El largo veraneo de Ofelia

La bella Ofelia se aferra a los últimos días de verano como un naúfrago lo hace a su tabla. Sabe que el tiempo cambiará pronto y este larguísimo veraneo terminará.

A finales de junio llegó a la costa cantábrica con su voluminoso equipaje. Solo la sombrilla, la hamaca, la cesta, las calabazas, el cubo y la pala ocupaban tanto espacio … Y me olvidaba de las casitas de madera de colores, su juguete favorito.

Ofelia es una muñeca de los años treinta del siglo pasado y parece que allí se quedó, viviendo como lo hacían las familias más pudientes del país, retrasando el momento de regresar a casa. ¿Quién querría volver a la rutina pudiendo estar echada al sol o tomando baños de olas?

Por cierto, Ofelia, deberías aprender a nadar de una vez y no fiarte de esas calabacitas que utilizas como flotadores, que te puedes llevar algún susto. 

Ni caso, ella a lo suyo, en este momento tomando el sol aunque por poco rato, esa piel tan fina hay que cuidarla. Le gusta más entrar al agua y recibir los beneficios terapéuticos que dicen los médicos de la época que otorga la sal marina. Ea, pues al agua.

Y a la tarde, cuando la marea esté demasiado alta incluso para caminar por la orilla, la bella Ofelia subirá hasta el faro desde donde se divisa una panorámica inabarcable.

¡Menudo veraneo te estás arreando, muñeca!

 

Ofelia es el nombre que he puesto a esta muñeca de tela que dato en los años 30. Brazos y piernas articulables. Lleva vestido, ropa interior y calzado original. El rostro es de tela prensada con rasgos pintados. El cabello es natural, también original. Fabricante desconocido hasta el momento, se admiten ideas.

Si te gustan las muñecas de tela te interesarán estos enlaces de mi blog. Aquí podrás ver muñecas Lenci y en este otro punto encontrarás otras muñecas de tela.

¿Quieres saber más sobre los Baños de Olas? Dieron lugar a lo que conocemos como veraneo. La Biblioteca Nacional lo cuenta en este enlace

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