20 de enero de 2020

Juegos de construcción o arquitectura


Recoger  palitos o pequeñas piedras, apilarlos e intentar hacer una estructura con ellos es algo natural en los niños. Todos, alguna vez, nos hemos metido en una caja de cartón o hemos dispuesto las sillas del comedor de una forma determinada simulando que era el hogar de nuestras muñecas o un garaje para nuestros coches de juguete.  Parece que durante la infancia llevamos un arquitecto dentro y nos encanta diseñar edificios. Quizá alguna vocación para ser constructor, ingeniero a arquitecto surgió de aquí.


Al parecer fue en Alemania en el siglo XIX cuando se empezaron a hacer estos juegos de construcción al entender que a través de ellos se podían transmitir diferentes enseñanzas a los pequeños. La idea tuvo mucho éxito y lo sigue teniendo, tal es así que estos entretenimientos han evolucionado pero se siguen vendiendo.





Vamos a ver los que tengo en mi colección: el primero es el más antiguo, parece de principios del siglo XX. Se conserva en su caja original de madera. En la litografía vemos a varios niños que juegan a construir, bajo ellos pone, traducido, sistema modular suizo.  Algunas de las piezas son muy curiosas, fijaros en las dos ventanas, la parte interior es de cristal con unas cortinas  verdes pintadas y otras piezas están forradas con papeles vistosos. Cuánto cuidado pondrían sus dueños para que no se hayan roto.



El siguiente también tiene sus años.  Se trata de una caja pequeña de cartón con piezas planas de madera que se unen una a otra, lo explica su título en inglés nuevos bloques de construcción entrelazados. No puede ser más británico, en el centro de la tapa aparece el famoso puente de la Torre de Londres, pero resulta que el juguete no se hizo allí sino en Alemania, como consta en letra muy pequeña en la litografía.





Pasamos a la tercera que ya se asemeja más a las que he conocido siempre. La madera está teñida, se combinan formas cilíndricas con otras en arco, rectángulos, cuadrados, etc. El interior de la caja lleva marcado el dibujo para que el niño coloque cada pieza en su lugar preciso y en una esquina vemos la marca CP SA, de momento no sé a qué empresa corresponde. Años 30-40.





A tener en cuenta el bonito diseño de las letras ARQUITECTURA POPULAR y algo que me parece entrañable, el cosido hecho por una madre o abuela para unir los bordes de la tapa rotos. Esta clase de detalles nos acercan a los niños que fueron sus dueños y son las huellas de una larga vida, la de un pasatiempo que pese a ser sencillo se quería y cuidaba.

El interior del cuarto es muy similar al anterior, prácticamente son iguales por dentro y es que estos juguetes se perpetuaban en el tiempo con pocas variantes. ESTUDIOS DE ARQUITECTURA nos muestra a dos jovencitos que juegan felices en una terraza, visten el clásico pantalón corto con unos originales calcetines y sonríen satisfechos mientras construyen un edificio.






Hay una historia bonita que quiero contaros. Recibí este juguete como regalo de un amigo, un señor ya mayor. A su vez él lo recibió siendo niño, allá por los años 40, de un tío suyo que dejó una dedicatoria cariñosa escrita en la parte interior de la tapa de cartón. En ella le dice que quizá se anime a ser albañil y que podrá construirle una casa. Guárdalo mucho, añade. Así lo hizo Angelito, como lo llamaban de zagal. Han pasado más de setenta años y su Estudio de Arquitectura sigue en uso.

Ana ha querido contribuir a esta entrada de juegos de arquitectura con su caja de madera de origen francés. Desde luego las piezas se ven distintas a las nacionales, algunas forradas en papel y con un aire fresco que traen los toldos a rayas rojas y blancas y las macetas con flores. Los niños debieron disfrutarlo durante horas.





Cambio de época, llegan los años 70 y la japonesa Candy aparece en nuestras vidas a través de la televisión ¿no os parece que la niña de esta caja se le parece mucho? Pero resulta que estos BABY BLOCKS se hicieron en China y por si no fuera bastante exótico echad un vistazo a las formas y a los colores. Una explosión de tonos brillantes y orientalismo, una chulada.





Por supuesto mis hermanos y yo tuvimos nuestro juego de construcción del que conservamos muchas piezas sueltas teñidas aunque no la caja. Nos divertimos muchas veces con estas maderitas en los días invernales cuando salíamos poco a la calle.



Las he fotografiado con unos niños que desde la portada de un libro de matemáticas nos enseñan a diferenciar las figuras geométricas, conocimiento indispensable que adquirimos en el colegio.



Y como no todos los juguetes se compraban, al revisar entre mis cosas han salido también estos recortes de madera que se incorporaron a nuestros entretenimientos, restos de nos darían en la carpintería. Entre las manchas de pintura y el dibujo veo pasar una parte feliz de nuestra infancia.



Hombre, aquí está Cuca Cape con su puzzle mini de madera (así se llama) de la casa holandesa Kikkerland Design, parece una caja de cerillas.



¿Os gusta el tema y queréis profundizar? Hay un libro que os puede interesar “Historia de los Juguetes de Construcción” de Juan Bordes, escultor y doctor arquitecto. No lo tengo pero lo que he leído invita a continuar.




Unos sellos de juegos de arquitectura del Reino Unido y de Luxemburgo cierran esta entrada y le dan una dimensión todavía más internacional a este juego clásico que parece haberse hecho en todas partes. Y tú ¿también jugaste con uno?






* Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual, está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉


* El resto de las imágenes son de Ana Urroz, de Amazon (el libro) y de Colnect.



     






2 comentarios:

  1. Tenían que ser los alemanes los inventores de los juegos de construcción, les va como anillo al dedo :-D
    A mí me encantan, de niña hubo varios en casa, aunque creo que eran más de mi hermano que míos, y cuando mis hijos han sido pequeños también han tenido varios. El pequeñito de Cuca Cape me parece una ternura, tengo que hacerme con alguno de pequeña escala para mis Leslys.
    Creo que son de lo mejor con lo que puede jugar un niño, sean más sencillos o algo más sofisticados, y si el material es de madera mucho mejor, los hay verdaderamente preciosos.
    Curioso me parece el libro, desde luego cuando se dice que todo está en los libros no se exagera nada, si hay un tema que interesa, por extraño que sea, seguro que alguien escribió un libro sobre ello.
    Besos.

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  2. Hola Ilona, hay un libro para cada conocimiento, no hay duda, a poco que busques aparece el escrito de alguien que ya investigó, lo que suele facilitar mucho el aprendizaje. Este libro no lo tengo pero me gustaría. Coincido contigo en que este es un juego atemporal que espero que siga practicándose en el futuro, por toda la diversión que aporta a los pequeños y por las destrezas que se desarrollan con su práctica ¡todo en uno!
    Y la cajita de Cuca ciertamente es muy cuca, pequeño complemento perfecto para una muñeca. Un besico.

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