29 de diciembre de 2019

La Navidad también llega a los puzles


Entre mi colección de puzles ingleses tengo dos de tema navideño y estamos en las fechas perfectas para presentarlos. Ambos son de madera y de la marca Victory, una empresa muy prolífica en este tipo de juegos de mesa. Estos deben ser de los años 50, antes de que empezaran a fabricarse en cartón.




Vemos en el primero que Santa Claus ha ido a visitar a una familia y menuda algarabía hay en ese comedor. La madre parece ajena a la visita y arregla el árbol, cargado de juguetes y adornos. Arrodillado en el suelo un niño abre su regalo, es un osito Teddy que estoy segura de que va a ser su preferido. En el centro el propio Santa hace entrega de un paquete a la niña vestida de rosa que lo mira asombrada. Detrás, su hermano contempla la escena con atención, parece estar esperando a recibir su presente porque el saco está lleno. Y mientras tanto el resto de los niños se divierte, unos estirando del cracker y otras jugando con un globo. Qué vestidos tan bonitos llevan todas las pequeñas.







En el segundo puzle la Señora Ratona ofrece una fiesta de Navidad. Los pequeños animalitos juegan hasta que alguien llama a la puerta y juntos corren a abrirla: ¡es el Señor Cuervo cargado de paquetes y con una cesta repleta de comida! También la mesa rebosa de alimentos: un gran pedazo de queso, fruta, tarta, dulces, gelatina, pasteles y entre ellos, los tradicionales Christmas crackers, esos cilindros forrados de papel que contienen un regalito y un chiste. Las guirnaldas y el muérdago mágico cuelgan del techo y el árbol no puede estar más decorado. Por supuesto no podía faltar el hada que en el pasado siempre estaba presente en el árbol navideño inglés.







Os deseo en estas fiestas y siempre amor, humor, salud y que no os falte tiempo para jugar.


29 de noviembre de 2019

Juguetes de Croacia


No cuento nada nuevo si digo que viajar nos abre la mente de muchas formas diferentes. Salimos de casa cargados de equipaje pero también de muchas expectativas; buscamos espacios naturales, queremos probar la gastronomía local, deseamos ver la arquitectura, acercarnos a la historia, la cultura y el arte del lugar que visitamos y conocer a sus gentes, su forma de vida.  Podría seguir rellenando toda la hoja pero me detendré en los juguetes que es lo que os ha traído hasta aquí, a mis juguetes y moñas.


Nuestra afición común me ha llevado a través de los años a reunir una buena muestra de lo que llamo “juguetes del mundo”. Al margen de las muñecas hechas para los turistas, de las que tengo unas cuántas verdaderamente bonitas, me interesan mucho estos juguetes que todavía se pueden encontrar en ciertos lugares y que nos cuentan tantas cosas de quienes los fabricaron o de los niños que los disfrutaron. Dí con algunos en Croacia, os los enseño.






Resulta que en el noroeste de este pequeño país empezaron a fabricarse en el siglo XIX unos juguetitos de madera muy bonitos. Esto dicen los textos pero yo creo que la tradición sería anterior y no aparecería de forma espontánea, aunque de aquella fecha sean los ejemplares más antiguos documentados. La región de Hrvatsko Zagorje, cercana a Zagreb, es rica en vegetación, recuerda a Galicia por su cultivo de maíz, sus zonas boscosas y las viviendas-granjas con construcciones similares a los hórreos. Abundan los bosques de sauces, tilos, hayas y arces de cuyas maderas los hombres se proveían para tallar manualmente caballitos, carros, balancines, pájaros, muebles en miniatura, peonzas, silbatos y otros instrumentos musicales para los niños de la casa. La parte decorativa corría por cuenta de las mujeres que los pintaban en tonos vivos con una pequeña gama de colores. Con el correr de los años y la llegada de la modernidad se empezaron a hacer coches, trenes, camiones y aviones.




Este tipo de juguete ha sufrido pocas variaciones a lo largo del tiempo siendo producido de manera artesanal con unas técnicas sencillas de fabricación que pasaban de una generación a la siguiente. Creo que por eso tienen tanto encanto, su ingenuidad los hace especiales. Son juguetes un poco toscos pero muy alegres que hablan de historia, de tradición, de trabajo en familia, de amor y respeto a la tierra y a su forma de vida  y por supuesto de alegría al ofrecerlos a los niños. Todo esto es para mí la esencia del juguete, ni más ni menos.


Pero claro, igual que me gustan a mí les han gustado a otras muchas personas así que ya hace unos años estos juguetillos salieron de la esfera estrictamente familiar y se venden en ferias, en mercados y también en tiendas de diferentes partes del mundo, porque lo que para nosotros es un elemento infantil para otros es un objeto decorativo. Distintos puntos de vista.


En 2009 la UNESCO incluyó a los juguetes artesanales de madera del norte de Croacia en la lista del “Patrimonio Intangible de la Humanidad” lo que supone un gran reconocimiento y también una protección a esta parte de la cultura croata rural. Además el servicio postal emitió este sello tan chulo (la imagen proviene de su página web)


La verdad es que encontrarlos nos costó un poco. Quisimos ir al Museo Etnográfico de Zagreb donde se exhiben algunos juguetes antiguos  y se venden otros actuales pero los sábados y los domingos cierran a la una del mediodía, vaya. En el centro de esta ciudad, en la parte alta, hay un mercado donde también se pueden encontrar, pero no pudimos llegar a verlo. Nuestro gozo en un pozo … seguimos insistiendo y decidimos ir a una de las poblaciones donde supuestamente se hacían, Marija Bistrica que resultó ser el mayor santuario religioso del país que recibe cada año a miles de peregrinos (no teníamos ni idea) y fue allí donde encontramos los jugueticos que estáis viendo: el carro tirado por los dos caballos, la mesa con las sillas y el instrumento musical. Este último sonaba de maravilla, estaba perfectamente afinado hasta que sufrió “un accidente infantil” y se le soltaron dos cuerdas. No pasa nada, los juguetes están para ser jugados.




La plaza que da acceso al famoso santuario está rodeada de tiendas de recuerdos, ese día casi cerradas en su totalidad. Nos dijeron que los fines de semana se llena, especialmente en verano, y hay un mercado donde se puede ver a los artesanos construyendo los juguetes. Desde luego están orgullosos de su tradición y la protegen, fijaros en las esculturas a gran tamaño que los reproducen y decoran esta gran superficie.







Como iban a ocupar bastante sitio en mi maleta no pude comprar más que unos pocos y me apenó, eran preciosos y a buen precio, me costó decidirme porque me gustaban todos: los pájaros correpasillos, los armarios, las cunas.








Además había otros en madera vista pero no me gustaron tanto ni estuve segura si eran del país o importados.




He encontrado estos sellos de Hungría, que limita con el norte de Croacia, donde aparecen juguetes muy parecidos (el caballo y los pájaros correpasillos), no sería raro que los compartieran siendo vecinos.


Cuca pide paso, aquí la vemos con la mesa miniatura, un bote con piedrecitas de la playa – en esta costa adriática no encontraréis arena, solo piedras – dos pequeñas calabazas compradas allí y una muñequita de hoja de maíz y madera que viste la ropa tradicional de este hermoso país.

Vidimo se uskoro Hrvastska, hasta pronto Croacia.




·        Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual, está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉

21 de noviembre de 2019

Piroska y Caperucita Roja

El pasado 8 de noviembre se celebró el Día de las Librerías, una fiesta en la que las librerías de España participan desde hace nueve años recalcando el trato personal que nos ofrecen desde sus establecimientos. Si traigo esta celebración a mi blog es porque quiero poner mi granito de arena a la labor que realizan. Me gusta comprar en ellas y dejarme guiar por la opinión de los libreros cuando necesito consejo.


 


Suelo acudir a la misma librería, cuando no tienen lo que busco lo encargan y en pocos días me lo entregan, tienen un excelente servicio. ¿Y por qué no compras libros por internet? se preguntará alguien. Pues no digo que alguna vez no lo haya hecho, pero sigo prefiriendo una tienda física donde me atiende una persona amable y no una pantalla de ordenador.



 

Cuando camino  por cualquier población me fijo en sus librerías y si viajo a otro país y tengo ocasión, las visito. Primero me paro ante el escaparate y si allí se habla en otro idioma dificillo intento reconocer los libros por la ilustración de la portada. Creo que a veces no acierto ni una, je je, pero en ocasiones es muy fácil. Como soy fan del personaje de Caperucita y de los cuentos infantiles en general, los identifico rápidamente y casi siempre encuentro uno o dos que traerme a casa.



Las publicaciones que estáis viendo son de Hungría donde descubrí que Caperucita se dice Piroska. ¡Que levanten la mano los que sabían que nuestra muñeca de FAMOSA (1960) se llama en realidad Caperucita! Siempre me había parecido que esta muñeca tenía un nombre un poco raro y por fin he sabido que además tiene una traducción. “Piroska és a farkas” osea, "Caperucita Roja y el lobo" es el título de los  dos libros que compré. Uno es troquelado, muy bonito, con estilo antiguo.


El segundo es más sencillo pero las ilustraciones me parecen una delicia. La mascota de esta pequeña y dulce Piroska es un ratoncillo blanco (también un ratón es la mascota de mi Cuca Cape) y aquí vemos a la niña en una página acompañada de su abuela en la barriga del lobo y en otra, al final del cuento, siendo acariciada por su madre, felices ambas de que la aventura haya terminado bien.








Y esta entrada hace lo mismo, terminar. 

Colorín, colorado, este cuento se ha acabado.


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 ·        La fotografía de Piroska es de la página de Todo Colección.
  

10 de noviembre de 2019

Conversación oída en el interior de una casita de madera


Ella: Anda, ven a casa que se pone frío, te he preparado un café para que entres en calor.



Él: Gracias, qué bien me ha sentado este cafetito caliente.



Ella: A mí también me ha caído de maravilla el colacao que he tomado.



Ella: Deberíamos ir a buscar leña, ya es tiempo de encender el fuego. No sabes lo contenta que estoy de que tengamos esta chimenea, es lo que más me gusta de nuestra nueva casa. Qué a gusto estaremos cuando lo encendamos.



Él: No te preocupes, yo me encargo de la leña. Ah, me encantan los muebles que hemos comprado para la habitación de la niña, tengo tantas ganas de que nazca y esa cunita esté ocupada ... Recuérdame que hoy sin falta cuelgue los cuadritos de su habitación.



Ella: Si no es hoy, lo harás mañana, no hay prisa. Poco a poco la casa va cogiendo forma pero aún nos queda mucho por hacer, todavía  faltan varias cajas de la mudanza por abrir.



Ella: Esta semana lo iremos haciendo, además tenemos que comprar vajilla para la cocina y un juego de sartenes entre otras cosas.



Él: Ya veo, ya. También nos hace falta la alfombra, el espejo y más toallas para el baño.



Ella: Quiero arreglar las plantas ¿qué te parece si en que termine nos vamos juntos a hacer las compras?



Él: Perfecto, así lo haremos a gusto de los dos, acabaremos antes y volveremos pronto a nuestra preciosa casita Mariluz.





* Aquí terminó la conversación, si te gusta la casita puedes ver más imágenes aquí   http://misjuguetesymognas.blogspot.com/2019/01/mariluz-mi-casita-de-munecas-de-denia.html


Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual, está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉








8 de noviembre de 2019

Caline de Gégé, algunas curiosidades.


No es la primera vez que me sucede, veo una muñeca en un rastro, me llama la atención pero no la compro. Vuelvo al cabo de unas semanas y allí sigue, parece que me está esperando ... venga, esta vez sí que me la llevo.



Lo de que “me espera” es una broma que repetimos a veces los coleccionistas para justificar una nueva adquisición, aunque lo cierto es que Caline “necesitaba” que alguien se la llevara y le diera una vida mejor, sobre todo que le diera un baño, jolín, qué de porquería llevaba encima. Sin embargo era evidente que la moña, bajo toda esa suciedad, tenía gracia.



Para empezar porque su vestido es de la misma tela que el de Nancy Presentación, con quien posa en esta fotografía (sí, lo sé, el pelo de Nancy necesita de cuidados urgentes). También me gustó su cabello blanco, más bien gris oscuro en aquel momento, pero que lució precioso tras el lavado y se reveló de excelente calidad. Y los ojos, me encantaron los ojos.



Decidida a devolverle su belleza se los quité porque a veces, al mojar mucho a las muñecas – y esta necesitaba muuucha agua y muuucho jabón – se estropean. Sorpresita, tenían sistema de péndulo, algo frecuente en moñetas más antiguas pero no en una de goma de 1962, que es cuando nació mi Caline (lo que se aprende desmontando moñas).  



Después apliqué la crema quitamanchas sobre el plastisol de la cabeza y en pocos días,  casi como nueva, pero con el encanto de los juguetes que han sido jugados.



Algunos datos: mide 32 cms, cuerpo de polietileno, marcada en la nuca SD8 y en la espalda Made in France 8. Por ningún lugar aparece la marca Gégé aunque originalmente llevaba una etiqueta de plástico colgada de la mano, podéis verla en esta imagen en la que también conocemos cómo era su caja.



Se hizo con otros peinados y en diferentes tonos de pelo y se conocen veinte modelos de ropa, no sé si el mío es original, hasta ahora no he dado con él y tengo bastante curiosidad por su semejanza con el de Nancy.  Ni los zapatos ni los pendientes son de origen.

Más cosas: se vendió también en caja-cofre, con varias ropitas y complementos y existe una muñeca igual llamada Mutine que mide 38 cms y lleva otra numeración. Compartían catálogo como buenas hermanas.



Gégé fue una importante empresa juguetera francesa fundada en 1933 por el señor Germain Giroud en el departamento del Loira. Pasó de tener cinco trabajadores en sus inicios a mil en los años sesenta. Parte de su producción fue exportada, así vemos a dos Calines en un catálogo norteamericano a principios de los sesenta con su ropita de colegiala y con un conjunto primaveral, una monada. Se vendían a 4,99 dólares y las llamaban "francesas coquetas".



Fotografía de mi familia Gégé para cerrar esta entrada: la moña de la derecha es más antigua que Caline y el muñeco sentado más moderno. Faltaría la cuarta francesita, Milly, de la que hablé hace un tiempo http://misjuguetesymognas.blogspot.com/search/label/G%C3%A9g%C3%A9

A toute a l'heur, mes amis. Hasta la vista, amigos.




Puedes ver más muñecas francesas  de mi colección pinchando aquí       http://misjuguetesymognas.blogspot.com/search/label/Francia


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·        El resto de las imágenes son de Ebay USA.