Le Musée de la Poupée de Paris cerró sus
puertas al público la semana pasada y mañana y pasado va a liquidar su
colección, o al menos parte de ella.
Como
coleccionista es una pena tener que hablar de su cierre aunque en este caso
tuve la gran suerte de poderlo visitar y disfruté mucho viendo sus vitrinas,
conociendo más sobre la extensa producción de muñecas que hubo en Francia y
aprendiendo sobre algunas marcas que desconocía. La variedad de materiales
(porcelana, tela, composición, celuloide, plásticos), la gran calidad de las
moñas, las diversidad de su procedencia (además de francesas había
norteamericanas, italianas, alemanas, inglesas y alguna española) hizo que
pasara una tarde fantástica e hiciera montones de fotografías de las que os
muestro algunas. También pude ver algunos juguetes que ayudaban a completar las
escenas, como la maravillosa escuela que este septiembre ha retomado sus clases
por última vez.
Como casi
siempre Cuca Cape, niña viajera, estuvo conmigo
y se fotografió con estos risueños Kewpies.
Con estas
imágenes os podréis hacer una pequeña idea de cómo era el museo.
Au revoir!