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29 de agosto de 2022

La educación de las niñas. Exposición

 

Visitar el Museo Pedagógico de Aragón siempre es un buen plan y más sabiendo la temática de su exposición temporal que tenía mucho interés en ver.



Hasta el 30 de septiembre estará abierta al público la que tiene por nombre La Educación de las Niñas, una muestra que nos permite reflexionar sobre la clase de educación que recibieron muchas generaciones de niñas españolas, bien diferente a la que hemos conocido en las últimas décadas.





Cualquiera que haya escuchado a su madre o abuela hablar sobre sus años escolares entenderá qué nos cuentan los paneles y de los objetos expuestos: clases separadas por sexos, materias diferentes para los niños (más técnicas) y las niñas (labores, administración del hogar o economía doméstica, cuidado de los más pequeños). 

Si la educación siempre se ha utilizado para transmitir valores, queda claro que las chicas debían prepararse para un futuro en el hogar.






Mirad estos libros cuyos títulos son tan elocuentes: La perla del hogar, La niña hacendosa, El ideal de una niña, La niña instruida.





El siguiente párrafo me gustó mucho … y también me pareció triste, claro. A cualquier joven de hoy esto le sonará a ciencia ficción pero forma parte de nuestro pasado reciente.

 "... mucho libro, muchas lecciones, mucho encaje, mucho bordado y ninguna aptitud para ser una mujer fuerte, ninguna iniciativa para resolver los problemas de la vida, ninguna traza para conjurar tempestades domésticas, ninguna varita de virtudes para convertir las pesetas en duros, ni don ninguno para mejorar la condición económica de la familia".







La muestra se articula mediante paneles explicativos y material diverso como libros, cuadernos y manuales, algunos juguetes, muchas labores y antiguas fotografías. Tiene acceso gratuito al igual que el resto del museo del que os hablé de forma general    AQUÍ   y referido a su colección de juguetes EN ESTE PUNTO

Os recomiendo la visita a este interesantes y pequeño museo que se encuentra en la ciudad de Huesca.


¿Quieres comentarme algo? estaré encantada de leerte, puedes hacerlo abajo. Aclaraciones, aportaciones y preguntas son bienvenidas

 

Las fotografías de esta entrada están hechas por mí. En virtud de la ley de la propiedad intelectual está prohibido utilizarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo a través de este blog, gracias 

 

   

 

 

22 de octubre de 2021

Cubos para apilar, un juguete atemporal

 

De nuevo traigo al blog un juguete que lleva decenas de años entreteniendo a los niños y que muchos de vosotros habréis tenido: los cubos apilables.


Al principio los cubos se hacían de madera y se forraban de papel. Más tarde se realizaron en cartón resistente, bueno, todo lo resistente que puede ser un juguete en las manos de los más pequeños.

Si tenéis hijos o sobrinos es muy probable que también ellos también hayan jugado con cubos, en este caso de plástico, material que les confiere mucha más durabilidad aunque sin duda menor encanto.


De hecho a mí me gusta regalarlos porque reúnen varias características en un solo juguete. No se rompen (hablo de los actuales de plástico) lo que permite infinitas horas de diversión e incluso ser heredados. 



Se pueden manipular sobre la mesa, en la bañera, en el parque, en la playa … en cualquier sitio. Ocupan poco espacio y algo importante, permiten desarrollar las habilidades de los niños al mismo tiempo que juegan. Todo en uno.


Los antiguos cubos que estáis viendo, sin embargo, no son de plástico. Su estructura es de finas láminas de madera forradas de papel que reproducen escenas infantiles de la época victoriana, finales del siglo XIX o inicios del XX. Son ingleses y llegaron a mí en un estado de conservación “delicado” por decirlo de forma suave. Tuve que emplearme muy a fondo para arreglarlos, pero aquí están.

En inglés se conocen como nesting blocks o bloques anidados porque se meten uno dentro de otro (al estilo de las mesas nido) pero aquí solemos llamarlos bloques apilables.


El juego consiste en colocarlos por orden de mayor a menor, un ejercicio encaminado a divertirse aprendiendo. Generalmente se aprovechaba a introducir a los niños en sus primeros números y letras para que se fueran familiarizando con el alfabeto y la numeración. También podríamos decir que son un juguete de construcción (hace un tiempo os enseñé mi colección de juegos de construcción, si os apetece volverla a ver pinchad AQUÍ)



Como estáis viendo en las mágenes, las caras de los cubos son preciosas. Aparecen muchos niños de diferentes edades, animales y escenas de circo además de los números y letras.


El de esta entrada fue un juguete muy muy jugado y yo estoy feliz como una perdiz de haberlo recuperado. Ya me diréis qué os ha parecido.

Os dejo con este sello del Vaticano con unos cubos personalizados. Hasta pronto.


Añado enlaces a dos antiguas entradas del blog relacionadas con esta. En una sabrás más sobre la infancia de la reina Victoria y algunos de sus juguetes (pincha AQUÍ). En el otro, veréis otro juego de cubos junto a mis payasitos y clowns (pincha justo AQUÍ).

 

¿Quieres comentarme algo? estaré encantada de leerte, puedes hacerlo abajo. Aclaraciones, aportaciones y preguntas son bienvenidas.

 

Las fotografías de esta entrada están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉.


30 de septiembre de 2021

La infancia en el Museo Etnográfico de Agüero

No sé cuántos museos etnográficos he visitado en mi vida, decenas, eso seguro, tanto en pueblos y ciudades de nuestra geografía como en otros países. A veces son municipales, provinciales o estatales pero los hay que han surgido de la pasión de alguien que ama su tierra, que comenzó a guardar objetos del pasado y poco a poco se ha encontrado con una gran colección. Son, por tanto, colecciones privadas y una de ellas es la de Ramiro y Patro, artífices de la muestra que os presento hoy.


No, no es un museo de juguetes pero sí tiene que ver con la infancia y con algunos elementos del pasado que utilizaron en su día a día los niños de Agüero, uno de los pueblos más bonitos de Aragón que os invito a visitar.




¿Por qué nos interesan estos museos? Por varias razones pero sobre todo porque se puede entender y aprender mucho en ellos. Conociendo las formas de vida de antaño podemos saber de dónde venimos y comprender mejor lo que nos han contado nuestros abuelos, las personas que nos precedieron. Vemos que en general vivían con muy poco, que valoraban cada herramienta que tenían, que cuidaban sus cosas porque no había dinero para comprar otras.









Entendemos bien lo de la economía circular, lo que significaba la verdadera ecología porque era la naturaleza quien les proporcionaba lo que necesitaban y apreciamos el uso y re-uso de cualquier objeto con total ausencia de despilfarro: ropas que pasaban de uno a otro y después al siguiente, cajitas que se guardaban como objetos preciados, herramientas y aperos arreglados mil veces para seguir haciendo su función, cacharros de cocina que se heredaban y donde se guisaba lo que la tierra ofrecía.


Y no quiero caer en romanticismos. El día a día era duro para casi todos y había que trabajar mucho para sacar una familia adelante, los hombres con lo suyo y las mujeres con la casa, la crianza de los hijos, el cuidado de los padres mayores, el huerto y los animales del corral. En fin, no querría vivir en esos tiempos pero sí deseo extraer conclusiones sin olvidar que también hubo espacio para la alegría, que ni mucho menos todo fue gris en la vida de nuestros antepasados.




Apenas comento las imágenes porque me parece que hablan por sí mismas. Están tomadas en dos escenarios diferentes; uno es el propio museo en mi última visita hará un par de años, las otras fueron hechas en una exposición que montó el matrimonio en Huesca hace once otoños.




Aunque tengo algunas fotografías más de la colección me he centrado en las relativas a la infancia y a la mujer y a través de ellas veréis cómo ha cambiado todo en pocas generaciones. 

Parece mentira que se llevaran de día y de noche esas ropas tan incómodas aunque también veo ropa interior más delicada y objetos muy femeninos que Patro ha ido atesorando con cariño a lo largo de los años. Los frascos de perfume, los bolsos y zapatos, la bisutería (mirad unos pendientes con forma de bellota, muy propios del Pirineo oscense) y los objetos de tocador me atraen especialmente. No me gusta tanto el texto del cartel que trasluce las pocas libertades que disfrutaron nuestras abuelas, aunque es un acierto exponerlo (tan significativo me parece que encabeza esta entrada)










Por supuesto llaman la atención las labores, no imagino cuántas horas de trabajo silencioso hay tras cada una de ellas. En la primera observamos a una pequeñaja que parece irse a la cama con su osito de la mano, qué dulce.




Sucede lo mismo con los niños. La preciosa cuna de hierro y el rústico y querido tacatá de madera nos hablan de otros tiempos. Las fajas de los recién nacidos, los zapatitos y gorritos de bebé, los vestiditos vaporosos cosidos con las telas más finas y casi siempre hechos en casa son piezas que revelan el cariño y el cuidado que las familias han puesto en sus hijos y que Ramiro y Patro tuvieron el acierto de conservar.












Apenas se ve en las imágenes pero el museo atesora una gran cantidad de fotografías antiguas de Agüero y de sus gentes, un fondo valioso para ser estudiado.




Lamentablemente el alma mater de esta colección, Ramiro, falleció hace unos años pero Patro y sus hijos mantienen viva la llama del museo etnográfico cuya visita supone siempre una lección de historia.

Hasta pronto.




En esta entrada (para verla pincha  AQUÍ ) hablé de otros niños y otras infancias, en este caso las vividas en el palacio de Kensington en Londres. 


Si te gustan los museos aquí encontrarás varias entradas referidas a ellos. De juguetes, de muñecas, arqueológicos, de la ciencia y del ejército. Pincha en la etiqueta MUSEOS que hay a la derecha.


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Las fotografías de esta entrada están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉.

  

Si deseas visitar este museo recuerda que es privado y no está siempre abierto al público, infórmate bien antes de ir. Te cuento que está ubicado en Agüero (Huesca), un pequeño pueblo cercano al Pirineo aragonés que sin duda merece una visita. El trazado de sus calles, los dos magníficos templos románicos y los mallos (las formaciones rocosas que protegen el municipio) te gustarán. Para muestra este botón.  Imagen de Huesca la Magia.