Agua corriente que salía por los grifos, una pila
donde asearse, una bañera donde meterse dentro ¡entero! Y lo más importante, una taza
de wáter (curioso nombre, taza) para evacuar aguas mayores y menores.
Si, la modernidad había llegado a algunas casas y el
mundo de los juguetes no iba a ser ajeno a este importante cambio social. Como ocurriera con muchos otros adelantos, los
niños querían representar en sus juegos lo que veían en su entorno. Y así
surgieron los cuartitos de baño de hojalata, cartón o madera donde los pequeños “hacían” que eran
mayores y copiaban el mundo de los adultos. Sin olvidar que las niñas aprendían
sin apenas darse cuenta las funciones de esta nueva estancia, un lugar donde
bañarían después a sus propios hijos y con el que había que irse
familiarizando.
El baño que os enseño hoy vino de Francia aunque no
puedo asegurar que esté fabricado allí. Sus medidas son 14,5 x 26,5 x 14 cm y
es de hojalata pintada en azul con una cenefa decorativa superior y otra en la
base, a modo de alfombra, pintadas a la trepa. Es todo original excepto la
muñeca, la bañera cerámica y el cepillo amarillo. Pudo ser hecho en el primer
tercio del siglo XX.
Vi otro lavabo igual – pero en blanco – en una fantástica y recoleta exposición
celebrada en el Museo del Traje CIPE de Madrid en la Navidad del 2008-2009
titulada “Pequeños Mundos. Casas de muñecas y miniaturas”. Aquí va el enlace
del pequeño catálogo de esta exposición que he descargado de la web del propio
museo (centro muy recomendable).
jajajajaja!!!
ResponderEliminarDivino!
^_^
Lo es ¿verdad?, me alegro que te haya gustado, a mí me encantan estas habitaciones.
Eliminarmis juguetes y moñas