29 de enero de 2018

Una colección de muñecas en Sóller, Mallorca

Si tenéis previsto un viaje a Mallorca no dejéis de visitar la colección de muñecas que hay en “Can Prunera Museo Modernista” en la localidad de Sóller.



Can Prunera es un edificio art nouveau o modernista construido entre 1904 y 1911. Si os gusta este movimiento artístico disfrutaréis no solo de la casa sino de los elementos que la integran: suelos, paredes, techos, forja, vidrieras, puertas, mobiliario, la fantástica escalera y mucho más.


Pero volvamos a lo nuestro: en esta casa-museo se exponen más de cien muñecas del coleccionista León López. Se disponen en dos salas en las que encontramos unas grandes vitrinas y en su interior piezas de gran valor. Destacan las de porcelana, la mayor parte alemanas y francesas, vestidas con mucho gusto y representando escenas llenas de encanto. La de la novia mirándose al espejo acompañada de su familia e invitados es preciosa.



















Así mismo hay algunas muñecas españolas de Florido, Pagés, una Cayetana, otra de Muñecas El Alba y pequeños terracotas entre otras. Complementan la muestra muñecas de otros países.

















Me gustó ver varias boudoirs tan lánguidas y elegantes contamplando la vida pasar a través del cristal. De nuevo otra dama ante el espejo despertó mi atención, no solo ella sino el tocador modernista que le acompaña. Hay pocos juguetes en estas vitrinas están muy bien elegidos.






Si vais a visitar la colección y el museo os aconsejo llamar antes para aseguraros de que no está cerrado por algún motivo. Añado su web donde aparecen los datos de contacto y más información. http://canprunera.com/es/museu/


Y aquí aparece una explicación de la colección de moñas.
http://canprunera.com/es/col%C2%B7leccio/col%C2%B7leccio-de-pepes-de-leon-lopez/



 

23 de enero de 2018

Mis cuatro muñecos Nemrod

Después de haber hecho una ficha inicial de la casa Nemrod que ampliaré (entrada del 7 octubre 2016) voy a presentar a mis cuatro muñecos de esta casa.


Con todos ustedes: Panchito, Quique, Fernandín y María Rita.




Panchito mide 25 cms de altura, es un bebé cabezón y simpático hecho en un material algo diferente al resto de los Nemrod, menos grueso. Además es el único negrito y en su espalda pone que fue el número 1, quizá el primero que se produjo. Tiene el pelo moldeado y pintado, con agujero en la boca y otro en el culete, alomejor se vendía con biberón porque era una novedad poder dar de comer a los muñecos sin riesgo de que se estropearan como sucedía con los de cartón. El mío acusa el paso del tiempo y algunos dedos están dañados,  también tiene un roto en la cara y otro en el pie, pobre Panchito.



Me gustan sus ojos que se mueven a ambos lados y cuando lo compré ya hace mucho tiempo vi que los tenía distintos. Al desmontarlos para su limpieza me fijé que el de la derecha de la imagen no es original, el reverso es un trozo de hoja de calendario, un arreglo que alguna madre o padre haría para su hijo. Nuestros muñecos han tenido una larga vida y a veces nos la cuentan.



Quique tiene una altura de 28,5 cms y bebía y hacía pis como Panchito. En un anuncio de 1954 aparece con biberón y pañal en una cajita. El cabello está simulado pero no pintado, la boca y las pestañas superiores sí lo están. Los ojos son de tipo margarita, azules y fijos y la goma es de mejor calidad que la de su compañero.



De Fernandín me llama la atención el nombre, un diminutivo para un muñeco tan pesado y alto, 44 cms.  Como sus predecesores, tiene los mismos orificios y con Quique comparte el tipo de pelo moldeado pero sin pintar y la buena calidad del caucho. La boca la tiene bien abierta como Panchito con quien aparece en la foto de familia. 



Y a la joven María Rita la presenté en otra entrada de hace  unos meses (14 octubre de 2016). De 40 cms de altura, es completamente original y existía en 1959, siendo una de las pocas chicas que hizo la casa Nemrod y representa a una niña mayor que los bebés anteriores que permanecen sentados.


19 de enero de 2018

Una peluquería de muñecas

¿Una peluquería de muñecas? ¿Dónde?  Por varios sitios me llegó esta noticia que  encendió de inmediato la bombilla de la curiosidad. El lugar era Valladolid y como tenía prevista una visita a esa ciudad castellana unos meses después apunté los datos con idea de acercarme.



Elegir una muñeca para llevar a peinar no fue difícil, tengo varias necesitadas de cuidados. Siempre las lavo y peino yo como puedo pero hay algunas que las vas dejando y dejando ... y Shirley resultó elegida. La metí en el equipaje ¡y a Valladolid! Pedí cita por teléfono  porque la peluquería de Elena es, por supuesto, una peluquería normal. Ella me pareció muy simpática y cuando la conocí al día siguiente, lo confirmé. Como buena profesional lo primero que hizo fue estudiar el pelo de la muñeca, el tipo de peinado original (incluso llevaba las horquillas de fábrica) y ver qué era lo que había que hacerle. Y manos a la obra: desnudarla, lavarle con cuidado el cabello, desenredar con mimo y un producto específico y volver a poner los tirabuzones que caracterizaban a la estrella infantil. Después la recomendación de dejar acabar de secar al aire durante unos días.













Mientras tanto Cuca y yo curioseábamos. El establecimiento es espacioso, tiene una zona para que los niños jueguen mientras esperan a sus padres o a ser atendidos ellos mismos, de hecho algunas niñas acuden con sus muñecas para ser peinadas de igual forma. Y en varios lugares vemos la colección de Monsters de Elena y de su hija, porque ellas también son coleccionistas y peinando a estas moñas es como se le ocurrió la idea de abrir otra línea de negocio. En lo alto de un armario algunas muñecas de los 70 lucen bien arregladas después de pasar por las manos de esta profesional que pese a ser joven lleva muchos años trabajando en esta actividad y formándose continuamente.











Gracias Elena, fue un placer conocerte y charlar contigo.

13 de enero de 2018

Heidi de Berjusa

Esta Caperucita tiene algo de especial, la recibí como regalo de cumpleaños y al verla lo primero que pensé fue en la Heidi de los dibujos animados.


Hagamos memoria. Johana Spiry fue una escritora suiza que en 1888 publicó un libro sobre una niña huérfana que vivía con su abuelo en los Alpes. Su personaje, Heidi, pronto fue muy querido y ochenta años después en Japón se hizo una serie de animación que aquí vimos en 1975. El éxito fue inmediato y varias firmas jugueteras sacaron al mercado productos basados en ella. Berjusa también y posiblemente ese mismo año o al siguiente, 1976, hizo su propia versión en forma de muñeca.





Parece que quisieron aprovechar el lanzamiento y la sacaron con distintos trajes. Además de la Heidi citada hubo una muñeca colegiala y otra de comunión. ¿Y mi Caperucita? Su vestido lleva etiqueta de Berjusa, con el número 58, pero no he visto hasta ahora a ninguna otra igual ni tampoco fotografía de catálogo, así que creo que es original pero no lo aseguro. Los zapatos son de origen.







Mide 33 cms de altura, se publicitaba como “muñeca andadora eléctrica” y la unión de la cabeza y el cuello está quemada por el mecanismo, que tenía una pila alojaba en la espalda. Algunas otras que he visto sufrieron el mismo problema. Los brazos y la cabeza son de goma (el izquierdo no es original) y el cuerpo y las piernas son de plástico duro. No va marcada. La carita es preciosa, con los ojos tan parecidos a los del personaje televisivo y esa expresión de niña inocente y buena que tanto gustó cuando de niños vimos la serie. Nos sentíamos identificados con ella, ya lo decía el lema de Berjusa:
 ♪♪ Muñecas como tú ♪♪

4 de enero de 2018

Carta a los Reyes Magos, 4 de enero de 2018

Los niños, los juguetes y los Reyes Magos de Oriente van de la mano todas las navidades.  Durante generaciones hemos escrito nuestra carta con la esperanza de recibir una muñeca, un juego de mesa, unos patines, una pelota o una cocinita. Y aquí tenemos a Cuca Cape escribiendo con su mejor letra a sus majestades. ¿Qué les habrá pedido?



Una vez terminada y firmada, toca ponerla en el sobre y echarla al buzón. No sé si habrá hecho como una maravillosa mujer a quien quiero mucho que me contó que siendo niña su madre le decía que a los Reyes no se les podía pedir mucho porque eran años de gran carestía, pero la pequeña se las arreglaba para, camino de Correos, añadir con un lápiz alguna petición más. Bendita inocencia.



Hay fantásticos modelos de antiguas cartas, algunas hasta nos ayudan a catalogar y fechar nuestros juguetes. He seleccionado unas pocas para esta entrada. 

Feliz noche del 5  y día de Reyes. Y a Melchor, Gaspar y Baltasar, buen viaje desde Oriente, y sobre todo, no os olvidéis de ningún niño.