29 de enero de 2018
Una colección de muñecas en Sóller, Mallorca
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23 de enero de 2018
Mis cuatro muñecos Nemrod
Después de haber hecho una ficha inicial de la casa
Nemrod que ampliaré (entrada del 7 octubre 2016) voy a presentar a mis cuatro muñecos de esta casa.
Con todos ustedes: Panchito, Quique, Fernandín y
María Rita.
Panchito mide 25 cms de altura, es un bebé cabezón y
simpático hecho en un material algo diferente al resto de los Nemrod, menos
grueso. Además es el único negrito y en su espalda pone que fue el número 1,
quizá el primero que se produjo. Tiene el pelo moldeado y pintado, con agujero
en la boca y otro en el culete, alomejor se vendía con biberón porque era una
novedad poder dar de comer a los muñecos sin riesgo de que se estropearan como sucedía con los de cartón. El mío acusa el paso del tiempo y algunos dedos están dañados, también tiene un roto en la cara y otro en el pie, pobre Panchito.
Me gustan sus ojos que se mueven a ambos lados y
cuando lo compré ya hace mucho tiempo vi que los tenía distintos. Al desmontarlos
para su limpieza me fijé que el de la derecha de la imagen no es original, el reverso
es un trozo de hoja de calendario, un arreglo que alguna madre o padre haría
para su hijo. Nuestros muñecos han tenido una larga vida y a veces nos la
cuentan.
Quique tiene una altura de 28,5 cms y bebía y hacía pis
como Panchito. En un anuncio de 1954
aparece con biberón y pañal en una cajita. El cabello está simulado pero no
pintado, la boca y las pestañas superiores sí lo están. Los ojos son de tipo margarita, azules y fijos y
la goma es de mejor calidad que la de su compañero.
De Fernandín me
llama la atención el nombre, un diminutivo para un muñeco tan pesado y alto, 44
cms. Como sus predecesores, tiene los
mismos orificios y con Quique comparte
el tipo de pelo moldeado pero sin pintar y la buena calidad del caucho. La boca
la tiene bien abierta como Panchito con
quien aparece en la foto de familia.
Y a la joven María
Rita la presenté en otra entrada de hace
unos meses (14 octubre de 2016). De 40 cms de altura, es completamente
original y existía en 1959, siendo una de las pocas chicas que hizo la casa
Nemrod y representa a una niña mayor que los bebés anteriores que permanecen sentados.
19 de enero de 2018
Una peluquería de muñecas
¿Una peluquería de muñecas? ¿Dónde? Por varios sitios me llegó esta noticia que encendió de inmediato la bombilla de la curiosidad. El lugar era Valladolid y como tenía prevista una visita a esa ciudad castellana unos meses después apunté los datos con idea de acercarme.
Elegir una muñeca para llevar a peinar no fue
difícil, tengo varias necesitadas de cuidados. Siempre las lavo y peino yo como puedo pero hay algunas que las vas dejando y dejando ... y Shirley
resultó elegida. La metí en el equipaje ¡y a Valladolid! Pedí cita por teléfono porque la peluquería de Elena es, por
supuesto, una peluquería normal. Ella me pareció muy simpática y cuando la
conocí al día siguiente, lo confirmé. Como buena profesional lo primero que
hizo fue estudiar el pelo de la muñeca, el tipo de peinado original (incluso
llevaba las horquillas de fábrica) y ver qué era lo que había que hacerle. Y
manos a la obra: desnudarla, lavarle con cuidado el cabello, desenredar con
mimo y un producto específico y volver a poner los tirabuzones que
caracterizaban a la estrella infantil. Después la recomendación de dejar acabar
de secar al aire durante unos días.
Mientras tanto Cuca y yo curioseábamos. El
establecimiento es espacioso, tiene una zona para que los niños jueguen
mientras esperan a sus padres o a ser atendidos ellos mismos, de hecho algunas
niñas acuden con sus muñecas para ser peinadas de igual forma. Y en varios
lugares vemos la colección de Monsters de Elena y de su hija, porque ellas
también son coleccionistas y peinando a estas moñas es como se le ocurrió la idea de abrir otra línea de negocio.
En lo alto de un armario algunas muñecas de los 70 lucen bien arregladas
después de pasar por las manos de esta profesional que pese a ser joven lleva
muchos años trabajando en esta actividad y formándose continuamente.
Gracias Elena, fue un placer conocerte y charlar
contigo.
13 de enero de 2018
Heidi de Berjusa
Esta Caperucita tiene algo de especial, la recibí
como regalo de cumpleaños y al verla lo primero que pensé fue en la Heidi de
los dibujos animados.
Hagamos memoria. Johana Spiry fue una escritora
suiza que en 1888 publicó un libro sobre una niña huérfana que vivía con su
abuelo en los Alpes. Su personaje, Heidi, pronto fue muy querido y ochenta años
después en Japón se hizo una serie de animación que aquí vimos en 1975. El
éxito fue inmediato y varias firmas jugueteras sacaron al mercado productos
basados en ella. Berjusa también y posiblemente ese mismo año o al siguiente,
1976, hizo su propia versión en forma de muñeca.
Parece que quisieron aprovechar el lanzamiento y la
sacaron con distintos trajes. Además de la Heidi citada hubo una muñeca
colegiala y otra de comunión. ¿Y mi Caperucita? Su vestido lleva etiqueta de
Berjusa, con el número 58, pero no he visto hasta ahora a ninguna otra igual ni
tampoco fotografía de catálogo, así que creo que es original pero no lo
aseguro. Los zapatos son de origen.
Mide 33 cms de altura, se publicitaba como “muñeca andadora eléctrica” y la unión de
la cabeza y el cuello está quemada por el mecanismo, que tenía una pila alojaba
en la espalda. Algunas otras que he visto sufrieron el mismo problema. Los
brazos y la cabeza son de goma (el izquierdo no es original) y el cuerpo y las
piernas son de plástico duro. No va marcada. La carita es preciosa, con los
ojos tan parecidos a los del personaje televisivo y esa expresión de niña
inocente y buena que tanto gustó cuando de niños vimos la serie. Nos
sentíamos identificados con ella, ya lo decía el lema de Berjusa:
♪♪ Muñecas como tú ♪♪
4 de enero de 2018
Carta a los Reyes Magos, 4 de enero de 2018
Los niños, los juguetes y los Reyes Magos de Oriente
van de la mano todas las navidades.
Durante generaciones hemos escrito nuestra carta con la esperanza de
recibir una muñeca, un juego de mesa, unos patines, una pelota o una cocinita.
Y aquí tenemos a Cuca Cape escribiendo con su mejor letra a sus majestades.
¿Qué les habrá pedido?
Una vez terminada y firmada, toca ponerla en el
sobre y echarla al buzón. No sé si habrá hecho como una maravillosa mujer a quien
quiero mucho que me contó que siendo niña su madre le decía que a los Reyes no
se les podía pedir mucho porque eran años de gran carestía, pero la pequeña se
las arreglaba para, camino de Correos, añadir con un lápiz alguna petición más.
Bendita inocencia.
Hay fantásticos modelos de antiguas cartas, algunas hasta nos ayudan a catalogar y fechar nuestros juguetes. He seleccionado unas pocas para esta entrada.
Feliz noche del 5 y día de Reyes. Y a Melchor, Gaspar y Baltasar, buen viaje desde Oriente, y sobre todo, no os olvidéis de ningún niño.
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