Se va secando la lavanda veraniega pero
nos quedan las fotografías de esta encantadora muñeca inglesa de la marca Old Cottage (la vieja casa de campo) que
nos trae reminiscencias de los meses pasados.
Old Cottage no es una marca muy conocida en nuestro país, pero sí lo es en Reino Unido. Hasta allí viajó en los años 40 del pasado siglo la señora M.E. Fleischmann escapando de los horrores de la II Guerra Mundial que asolaban su tierra, Checoslovaquia. Lo hizo acompañada de su hija Susanne (Susi), entonces una niña.
Al principio las hacía con cabeza y cuerpo de tela y pronto empezó a venderlas con éxito. En 1948 registró su empresa con sede en Allangate, Rustington, en el condado de Sussex, al sur del país. Aquí vemos un anuncio de 1949 donde nos indican que eran irrompibles, que se podían vestir y desvestir, sentarse y ponerse de pie, además de haber muchos tipos y tamaños.
A principios de los 50 y con la ayuda de sus hijos comenzó a experimentar nuevos materiales para sustituir la cabeza de sus moñas que hasta entonces eran de tela. Dieron con una mezcla de acetato de polivinilo y látex que tenía muy buena apariencia y sobre la que pintaban los rasgos faciales. Se presentaba como una superficie lavable e irrompible pero con el tiempo algunas de estas cabezas se degradan y acaban ladeadas, como le sucede a la muñequita de la imagen.
El cuerpo continuó siendo de fieltro relleno y las extremidades, así como la cabeza, podían girarse. Los pies eran grandes para darles estabilidad.
Uno de sus mayores éxitos se basó en el vestuario de estas muñequitas que era muy variado y lleno de detalles: encontramos personajes de la historia inglesa o de su folklore (p.e. el rey de la perla que os he mostrado arriba o la campesina de la lavanda), otros provenientes de los cuentos de hadas, niñas vestidas con trajes de diferentes países o algunas más actuales como la chica que parece ir al colegio. En el catálogo de 1970 había cincuenta y seis referencias.
Aquí tenéis a los reyes de la perla que posan ante su caja floreada que no puede faltar en esta entrada dada mi debilidad por las cajas de moñas.
Añadiré que su pequeño tamaño las hace muy coleccionables porque se pueden exponer en poco espacio. Las mías miden entre 19 y 25 cms. No van marcadas aunque originalmente llevaban una etiqueta colgada de su mano con el dibujo de un cottage o casa de campo.
En los años 60 Old Cottage recibió el encargo de la compañía norteamericana Metro Goldwyn Mayer para hacer una muñeca que apareció en su película “La casa de té de la luna de agosto”, con un irreconocible Marlon Brando. Posteriormente la BBC le encargó una pareja de muñecos basados en el cuento de Lewis Carroll “Alicia a través del espejo”, los hermanos Tweedle Dee y Tweedle Dum.
Hasta los años 80 la empresa permaneció en activo manteniendo su buena calidad en un trabajo que hasta el final fue parcialmente artesanal y dejándonos estas bellas moñetas tan dulces y simpáticas.
Si tenéis más interés en esta compañía hay una guía del coleccionista que podéis consultar, está escrita por Terry y Christine Summers. Con sus páginas os dejo.
Qué bonitas muñecas, qué delicadeza pese a estar hechas de materiales textiles, que no son especialmente manejables, sobre todo en lo que se requiere a la consistencia necesaria para mantenerse de pie y para mover las articulaciones. Me ha encantado sobre todo la historia de los orígenes, siempre me encantan estas historias de inicios inesperados, de hobbys que se conviertes en formas de vida laboral, de profesiones que surgen de aficiones, y cosas así, tal vez porque me gustaría que me sucediera a mí, jajaja...
ResponderEliminarInteresante entrada, como he dicho más de una vez, el mundo de las muñecas es infinito, y mucho más profundo de lo que los no aficionados pueden suponer.
Besos.
Has dado en el clavo, este mundo es muy profundo pese a lo superficial que a algunos pueda resultarles. Cada empresa tiene una historia detrás y de algunas podemos aprender bastante, en este caso pienso en las dificultades de la época, también Reino Unido estaba en guerra, del empeño de la señora Fleishmann por sacar adelante su negocio, pero también del amor que tendría por su hija y su deseo de complacerla creando bonitas muñecas salidas de sus manos. Otro día quiero hablar de Khäte Kruse, un ejemplo parecido de mujer "echada para adelante". Abrazos.
EliminarMe ha gustado mucho... caras emotivas que transmiten 😍😍 me parecen adorables, como sacadas de un cuento 😍😍 el muñequito de los botones me encanta. Un saludo Cuca 😘
ResponderEliminarHola Al Desván, entre los dulces y lo expresivas que son esas caritas, es difícil que no lleguen al corazón. El muñeco del rey de la perla es muy bonito, está basado en un personaje real que vivió en Londres en el siglo XIX y cuya forma de vestir, adornando sus ropas con botones de nácar, todavía siguen algunos. A través de los muñecos podemos aprender muchas cosas. Un saludo.
EliminarQue fantástico! Adorei conhecer a história dessas lindas bonecas!
ResponderEliminarObrigada por compartilhar!
Gracias a ti Erika Valéria por leerlo y opinar, me encanta conocer vuestras opiniones y me ayuda a pensar en otras entradas futuros. Un abrazo viajero hasta Brasil.
EliminarMuy interesante
ResponderEliminarGracias Mercé, a mí también me parecen unas moñetas interesantes ... además de muy guapas. Un abrazo.
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