La entrada de hoy es un
poco agridulce porque voy a hablar de un museo de juguetes que me gustó mucho
visitar y cuyo cierre, poco después, me
produjo cierta tristeza.
Da mucha pena ver que el
gran esfuerzo de quien se lanza a la aventura de exponer su colección de forma
permanente no siempre se mantiene por la dificultad de sostenerlo. Pero dejo
las lamentaciones a un lado y paso a compartir algunas de mis impresiones y de
las fotografías de mi visita. Hice montones y las voy a enseñar en dos veces.
Comenzaré con los juguetes de niñas, principalmente muñecas y casas de muñecas
y para la siguiente entrada quedan los juguetes de los niños y los mixtos. Por
supuesto esta división por sexos era la antigua y cada día está más
superada.
El museo se encontraba en
una estrecha calle del centro de la ciudad de Palma, cerca de la catedral. El
edificio que veis albergaba unas tres mil piezas, parte de la enorme colección de Antoni Roig
Claver. Mi visita duró unas dos horas y me hubiera quedado un rato más, por
todas partes veía juguetes y moñas
interesantes, objetos de diferentes partes del mundo, muchos de factura
nacional. A continuación pongo una fotografía que es bastante ilustrativa del museo ¡qué colección!
En esta gran sala,
dedicada a las muñecas y los juguetes de niña me pararé en las clásicas moñas
españolas de la parte inferior y en algunos pepones de cartón, siempre tan
sencillos y queridos.
Ojos, cabezas, moldes,
cuerpos, piernas, pelucas, sonoros o llorones y mecanismos interiores nos
enseñan “las tripas de las muñecas”,
cómo son por dentro, trasladándonos a su proceso de fabricación. Curiosa
sección que me encantó.
Muy cerca de allí, algunas
porcelanas con su elegancia habitual y
entre ellas un pequeño torero. Elegante también es el ajuar de este bebé que
vino al mundo con un ropero lujoso.
Pocas deben ser las chiquillas
que no jugaron en su infancia con recortables y en el museo había una muestra
de ellos acompañada de los costureros, hacer vestiditos formaba parte del
entretenimiento infantil. La delicada cajita rosa (segunda fotografía) me recuerda mucho al
precioso tocador que vi en el Museo Modernista de Soller, os pongo una imagen (tercera). Juzgad vosotros mismos si os parecen “hermanos”.
La pequeña sección
dedicada al hospital era genial, existen muchos juguetes antiguos con esa
temática - de hecho tengo en mente preparar una entrada así - y lo pasé muy
bien viendo a las enfermeras cuidando a los muñecos. Pura dulzura combinada con cierta dosis de humor.
Y ¿quién no ha querido hacerse
mayor antes de hora? Relojes, gafas de sol, bolsitos y maletas nos ayudaban a
acelerar el paso del tiempo, al menos durante un ratito.
Pero si lo que deseabas
era invitar a comer a tus moñas con una mesa bien dispuesta, no te podía
faltar este estuche surtidísimo. El sueño de muchas niñas.
Podíamos hacer comiditas pero no participar en las misas, aunque con los juguetes todo era posible.
Una muestra de altares con este monaguillo al frente nos recuerda la gran
presencia de la religión en épocas pasadas.
Y llego a lo que más (más
más) me gustó, la vitrina de las tiendecitas con atención particular a las
balanzas y sobre todo a las carnicerías, qué maravillosas miniaturas. Hace años
que quiero conseguir una pero son escasas. Ya llegará, seguro y os contaré por qué es un juguete tan deseado.
Hoy la despedida la voy a
hacer con las casitas de muñecas. Había varias en el museo, de diferentes
tamaños y épocas, con sus muebles,
personajes y muchos detalles, lástima que los reflejos de los cristales
impidieran hacer mejores fotografías.
Dos mallorquines ataviados
a la manera tradicional vivían en Villa Rosa, mientras en otras casitas los bebés
jugaban. Había quien aprovechaba a coser y a la vez cuidaba del pequeño que estaba en el
carrito. Las mamás, aunque sean "de mentira" siempre haciendo dos cosas a la vez.
La última es la construcción
más moderna, setentera, con un colorido
que salta a la vista. Hay mucha vida dentro de todas estas construcciones de
madera, muchas historias: es la magia de los juguetes.
* Si quieres conocer las muñecas del Museo Modernista de Sóller, este es el enlace http://misjuguetesymognas.blogspot.com/2018/01/una-coleccion-de-munecas-en-soller.html
* Busca "museos" y "casas de muñecas" en las etiquetas y verás otras entradas con estos temas.
Oi, Cuca!
ResponderEliminarLastimo muito que lugares como esse encerrem suas atividades.
Tanta coisa linda que fico maravilhada.
Abraço.
Hola Erika, a mí también me da muchísima pena, por eso creo que desde nuestros blogs debemos dar a conocer los que permanecen abiertos y por supuesto visitarlos, son parte de nuestro patrimonio y entre todos deberíamos cuidarlos. Un abrazo hasta Brasil de mis juguetes y moñas.
EliminarBuenos dias. Soy de Argentina y sigo sus publicaciones. Ustedes deben de movilizarse o intentar grupalmente que esta coleccion no se pierda. Esto es patrimonio cultural de España. Siempre existira un corazon de coleccionista que intentara preservar tanta belleza. Ojala estos lugares sigan abiertos y los gobiernos entiendan que hacen a la cultura de una de varias generaciones. Suerte. Saludos de Argentina
ResponderEliminarHola Mabel, gracias por seguir mi blog, me hace mucha ilusión saber que nuestros juguetes interesan a personas de todas partes. Creo como tú que el cuidado de este patrimonio es responsabilidad de todos, cuidarlo, estudiarlo, darlo a conocer. Un saludo de mis juguetes y moñas.
EliminarSi Linda, era una colección maravillosa, ojalá vuelva a abrirse este museo al público y los visitantes sepamos valorarlo y cuidarlo, visitándolo y dándolos a conocer. Me alegra que te haya gustado esta visita, dentro de pocos días presentaré la segunda parte. Un abrazo de mis juguetes y moñas.
ResponderEliminarHola Anusca, he visto las entradas sobre este precioso museo en sentido inverso, así que leo ahora que ha cerrado, qué pena más grande, no entiendo cómo un lugar así no es un éxito absoluto. Cuantas maravillas guarda, espero que se vuelva a abrir en un futuro. En todo caso, gracias por darlo a conocer.
ResponderEliminarBesos.
A mí también me cuesta entender el desinterés de muchas personas por otro tipos de cultura que no son los convencionales, en un museo de juguetes hay muchísimo que aprender, al margen de que a los coleccionistas nos guste, el resto de la población también puede entender mejor cómo ha sido el desarrollo de nuestro país, de la sociedad, qué o quienes han sido los modelos a elegir (para las niñas un tipo de educación, para los niños otro). Pero nada, que no aprendemos y algunos museos se cierran, da mucha pena. Hagamos lo posible por conservar abiertos otros museos. Un abrazo desde mis juguetes y moñas.
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