16 de julio de 2018

El carrico del helao

Verano, tiempo de calor  … y de helados. A ver quién se resiste a ellos cuando las temperaturas suben y suben y un dulce tan refrescante nos ayudar a combatirlas. Como coleccionista yo no me pude resistir a este juguete tan sencillo pero tan bonito que como en otras ocasiones nos lleva a nuestro pasado.



De nuevo es un juguete que refleja la sociedad del momento, las costumbres, las innovaciones. Aunque la existencia de los helados viene de muy muy antiguo, no fue hasta el siglo XIX cuando se popularizó este dulce debido a la dificultad de su fabricación y conservación porque el hielo solo podía conseguirse en invierno, época en la que a nadie le apetecía tomar algo tan frío. La llegada de la electricidad cambiaría todo y también el acceso de los consumidores a los deliciosos helados. Sin embargo mi carrito está a mitad de camino entre una época y otra. Posiblemente fuera fabricado en los años 40 cuando hacía mucho tiempo que existían heladerías con maquinaria para fabricar estos postres pero su reparto en fiestas, ferias, parques, paseos, playas, etc se hacía en carros tirados por tracción humana o animal,  sin ningún tipo de electricidad ni maquinaria. Dentro del carro unas barras de hielo conservarían el frío durante unas horas así que había que apresurarse y venderlo  antes de que se derritiera.



Con 31 cms de longitud este juguete se compone de un burrito de cartón piedra (que más bien parece una cebra) montado sobre un arrastre de madera con ruedas metálicas que tira del carro decorado a la trepa con la palabra “helados” para que no haya duda de qué lleva dentro y pintado arriba a modo de toldo. En los orificios superiores posiblemente hubo algún tipo de tapa que no se conserva.  Llevaba una etiqueta con su precio original, nueve pesetas (hablar de esta moneda es otro viaje en el tiempo). Encontré otro casi igual, el burrito está pintado en distintos colores y no va montado sobre la madera. Tampoco tiene las tapas. Ambos parecer tener origen levantino, quizá Denia.



Por cierto que muchas industrias heladeras estaban en la comunidad valenciana y no es casualidad que algunas empresas jugueteras de esa zona reprodujeran estos vehículos. Pongo varias imágenes aunque no conozco la procedencia de todos, la primera de un juguete de la misma tipología pero mucho más lujoso. Pertenece a la colección Quiroga-Monte  y lo vi en una exposición ya hace un tiempo. El siguiente mide solo 7,5 cms y es sencillísimo. Ahora vemos otro modelo que fotografié en el museo de Denia. El cuarto es de Rico, una pieza fantástica de hojalata litografiada con el heladero empujando del carro. De JUVICSA es el siguiente, ya en plástico porque los materiales evolucionan con el paso del tiempo y que incorpora la venta de horchata valenciana a dos pesetas ¡qué rica!  Y para terminar, un muñeco heladero de VICMA que transporta manualmente su carrito de madera. Son ejemplos del mismo juguete interpretado de formas diferentes.












Acabo con un carro original, con una postal de Constanza y con el cuento “Pedro el heladero” de la editorial Bruguera, 1983. En la contraportada leemos profesiones que cada vez son menos comunes.









·         Las fotografías con el nombre de mi blog “mis juguetes y moñas” son de mi propiedad y no pueden ser reproducidas sin mi permiso.


·         El resto de imágenes están tomadas de TodoColección.


Muy buen verano, que juguéis mucho.


          

6 de julio de 2018

Una tarde entre cerezos. Aventuras de Cuca II parte.

Érase que se era en una tarde cualquiera de verano en la que tres pequeñas moñas merendaban juntas cuando una de ellas, Cuca H&P, pidió a Cuca Caperucita: “Cuéntanos otra vez la historia de las cerezas, porfa”. “Pero ¿otra vez - respondió -  si os la sabéis de memoria, en fin, allá va". 



“El cuento empezó cuando yo quería llevarle a mi abuelita unas cerezas para que hiciera una tarta y nuestra amiga Ana me invitó a cogerlas en su finca en vez de ir al supermercado a comprarlas en una horrible bandeja de plástico. Se lo dije a otras muñecas y enseguida se apuntaron, entre ellas Miss Roddy que se puso muy contenta". "¿Cherries? I love cherries. Me encantan las cerezas y en England no crecen bien ¿puedo ir con vosotras? Será genial cogerlas directamente del árbol". Cuca Caperucita prosigue su relato "nos fuimos todas juntas pero al llegar vimos que no éramos las únicas interesadas en la fruta, un par de niñas nos llevaban ventaja así que cada una se fue por su lado para llenar su cesta cuanto antes”.



“¿Y qué pasó? Preguntó Cuca H&P “seguro que cogisteis muchas”. “Pues pasó - contesta Cuca Cape -  que de repente perdí
 de vista a Miss Roddy que ya sabes es muy despistada”.



“Cuca Maya se había subido a unas ramas y allí estaba curioseando, pero le pedí que bajara para ayudarme en la búsqueda. Con esas alitas que tiene volando volando en un segundo estaba a mi lado”.






“Enseguida salimos en busca de la inglesita que con las prisas se había llevado mi cesta, nos costó un poco dar con ella  y casi nos morimos de la risa porque estaba junto a un pequeño abeto protestando porque no encontraba ni una sola cereza. Es que no ve tres en un burro y no se había dado cuenta que era otro tipo de árbol, ya se nota que no tiene la misma experiencia que  yo de pasear por el bosque”.



“Aclaradas las cosas ya pudimos volver a lo nuestro. Cape Laflex también deseaba llevar a su abuelita francesa unas cerezas y  yo en un momento llené mi cesta, ya sabes que las Caperucitas somos especialistas en tarros de miel y cerezas”.






“Imagino que Miss Roddy encontró un cerezo para ella sola” continúa hablando Cuca H&P. “Sí, si, se puso morada de cherries, ya lo decía, que le vuelven loca, no paraba de repetir: yummy, yummy”.



“Pero no todas las muñecas teníamos los mismos intereses, Cuca Maya había hecho un amigo abejorro e iban en busca de flores que es lo que realmente les gusta. Pronto encontró un rosal y tan pronto lo supo Miss Roddy corrió hacia allí porque dice que como buena muñequita british que es adora las rosas, solo hay que ver su vestido tan floreado. Creo que pasó una tarde estupenda entre unas cosas y otras”.









“Aunque  realmente el día fue fantástico para todas las moñas. A la hora de irnos cayeron cuatro gotas y salió el arcoíris, me hizo ilusión hacerme un selfie con él. Y ya de vuelta a casa estuve pensando en cómo ayudar a nuestra amiga inglesa, así que me fui a una óptica y además de hacerme  una revisión -  que aunque no lo parezca tengo 44 años y se me cansa la vista – compré un par de gafas para ella y otro para mí, porque aún siendo muñecas tenemos que cuidar nuestros ojos. ¿A que nos sientan bien?”.









Y colorín colorado, esta nueva aventura de mis Cucas se ha acabado.


Aventura interpretada por:

* Cucas Caperucita y Maya de FAMOSA 1974.
* Miss Roddy años 50.
* Cuca Herman&Pecker de USA años 60.
* Caperucita de Laflex 1965.
* Abejorro de ganchillo como artista invitado.

Las cinco muñecas ya han sido presentadas en este blog y podéis buscarlas por su marca en el apartado "etiquetas".

Todas las fotografías son de mi propiedad.

     



1 de julio de 2018

Wendy de Madame Alexander

La cosa va de mujeres. La anterior entrada a mi blog trataba de dos muñecas fabricadas por Madame Scavini o Signora Lenci en Italia y ahora nos vamos a New York donde Madame Alexander hizo a estas tres pequeñas, de nombre Wendy. Sobre esta señora y la enorme industria que puso en marcha en 1923 y todavía está en activo hablaré en otra ocasión porque hay mucho que contar y merece atención aparte.



Wendy es una muñequita con el rostro muy dulce y algo serio de unos 20 cms creada en 1953 siguiendo el modelo de otra moña anterior llamada Alexanderkin. Con la misma altura y la misma base (plástico duro, articulada en cabeza, brazos, piernas y rodillas, peluca en distintos colores, ojos grandes y durmientes, pestañas superiores de plástico rígido e inferiores grandes y pintadas, boquita y nariz pequeñas) se hicieron muchos modelos distintos con un guardarropa muy amplio y formando parte de diferentes series. Una de ellas es la Internacional creada en 1961 y entre los primeros países que se representaron están mis tres Wendys: España, Suecia e Italia. Las tres van marcadas en la espalda con el nombre de ALEX que es el personaje masculino así que vemos que los cuerpos eran intercambiables.



Empiezo por la Spanish: una vez más se elige  un modelo entre Manola madrileña y mujer sevillana. No le falta detalle con la flor en el pelo, los pendientes de aro, el caracol sobre la frente, los tres collares y el mantoncito.



Bajo la falda están las enaguas, los pololos, calcetines y calzado. No pasará frío, no.



Le sigue la representante de Suecia, también lleva vestido rojo pero en este caso el cabello es rubio. Sobre la cabeza luce un tocado y sobre los hombros un pequeño mantón. La falda se cubre con un gran delantal e igualmente tiene enaguas y pololos.  Se acompaña de una oca que lleva en una pequeña cesta, un detalle simpático.





Y la tercera es la de Italia. Va muy elegante con su sombrero negro y sus flores. El conjunto es similar a la Wendy sueca pero no lleva la etiqueta en la camisa indicando el país, algo que sí sucede con las dos anteriores que lo llevan en la parte superior del vestido.







Finalizo con una imagen de la propia Madame Alexander con algunas de sus creaciones y os cuento que tenía una nieta llamada Wendy Ann y en su honor bautizó así a estas pequeñas muñecas, pero tras la muerte de la chica a una edad muy temprana eliminó el segundo nombre, Ann y solo como Wendy es como la conocemos hoy. En la parte inferior de la fotografía vemos a varias de ellas. Triste historia que nos habla del amor de una abuela por su nieta que se tradujo en la creación de estas moñetas de coleccionismo tan bonitas.