Mostrando entradas con la etiqueta China. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta China. Mostrar todas las entradas

17 de febrero de 2024

El año del Dragón 龍之年

 

¿Hay celebración festiva del tipo que sea? Pues allá va alguna de mis muñecas a ver de qué se trata. Madre mía, qué callejeras me han salido.



Os cuento que Yan fue al barrio de Usera en Madrid a disfrutar del desfile del Año Nuevo Chino. Su nombre significa luz, hermosa y golondrina y lo cierto es que la muñeca es bonita y no surca el cielo como las aves pero tampoco se está quieta. Podría ser cualquiera de estas niñas que desfilaron el domingo pasado.




Tan pronto regresó a casa movilizó a sus moñas compatriotas. Buscaron hasta encontrar entre los juguetes un dragón de papel y aún tuvieron tiempo de pintar otro porque acaba de empezar el año nuevo del calendario chino y corresponde a este animal mitológico.



La pequeña golondrina contó a sus amigas que el color rojo de la prosperidad, el éxito y la felicidad inundaba el desfile, que un niño y dos señoras flanqueadas por dos dragones de oro lo abrían. Y siguió contando ...




¿Sabéis que repartían caretas? Os he traído una para cada una, un poco grandes son pero nos divertiremos con ellas.





Había muchas personas bailando, casi todas mujeres. Otras tocaban instrumentos y todos estaban muy contentos. Yo también, claro, me gusta ver cómo se da a conocer la cultura de nuestro país.





Aunque el rojo era el color dominante no sabéis la de vestimentas de todos los tonos del arcoíris que vi.





¿Jugamos un rato? Es que ya me canso de hablar.


Pues sigo yo. Gracias a Yan estoy aprendiendo mucho, lo resumo: este inicio de año lo festejan en otros países asiáticos, no solo en China; el dragón es uno de los doce animales de los doce meses de su horóscopo; dicho animal representa la energía dinámica y chispeante y su llegada supone un año de transformación, cambio y desafío. Ahí es nada.



Más. La fecha de la celebración no es igual cada año ya que depende del calendario lunar, de hecho también se llama así a esta fiesta, Lunar. Aún tiene un tercer nombre, Fiesta de la Primavera.



Y por último, que los festejos duran dos semanas y el decimoquinto día concluyen con un festival de linternas o faroles de papel que, cómo no, mis muñecas han reproducido en casa. 





Estas moñas son tremendas.


 

Si te gustan los juguetes y muñecas hechos en China tienes algunos ejemplos en este blog, pincha AQUÍ  para verlos.

 

¿Quieres comentarme algo? estaré encantada de leerte, puedes hacerlo abajo. Aclaraciones, aportaciones y preguntas son bienvenidas.

 

Las fotografías de esta entrada están hechas por mí (excepto el sello). En virtud de la ley de la propiedad intelectual está prohibido utilizarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo a través de este blog, gracias 😉

1 de octubre de 2022

Cuatro orientales de Saseri

 

Cualquier día es bueno para enseñar unas muñecas en el blog y si además se dan ciertas circunstancias, queda mejor.


Hoy 1 de octubre es el Día Nacional de la República Popular China así que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid os presento a las trillizas de Saseri y a su hermano pequeño y les doy la ciudadanía china en un pis pas.


Vayamos al inicio: el señor Santiago Sempere Rico fue el fundador de esta empresa de Castalla (Alicante) que además le dio nombre al unir las dos primeras letras de su nombre y apellidos Sa-Se-Ri.


Don Santiago creó unos muñecos singulares y casi siempre muy reconocibles, especialmente los que tienen rasgos orientales (para muestra, cuatro botones). El resto, con otras tipologías, los veréis en una entrada muy próxima que será un monográfico de esta marca.


Las muñecas de ojos rasgados se hicieron en distintas medidas y con facciones bastante similares. Solían vestir ropa de corte oriental (kimonos, trajes de dos piezas estilo Mao) y estampados florales. A menudo eran de una especie de plástico poco frecuente en las vestimentas muñequiles. De las cuatro moñas que os muestro aquí ninguna lleva esas prendas plastificadas.


Mis tres chicas pertenecen a un modelo bastante repetido en la producción de la empresa de los años 60, la muñeca Renatita. Las hay con el cabello negro, blanco y rubio. Sus rostros tienen la misma expresión simpática: ojos rasgados con raya en el extremo acentuando su aspecto asiático, cejas arqueadas, nariz algo achatada y respingona, sonrisa franca y pómulos prominentes. Una de ellas luce sombra de ojos y sus cejas son más anchas.


La de trencitas lleva su traje original tradicional. A su hermana vestida de verde me la prestó una amiga y luce un kimono de otra moña. La menos común es la de cabello blanco, tez más clara y modelito setentero de origen que me encanta con el aire moderno que trae. 

Me parece que juntas son una versión asiática de Los Angeles de Charlie o de las Tres Mosqueteras; una para todas y todas para una.



Tienen un hermano que para ser el pequeño de la casa es bastante grandecito. No conserva su ropa original y lo más característico de él es que enseña la lengua. Por el momento no conozco su nombre.



Habréis observado que hay un problema común en muchos muñecos de Saseri y es la degradación de los ojos, más acusada o menos. Sucede en moñas de otras empresas, me estoy acordando de Silqui pero no es la única. Es como si se hubiera fundido la parte exterior del ojo o quizá del adhesivo, no lo sé. Con paciencia se puede retirar, a ver si me pongo en la faena



Como curiosidad y según Wiikipedia, el día de hoy se dice en chino tradicional國慶節; en chino simplificado庆节pinyinguóqìng jié.

 

CARACTERÍSTICAS de las trillizas Renatita:

·       * Altura 30-32 cms.

·       * Pelo sintético en distintos tonos, algo basto, implantado.

·       * Ojos margarita fijos y pestañas superiores sintéticas.

·       * Articulan cabeza y extremidades.

·       * Cabeza de goma y cuerpo de plástico.

·      * Vestimenta generalmente de tipo oriental pero hay variedades con ropa de calle y regionales.

 

Si tienes interés por conocer unas muñecas tradicionales Made in China, pincha AQUÍ

Quizá te gusten más las japonesas, te pongo cuatro entradas, la primera, la segunda, la tercera y la cuarta

¿Quieres comentarme algo? estaré encantada de leerte, puedes hacerlo abajo. Aclaraciones, aportaciones y preguntas son bienvenidas

 

Las fotografías de esta entrada están hechas por mí, a excepción del sello. En virtud de la ley de la propiedad intelectual está prohibido utilizarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo a través de este blog, gracias 😉 

 




31 de enero de 2021

Juguetes en una cápsula del tiempo

 

Hace justo un año participé en una actividad a la que le tenía muchas ganas, una cápsula del tiempo. Por si alguien no sabe de qué se trata lo explico. Consiste en enterrar una caja con cartas y objetos de nuestra época para que sean abiertos en el futuro: un viaje a través de los días, las semanas, los meses … hasta llegar a un siglo.


Pertenezco a una asociación cultural y celebrábamos nuestro treinta aniversario, para ello ideamos todo tipo de actos y entre mis propuestas estuvo la de hacer una cápsula. Siempre había tenido la ilusión de participar en un proyecto así pero hasta entonces no había sido posible. Mi idea gustó y nos pusimos manos a la obra buscando el emplazamiento, el tipo de caja más adecuado y sobre todo pensando qué pondríamos dentro.  No sería algo exclusivo de nuestra asociación sino que ampliaríamos la invitación a otros colectivos, al ayuntamiento y a personas a título individual de nuestro pueblo. Todo el que quiso pudo enviar su mensaje.


Puedo hablar de los textos que escribieron miembros de mi familia y amigos porque me los dejaron leer. En ellos se contaban aspectos de nuestra forma de vida en enero de 2020, nuestras preocupaciones de todo tipo y la esperanza puesta en que el futuro fuera mejor que el presente en muchos aspectos. Las cartas de los niños eran especialmente bonitas, cargadas de inocencia, de pensamientos maravillosos y de optimismo. “¿Se pueden enamorar los robots?” se preguntaba una niña. ¿Habéis aprendido a curar todas las enfermedades?” era la pregunta de otra.


Llegado el momento, no os podéis imaginar la variedad de objetos que se introdujeron en la caja metálica estanca que dejamos bajo tierra con la intención de mantenerlos preservados. Había cartas en diferentes idiomas, dibujos, partituras e instrumentos de música, libros, monedas, objetos de cerámica, fotografías, banderas, revistas locales, camisetas, pequeños juguetes y muchas cosas más.

¿Y qué puse yo? Pues os diré que al principio no sabía qué introducir, no me decidía, hasta que una amiga me dijo “seguro que tú metes algún juguete en la cápsula”  y empecé a pensar. Tenían que ser objetos que significaran algo para mí pero no podían estar hechos de cualquier material. Nos habían recomendado no introducir elementos de plástico ni de ciertos componentes por la degradación que pueden sufrir a lo largo de los cien años que esperamos permanezcan encapsulados y yo quería que mis juguetes resistieran este largo viaje.


Finalmente elegí tres pequeños objetos: un muñeco cerámico porque es algo atemporal que ha estado presente en la vida cotidiana desde las primeras civilizaciones y porque refleja mi interés por el mundo del juguete; una cucharita infantil metálica que enlaza con los niños de mi familia que son el futuro; y por último una taba porque también ha sido un entretenimiento desde la antigüedad y porque me une con mi pasado, con mis abuelos. Adjunté una copia de la nota que mi yaya me escribió acerca de este juego de su infancia (quizá recordéis que lo conté en otra entrada, la podéis volver a leer AQUÍ ) Y por puesto también escribí mi carta al futuro, asomándome con cierto vértigo a las personas que la abrirán en enero de 2120 ¿Quiénes serán? Ufffff.


Aunque he de ser sincera. Resulta que me ocupé de fotografiar y envolver en un papel especial los objetos que entre unos y otros íbamos a depositar en la cápsula ¡y se me olvidó hacer una fotografía de los míos! ¿os lo podéis creer? Ayyy, qué desastre. Así que las imágenes que veis no son exactamente lo que yo enterré. El muñequito era igual pero con otra ropa, es una reproducción china de un muñeco antiguo que salió en un coleccionable. La cucharita era muy parecida y la taba era otra similar. Debería haber introducido también unas canicas de cristal y algún juguete actual, quizá tenga ocasión de participar en otra experiencia como esta y entonces lo haré.


Reflexionando sobre todo esto y mirando las fotografías que tomé ese día de principios de enero de 2020, cuando dejamos nuestra cápsula del tiempo bajo tierra, veo que no teníamos la menor idea de lo que se nos vendría encima solo unas semanas después, por eso los pensamientos que dejamos por escrito reflejaban una forma de vida bastante diferente a la que tenemos ahora mismo. Aunque mientras escribo esta entrada veo a los pequeños de mi familia jugar al Monopoly y pienso que, pese a todo, la infancia sigue siendo la misma. Espero que esto nunca cambie.