4 de diciembre de 2025

No cabe ni un alfiler en mi buzón

 

Al entrar a casa el otro día miré de reojo el buzón. Me pareció que estaba lleno ¡Qué raro! si apenas recibo cartas y eso que aún escribo alguna y también envío postales. Voy a abrirlo.- pensé, y al hacerlo un montón de sobres se desparramaron. Halaaaaa.


Hasta aquí la ficción. Ahora la realidad. Mi amiga Marta me ha regalado todos los sobres que se ven en las imágenes junto con el buzón. Fue abrir su puertecita y ver que no cabía ni una hormiga dentro, me pregunto cómo consiguió cerrarlo. Qué sorpresa más buena me dio.


Hay veinticuatro sobres para abrir desde el 1 hasta el 24 de este mes (para el 25, Navidad, me ha puesto otra cosa aparte) así que con hoy ya he abierto cuatro. Me chifla su contenido. Es genial tener un calendario navideño hecho con afecto pues sé que Marta ha ido guardando cositas durante meses para sorprenderme. Son pequeños detalles, objetos chiquitos que colecciono o que sabe que me van a hacer sonreír. Requisito a la hora de elegirlos, debían caber en un sobre.


En fin, que estoy muy contenta y desde aquí le doy las GRACIAS con mayúsculas.



Con esta entrada doy por inaugurada la campaña de Navidad. Hay varias entradas "festivas" en este blog ¿quieres verlas? Te pongo el  enlace.

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Todas fotografías de esta entrada están hechas por mí. En virtud de la ley de la propiedad intelectual está prohibido utilizarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo a través de este blog, gracias 😉

 

 

 

30 de noviembre de 2025

Planchando huevos y friendo camisas

 

En la vida hay quien vale tanto para un roto como para un descosido. ¿Un ejemplo?  La protagonista de hoy.



Esta joven enfermera os tiene que sonar porque estuvo en el blog presentando a los dos primeros bebés nacidos en 1923 (podéis verlos aquí) y como es tan polivalente, que igual plancha un huevo que fríe una camisa, ahora mismo la tenemos preparando la cena en la pequeña clínica de maternidad donde trabaja.



Las madres que vienen a dar a luz a este centro necesitan reponerse bien del parto y aquí está la enfermera Hanna ideando unos platos suculentos.



Su cocina no parece grande pero está muy bien surtida, tiene todo el menaje necesario para atender a las pacientes.



Hanna ha pasado la tarde del domingo trajinando entre sus perolas y después,  en la despensa de la alacena, ha encontrado lo que buscaba, una gran lata de fruta en almíbar.



Curiosidad: me acabo de enterar que las latas de conserva existen desde 1810 y se empezaron a envasar alimentos en ellas en 1813.



Vuelvo con Hanna no para de ir de aquí para allá, acarrea agua en el cubo, la pone a hervir, vigila el arroz ¡ojo, que no se te pase! y corta verduras, carne, pan y queso. Menudo cuchillo lleva en su mano.




En fin, que está verdaderamente atareada y no seré quien yo la moleste. La dejo terminando sus faenas. Hasta otro día.




Esta muñeca que he llamado Hanna es una Armand Marseille, la vistió primorosamente mi tía Tere con telas antiguas. Los calcetines y los zapatos son originales.  

Como me chiflan las cocinitas, y posiblemente a ti también, creo que te gustará ver esta.

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18 de noviembre de 2025

Los juguetes de mi bebé

 

De un muñeco y de sus jugueticos vamos a hablar hoy porque cuando entra en mi colección una muñeca, miro con atención si trae algún complemento. Este pequeñajo vino con tres ¡bien!



No siendo grandes tesoros son elementos que acompañan al muñequito y a mi entender lo enriquecen.




El niño salió de la fábrica de Salvador Valls Ledesma, un fabricante barcelonés que produjo entre los años 1930 y 1964.  Tengo varios hermanos suyos de distintos tamaños. Su marca la forman las iniciales SV insertas en un rombo, la vemos con frecuencia en los muñequitos que llamamos de terracota aunque generalmente sus cuerpos y  cabeza son de escayola y solo los brazos y a veces también las piernas son de barro.



Volviendo a las miniaturas, me fijo en los materiales que las componen; el sonajero es de un plástico primitivo y el biberón y la peonza son de madera, una monada.



Añado que el vestido y la capota son originales, tras un poco de limpieza quedaron estupendos. Ahora os lo muestro desnudo para que veáis cómo se hizo. Mide 30 cms de altura, cuerpo de tela relleno de serrín, llorón o sonoro en la parte delantera del torso y cabecita cerámica que alguna niña debió cuidar muy bien para que se haya conservado de una pieza. Los ojos se abren y se cierran. Una delicia de bebé que acaba de ser presentado en sociedad.




Los datos de Salvador Valls lo he extraído del fantástico libro diccionario Muñecas Españolas. De la A a la Z. De María Luisa Camarero Roca a quien entrevisté hace un tiempo, lo puedes volver a leer en este punto.

Sí, me encantan las terracotas y aparecen por el blog muy a menudo, aquí  puedes verlas de nuevo.

También soy muy aficionada a las muñecas de tela antiguas y las muestro en mi blog ¿quieres conocerlas? están aquí.

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31 de octubre de 2025

El rastro de Santander

 

¿Cuando visitas una población te informas de si tiene mercadillo, rastro, museo de juguetes o anticuarios? ¿Sí? Yo también, así que os cuento lo que vi en Santander.


Si sigo el orden cronológico, lo primero que vimos fue ¡pescado! Fuimos al mercado de La Esperanza a comprar, qué maravilla, todo apetecía y allí mismo tuvimos un feliz encuentro, una pequeña exposición de escenas de casas de muñecas. Añado algunas imágenes, no pude evitar los reflejos en los cristales pero igualmente podéis haceros una idea. En un cartel leí “Las minis de Gema” así que esa debía ser la creadora.







Regresamos el domingo, esta vez al rastro que se monta en una pequeña explanada que precisamente da acceso al mercado de abastos de la ciudad y que según los carteles ha cumplido ya los 120 años ¡felicidades!







Mercadillo pequeño, algo apretado, estrecho y necesitado de limpieza. Parece que es zona de ocio nocturno … se notaba. Los vendedores bastante amables y los artículos eran menos dispares de lo que acostumbro a ver, quizá porque no eran muchos los puestos. Mucha ropa de segunda mano y algo de nueva, cerámica, una mesa de numismática con unos simpáticos ancianos al frente. Cacharrería que nunca falta, artículos de ferretería nuevos, algo de objeto de colección, muy poco de juguete (más bien reproducciones o muebles modernos de casa de muñecas) y también muy poca moña aunque había una caja con bastantes regionales donde encontré una desconocida setentera vestida de segoviana que me pidió que me la llevara. Me gustó su traje, muy completo y valía tan poco que le dije que sí. También compré dos miniaturas portavelas de peltre que me gustaron especialmente. Este fue todo mi botín.



Me fijé de lejos en una casita de muñecas y al acercarme vi que es como mi casita de Denia, Mary Luz … qué bonita es ¿quieres volver a verla? Pincha aquí y aquí.



Aunque no es el mejor rastro al que he ido, no me podía quedar con las ganas y si viviera en esa ciudad iría de vez en cuando, nunca se sabe qué día van a aparecer los tesoritos, je je. Buen fin de semana.

 

Voy subiendo información de mercadillos que visito, tienes más en este punto.

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24 de octubre de 2025

Días de juegos para las terracotas

 

Cómo nos gustan estos días de otoño. Son ideales para pasarlos en la calle, al aire libre antes de que lleguen los fríos.


Aquí estamos jugando en el parque, que si al columpio, que si al sube y baja o con los globos.


Diversiones de siempre que gustan a todos los pequeños.


A las terracotas les encanta pasar el tiempo en la naturaleza. Las horas vuelan entre risas y carreras para ver quién llega antes al columpio.





Todas quieren subir pero solo cabe una, hay que aprender a esperar.

Al balancín se juega de dos en dos ¡qué divertido!


Les decimos que se agarren con las manitas pero ni caso, quizá esto acabe con algún coscorrón de tanto subir y bajar.



Pero el entretenimiento no se lo quita nadie ¡a jugar!

 


Muñecos entradas con terracotas han aparecido en mi blog, las puedes volver a ver aquí.

El columpio es de Juguetes Pit, años 50/60

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