Cape Mary asomada al pozo de los deseos

 

El paseo de Mary Caperucita por el campo tiene un claro propósito, quiere recoger algunas hierba aromáticas.

Está muy cerca la Nochebuena y es tradición en su familia hacer un ponche que además del vino, las especias y los frutos secos llevará otros ingredientes.

Así que durante su paseo matutino ha recogido un poco de tomillo y anda buscando otras hierbas.

Una diminuta Caperucita de terracota, tan pequeña que casi parece un gnomo, le acompaña. A las muñecas les gusta llevar consigo otras moñetas.

¿Y qué no puede faltar nunca en una Cape? La cesta. Parece que nacieron con una colgada del brazo.

Mary se ha detenido a descansar un poco y apoyada en unos troncos le parece ver algo. Se acerca a inspeccionar.

Sí, se trata de la toza de un viejo árbol donde el agua, los insectos y el tiempo han cavado un agujero cual pozo de los deseos. ¿Habrá algo al fondo? Parece profundo.

A ver, a ver … sí, hay algo pero no distingue qué es. Se asoma un poco más y ¡anda, son setas!

Llega la terracotita con toda su curiosidad y también quiere mirar, faltaría más. Mary la sujeta, es pequeña, delicada y podría caer. Ya tenemos experiencia con muñecas que resbalan (aquí tienes una historia muy chula)

Son bonitas esas setas y han encontrado un buen lugar donde crecer; húmedo, oscuro y seguro, alejado de los depredadores.

Mis moñas se contentan con admirar este pequeño milagro de la naturaleza y no pueden evitar acordarse de una hermana suya que también encontró setas (te dejo el enlace en este punto)   

La historia termina con Mary Cape reflexionando sobre lo bueno que es levantarse del sofá y salir a dar una vuelta, admirando lo que la vida nos da a cada momento.

Buen finde a todos, que no falten los paseos tranquilos, solos o en compañía.

La Cape de tela (serrín prensado) que os presento hoy mide unos 20 cm y fue fabricada en Madrid por Diego Garrido. Toda original, cesta incluida. Es de la marca Mary. Este industrial también produjo bajo la marca N.A.T.I. muñecas de mayor calidad. Según el siempre recomendable diccionario de muñecas de María Luisa Camarero, la producción se sitúa entre 1929 y 1949.

Tengo la suerte de tener unas pocas moñas del señor Garrido, una de ellas (vestido de reposición, calzado original) la podéis ver en este enlace.

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