita de 40 cms de altura y peso considerable ni la conocía ni la esperaba. Un día una amiga entró en una almoneda, vio varios muñecos y  conociendo mi afición me envió unas fotografías. Yo no sabía quién era pero me gustó mucho y su precio era para  no dejarla escapar. Una vez la tuve en casa pude ver su cómo se llamaba y de qué marca era porque lo lleva  impreso en la espalda, pero sobre todo observé su buena calidad, excelente estado de conservación y su preciosa ropa (vestido y ropita interior) y calzado original.

Aunque su nombre hoy en día no sea muy común no era extraño hace unas décadas. He encontrado un recortable de 1945 de una muñeca del  mismo nombre (Rita María)  y lo adjunto.

En un anuncio de la revista Jorba de las Navidades 1959-1960 aparece María Rita con el mismo vestido, es   la publicidad  más moderna que he visto de muñecos Nemrod y creo que es la  última muñeca que fabricó la casa barcelonesa, además de ser la  única con el pelo injertado. Como los demás Nemrod está hecha en goma o caucho, va marcada en la espalda y tiene un aire de niña extranjera, no pareciéndose mucho a las muñecas que se hacían en España en aquel momento. Articulada en cabeza, brazos y piernas, tiene unos rasgos finos y destaca su boquita de piñón, sus pestañas rígidas y su profunda mirada azul de cierta tristeza o quizá sorpresa que no ha perdido intensidad pese a tener ya  57 años. 















No es una muñeca muy conocida ni fácil de encontrar.

7 de octubre de 2016

Juguetes Nemrod en España y Francia


Nemrod es una de las tantas empresas jugueteras españolas  poco conocidas.  Con el tiempo han ido llegando cuatro muñecos de esta casa así que decidí investigar para conocer algo de su origen  y este es el resumen.

Para empezar estuve dándole vueltas a la palabra NEMROD porque me parecía que o  bien eran unas siglas o  no era una palabra española. Mirando, mirando encontré que en la vecina Francia había muchas referencias a este nombre, desde una marca de tabaco hasta publicaciones de diverso tipo y lo más interesante, juguetes y artículos de buceo. Y tirando del hilo di con una empresa llamada SONENO que estuvo ubicada en la rue Ernest Lavisse de Perpignan (la misma ciudad donde se fabricaron las muñecas CAPI y las famosas BELLA). Pues bien, esta empresa fabricó algunos muñecos –he encontrado pocas referencias – que son los mismos que conocemos como NEMROD hechos en Barcelona pero con diferente  nombre. Por tanto o NEMROD era una marca española que fabricó en Francia o inicialmente era una casa francesa que se estableció en Barcelona.

Un cierto lío hay entre varios  blogeros franceses  con los NEMROD de su país  ya que a veces aparecen marcados en la espalda con la palabra SONENO NEMROD PERPIGNAN, pero otras veces solo NEMROD PERPIGNAN. Sería interesante conocer la evolución de la marca en ambos países.

En cuanto a la casa española  estaba especializada  en material de buceo y pesca submarina, además de fabricar muñecas y juguetes, lo que me lleva a pensar que  era una empresa que al manejar diversos tipos de plásticos, gomas y cauchos para la realización de equipamiento de esos deportes acuáticos decidiera ampliar su cartera de productos al mundo infantil  utilizando estos productos,  porque si algo caracteriza a los muñecos de esta casa es el material con que están realizados. Aunque NEMROD no era la única marca que hacía juguetes de goma  no era muy habitual su uso.  Duarry, Sorrón y Zabala, Lanco  o Ródez también fabricaban en diversos tipos de caucho o goma, pero repito,  no era usual en los años 50 que es cuando fueron creadas. Para las niñas constituía toda una novedad la aparición de estos bebés conocidos como “de tacto humano” por su mayor similitud con nuestra piel. Acostumbradas a jugar con muñecos de composición o de cartón que se estropeaban con facilidad  estos muñecos podían bañarse y cuidarse como si se tratara de un niño más real.

Antes de entrar a hablar de los propios muñecos diré que entre su producción de  juguetes se encuentran entre otros muchos: patines, diábolos, juegos de mesa y musicales, cochecitos y aviones,  robots mágicos, escopetas, pistolas y espadas, pizarra magnéticas, indios y vaqueros. 
No tengo información para saber cuándo dejaron de fabricarlos, lo único que sé es que hasta principio de la década de los 90 seguían fabricando artículos de buceo. Parece que fue por entonces cuando la actividad cesó y el edificio barcelonés  donde se hallaba la fábrica  actualmente no existe. La producción de muñecos debió durar muy pocos años, toda la década de los 50 y el inicio de los años 60. Es en ese año cuando he encontrado la última referencia.

Relaciono a continuación los muñecos NEMROD que conozco, como característica general todos van marcados en la espalda  lo que facilita su identificación y estudio (a excepción de los de terracota).

·        PANCHITO es negrito y con sus ojos saltones es uno de los más conocidos. Hacia 1953 ya existía. Aparece marcada como Bebé número 1 y pudo ser el primero en ser fabricado.

·        BEBÉ FERNANDIN. Hay fotografías de uno terracota que mide unos 42 cms pero parece un ERROR al haber guardado en una caja de Nemrod un muñeco que NO le corresponde. Lo añado a esta entrada pero descarto que fuera fabricado por Nemrod. El bebé Fernandín original de goma iba acompañado de un librito donde se hablaba de cómo cuidarlo. 

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·        TITA y TIM son hermanos, de 27 cms  y deben tener el mismo cuerpo con diferente cabeza  porque los dos nombres van marcados juntos en la espalda.  En Francia eran llamados LINE et PIERROT.

·        QUIQUE es uno de los más populares, mide unos 28-30 cms y ya existía en 1958. Iba en caja con biberón y mochila para transportarlo. También se le conoce como BEBÉ QUIQUE y creo que se corresponde con el BICHON francés.

·        PAQUI  tiene una altura de unos 36 cms.

·        BEBÉ NEMROD 2.

·        BEBÉ NEMROD 3 de unos 38- 40 cms  (debe haber existido el 1, pero no lo he visto nunca, o bien el llamado  1 es el Panchito  aunque no se parecen en nada). El 2 y el 3 pueden ser el mismo muñeco en medidas distintas.

·        CUQUI es otra de las niñas de la casa, que son menos abundantes que los chicos. Tiene el pelo moldeado en relieve.

·        BEBÉ NICO de 18 cms.

·        MARIA RITA otra de las muñecas NEMROD que ya existía en 1960 y tiene pelo injertado, característica que no tienen sus compañeros. Puede ser la última que fabricaron.


Estos son los muñecos que he podido identificar, tengo algunas dudas acerca de ellos y con este pequeño estudio pretendo dejar por escrito lo que sé de la marca confiando en que alguien con más conocimientos de  esta empresa continúe.

Antes de poner las fotografías – perdonar su poca definición, son copiadas de todocolección – añadiré que algunos NEMROD no han llegado a nuestros días o lo han hecho en un mal estado porque  tienen un mal envejecimiento y es muy habitual que tengan muchas fisuras o que la goma se haya pasado. Quizá tampoco se hicieron en grandes cantidades porque algunos de ellos son difíciles de encontrar. Si queréis comentarme algo acerca de los vuestros, estaré encantada de aprender más de esta marca.



(se trata de un ERROR ya que se guardó en una caja de Nemrod un bebé de otro material y otra marca)

















15 de julio de 2016

Una pareja de Teddy Bears

En ninguna colección de juguetes  pueden faltar unos osos de peluche como los que traigo hoy, perfectos  compañeros de infancia. Desconozco la fecha en que pudieron fabricarse y, por el momento y de manera provisional, los ubico en los años 50, esperando tener otros datos para fecharlos con mayor exactitud.
Siempre me ha gustado la versatilidad de estos animalillos que según les pongas cualquier detalle como  una flor o un lazo al cuello adquieren personalidad propia. Estos ositos ingleses parecen una pareja que lleva muchos años llevándose bien y me produce ternura verlos juntos, con las señales del paso del tiempo visibles  en su pelo desgastado. 




7 de mayo de 2016

El mobiliario de mi Sindy falsa

Ya os he contado que tengo  pocas muñecas maniquíes: Sindy es una de ellas y es una copia sesentera fabricada en Hong Kong a finales de los 60, imitando a la famosísima muñeca nacida en Gran Bretaña en 1962. Las primeras se hicieron aquí en Europa, pero durante los años 1966 y 1967 la producción se trasladó a la entonces colonia asiática donde se manufacturaban todo tipo de artículos  y la mía debió hacerse en este momento, como copia de esa original que Pedigree estaba haciendo en la colonia.  Con cabeza de goma  decolorada, cabello injertado y rasgos pintados, se articula por el cuello, brazos (de un vinilo blando) y piernas, que como el tronco es de plástico inflado  de poca calidad. Va marcada en la espalda “Hong Kong” .

Por azar encontré la caja de muebles en un mercadillo. Dentro llevaba desmontadas una larga mesa de comedor y cuatro sillas  fabricadas también por  Pedigree.  Me fijé en que una de las tres Sindies llevaba un vestidito que yo tenía por casa y no sabía a quién pertenecía. Asi que he juntado aquí a todos: muñeca, vestido y mesa con sillas, y les he hecho unas fotos. A ver si me hago con otras dos chicas y completo la escena del comedor porque me parece una de las maniquíes con la cara más simpática. ¡Good bye!







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Mily de Gégé, muñeca maniquí francesa



Estoy muy poco familiarizada con las muñecas de tipo maniquí, en general no me llaman la atención pero hay algunas que han llegado a mis manos y me han parecido bonitas: Mily es una de ellas.

Aunque la existencia de los maniquíes a pequeña escala viene de muy lejos (ya en el siglo XIX  las modistas se servían de ellos  para enseñar a las clientas adultas  sus modelos en miniatura y que las señoras eligieran qué vestido querían que les cosieran,  por tanto estas muñequitas se utilizaban solo como perchas, no eran un juguete), fue el nacimiento de Barbie y su fulgurante éxito el responsable de que aparecieran otras muñecas similares en muchos países.

Mily nació en 1963 para ser la primera rival francesa de su homóloga norteamericana y como ella  contaba con un novio, Jacky  y una hermanita, Baby, además de un variadísimo vestuario y complementos de buena calidad. La fabricó Gégé -  una de las más importantes compañías  de juguetes y muñecas de Francia – hasta 1979.    Con cabeza de goma  y rasgos pintados, destaca su abundante cabellera que puede encontrarse en varios tonos. Va marcada por Gégé en la nuca y la cadera. Se articula por la cabeza, los brazos (unidos por gomas), la cintura  que además pivota, y las piernas. El cuerpo es de tipo vinilo destacando la cintura estrecha y el pecho marcado. Desde luego es toda una maniquí, bien estilizada.

Mi Mily lleva el vestido   y ropa interior original, pero los zapatos son de préstamo porque no aparecen los suyos … ¿dónde andarán?











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28 de abril de 2016

Little Red Riding Hood de Dianna Effner


Conforme este blog vaya creciendo, veréis que mi afición a las Caperucitas es realmente grande. Me gusta  mucho el cuento, las innumerables versiones que existen tanto antiguas como modernas y por supuesto me encantan los juguetes y muñecas que se han creado a partir de él.  La que os presento hoy es una preciosa muñequita  de la diseñadora norteamericana Dianna Effner. Os invito a buscar sus trabajos en internet, son de un realismo y una belleza poco comunes. Creo que actualmente  ya no las produce, aunque se pueden encontrar en el mercado tanto las de porcelana como las de vinilo. Entre las primeras hay algunas económicas, como mi Caperucita, pero si estáis interesados veréis que algunas son prohibitivas.

Pertenece a una colección de muñecas de cuentos  de los hermanos Grimm que  fabricó   la empresa Edwin M. Knowles, también norteamericana. “Heroines from the Fairy Tale Forests of the Brothers Grimm” es el nombre de esta serie limitada cuyo molde fue destruido en 1989.  Aunque en España no es fácil encontrarla, sí lo es en otros países como USA o Reino Unido. Podemos ver el nombre de Dianna Effner  y su  numeración en la nuca y también va marcada  por el fabricante en una pierna.

Esta Little Red Riding Hood tiene la cabeza, el pectoral, los antebrazos y las piernas hechas en porcelana, siendo el resto del cuerpo de tela. Peluca sintética y ojos fijos de margarita. Vestuario muy completo incluyendo su inseparable cesta y una magnífica capa con caperuza que además de darle nombre le otorga una gran elegancia. Mide 35 cms y adopta muchas posturas por lo que es ideal para ser fotografiada.  Lo que más me llama la atención es la dulzura de su expresión, a la vez que la sorpresa que transmite su mirada. El lobo debía andar cerca.







En Todo Colección hay a la venta otra versión de mi muñeca, más moderna, con mucho más detalles y  en otro material.  Una preciosidad.


Made in China


Hoy en día es muy fácil encontrar muñecas modernas hechas en China  que por su bajo precio (aunque casi siempre   peor calidad)  han acabado con gran parte de nuestra industria muñequera al haber invadido el mercado del juguete. Las  que enseño hoy también fueron fabricadas allí pero su destino no era la exportación, sino ser   vendidas a los turistas que visitaban el país, de hecho las compré en tres paises distintos.

Las de los extremos están hechas en plástico duro aunque las manos son de goma. Con 26,5 cms de altura, están articuladas en cabeza, brazos, manos y piernas.  Su ropa es tradicional pero a la vez   moderna  y me llama la atención lo bonito que es su calzado. El  cabello es de mala calidad y no van marcadas.













La pequeña es de un tipo de composición que no conocía.  Solo mide 21 cms de altura y su rostro es muy dulce. Va vestida con más detalle que las anteriores quizá representando alguna región china  y en general se ve una muñequita sencilla pero   de mejor calidad.
Este tipo de muñecas no suelen ser  apreciadas por los coleccionistas pero yo las encuentro bonitas y con su reducido  tamaño se han ido haciendo  un hueco en mi colección.