Noche de Reyes, cincuenta años
creando ilusión. Así tituló Ana su exposición de muñecas y juguetes la semana pasada.
Sus muñecas se han paseado varias
veces por este blog, quizá recordéis la anterior muestra que montó. Esta vez ha querido enseñarnos las piezas fabricadas en los
últimos cincuenta años, osea, las már modernas de su colección, aunque algunos ejemplares han cumplido sobradamente los
setenta.
Voy a ir describiendo la exposición
tal como se veía al entrar a la sala donde se exhibían en La Sotonera (Huesca)
de donde ella procede.
La visita arrancaba en los años
cincuenta del pasado siglo y nos daba la bienvenida un precioso grupo de
muñecas y muñecos con nombres tan conocidos como Marisol, Cayetana, Linda
Carla, Güendolina, Pierina, Elenita, Nanín, Polilla, Pirri, un bebé Molina más
unos juguetes de playa en hojalata y un juego de bolos de madera.
En casi todas las mesas la
distribución era similar. Muñecas de una década determinada acompañadas de
algún juguete de parecida edad. En el frontal, sujetos con pinzas, cuentos
troquelados, algún recortable y paipáis con dibujos encantadores.
Manolito, como así llama Ana a
este antiguo muñeco escolar, parecía tener prisa por empezar de nuevo el cole y
montaba en triciclo.
Un Lindo Pirulo angelito con un
dormitorio de Denia encabezaban la mesa dos. Junto a ellos estaban el hermano
de Loretín, un guapísimo Bimbo de Diana, dos Teresines, un Valentín y unas
aplicadísimas Angelas de LEB, repasando sus lecciones. Pero qué niños más
formales.
Además se veía un nutrido grupo
de comunión con dos Babettes, una Mirinda, un niño Tortuga alemán y junto a
ellos una Madame Alexander y varios juguetes relacionados con la costura.
Seguramente el más querido para la dueña de esta gran colección fuera una
máquina de coser de la marca Diana que Ana conserva desde su infancia.
La siguiente en aparecer era
Dorabel de Florido que muy sonriente montaba a caballo ¡arre caballito!
Una cálida chimenea con libros y cuentos
en el estante superior y juguetes sobre la alfombra nos hacía soñar con la
mañana de Reyes en la que todo niño desearía despertar.
Nos adentramos ahora en la década
de los 60 y parte de los 70. Desde la zona alta, Nancy y su mundo dominan la escena.
Abajo, Sonia de Majber, Linda
Pirula, tres Caditas, Lali de Tyber, Pablita, Ginita, Chispipi, Rumbito, dos
Rapaciñas y un tren de Payá (no cito a todos los muñecos, seguro que vosotros
reconocéis al resto)
Sobre el suelo una cuna de níquel
con un reborn, muñeco de infancia de la hija de Ana, además de Dulcito y de
otro niño de Majber que me parece muy bonito. Tras ellos algunos cuentos que hay que leer al acostar a los pequeños.
En un hueco, otro muñeco en su
cochecito dispuesto a dar el paseo diario.
Ya estamos en la mesa cinco
correspondiente a la década de los 70. Shirley Temple nos sonreía desde una
esquina (¿os acordáis de las mías? las podéis recordar pinchando aquí)
junto a ella una Margot y una Nury de
FAMOSA, una Bella, Panchito de Nemrod, un nutrido grupo de Nenucos y una Mimita
Musical en las alturas.
De la seis destaco el querido
Cine Exin, a Monete, a dos guapísimas Cucas que mandaron recuerdos a
las mías (si es que estas pequeñajas se quieren un montón), Balín, Balita,
Graciosa y Belter de FAMOSA, Pillín de Silqui y detrás, un futbolín.
Alfredito es como siempre ha
llamado Ana a este muñeco de Industrias Roque que fue el mejor compañero de su niñez.
Veréis que estaba en un pupitre escribiendo la carta a los Reyes Magos de
Oriente. La pregunta era obligada Alfredito ¿has sido bueno?
Con el cartel de “mis pequeñines”
se mostraban dos reproducciones de Mariquita y Juanín y unos bebés ingleses BND.
Junto a ellos había dos elegantes Paola Reina, Gemelines, Barriguitas con sus
muebles y complementos y un montón de gente menuda.
Avanzamos en la exposición y en el
tiempo hasta llegar a las Barbies y a las miniaturas de las máquinas de
construcción, otro tipo de juguetes que tienen muchos adeptos.
¿Sois de las que se traen de cada
viaje una muñeca? Entonces sois del club de Ana y del mío. Una representación
de varios continentes ocupaba la penúltima mesa de la exposición.
El urbano Ramón, cuento de
Ferrándiz, desde las faldas de la mesa dirigía el tráfico de la muestra. Me parece que se dirigía a mí cuando escuché: Piiiiii. Señora, por favor, circule que no deja que otras personas se paren a
ver las muñecas.
Acabamos el recorrido. Ana
trabajó en el sector sanitario así que quiso cerrar su exposición con un
conjunto de muñecas alusivas a su profesión y a la labor tan decisiva que
realizan. Su nieta pintó el arcoíris que les daba las gracias.
Yo también quiero agradecer a Ana
el trabajo que supone montar una exposición como esta de la que me consta que
muchos disfrutamos un montón.
Algunas entradas que pueden interesarte son estas:
* Los triciclos de mi colección están aquí, los muñecos BND los puedes ver en este punto y los Pillines de Silqui también aparecieron por el blog
* Algunos juguetes de esta entrada te sonarán. El triciclo, el caballlito y el pupitre son de mi colección. También los muebles de Nancy, los de Barriguitas y muchos de sus complementos. Un placer participar en la exposición de Ana.
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