Profundizar en el conocimiento
de las muñecas y los juguetes antiguos es una necesidad que tenemos algunos
coleccionistas. Quienes así entendemos nuestra afición estamos de enhorabuena
porque en los últimos años se están publicando trabajos muy interesantes. Hoy
presento aquí el último estudio aparecido sobre la muñeca española, más concretamente
sobre la marca T.A.F. Va a ser su autora,
Carmen López de Lerma Baños, quien nos lo cuente con más detalle.
Ella tiene un interés
especial en las muñecas de tela de las primeras décadas del siglo XX. Fruto de
esta inquietud publicó en 2015 el libro Muñecas Florido 1917-1975 que he
recomendado varias veces por ser una guía muy completa que aborda no solo
esta mítica casa de muñecas sino otras contemporáneas como la propia T.A.F.
Carmen, me gustaría que comenzaras describiendo
en líneas generales el trabajo que acabas de publicar.
Se
trata de un libro catálogo de la marca de muñecas madrileña Talleres de Arte Fusté
con dos partes diferenciadas. La primera está dedicada a la historia de la
fábrica y sus propietarios y una segunda donde se incluyen gran cantidad de imágenes
de los catálogos originales de la firma de los años 1934 y 1935. El propósito
del libro es dar a conocer la historia y producción de T.A.F y también poner a
disposición de los coleccionistas una guía para identificar sus muñecas.
En esta ocasión te acercas a
una marca poco conocida y muy a menudo confundida con otras.
T.A.F.
es poco conocida porque es una marca que estuvo poco tiempo en el mercado. La empresa
fue fundada en 1933 y la guerra civil española comenzó en 1936, por lo que su producción
en esta etapa solo duró cuatro años. Posteriormente, en el año 1940 se reanudó
la fabricación, pero no con la misma calidad que tuvo durante los años previos
a la guerra. También ha influido en su desconocimiento la falta de interés de
los coleccionistas en España por las muñecas de los años 20 y 30 y la falta de
estudios sobre los fabricantes de estas décadas. Durante tiempo se pensó y
escribió, en reconocidas publicaciones, que T.A.F. era una marca de muñecas
catalana, probablemente por el apellido catalán de su fundador Alejandro
Berenguer Fusté y no ha sido hasta los últimos años en que los investigadores
han sumado esta firma al grupo de fabricantes madrileños.
Sus
muñecas se confunden con las de otros fabricantes o sencillamente no se
identifican porque tampoco se conoce bien lo que fabricaron otras marcas. Casa
Campo, Colombina, N.A.T.I, Muñecas Pagés o firmas similares no han sido estudiadas
en profundidad y al coleccionista, sin una guía clara, le resulta difícil
distinguir unas de otras.
Con este trabajo y con el
anterior de Florido das a conocer una industria del juguete que trabajó con mucha calidad
en cuanto a profesionales, diseños, manufactura, materiales, pero que lamentablemente pasa
casi desapercibida en nuestro país ¿a qué se debe?
Como
he comentado, es el escaso interés de los coleccionistas por este tipo de
muñecas. Durante los últimos treinta años el centro de las colecciones en
España han sido las muñecas de postguerra, de cartón pintado al duco, teniendo
como eje a Mariquita Pérez y pocos eran los interesados en las muñecas textiles
de los 20 y 30. Al no existir demanda los vendedores de juguetes antiguos no
las han valorado lo suficiente y algunas pueden haberse perdido irremediablemente.
También durante la guerra civil y la posguerra pudieron desaparecer muchas de
ellas. Otro factor de desconocimiento es, en general, el menor poder
adquisitivo de las mujeres y el menor número de coleccionistas femeninas. La
mayoría de coleccionistas de juguetes en España son hombres y en sus colecciones
podemos encontrar muchos juguetes españoles de los años 20 y 30 pero muy pocas
muñecas y frecuentemente mal documentadas. Estoy segura de que la incorporación
de la mujer al mundo del coleccionismo incrementará su conservación y fomentará
la investigación de las marcas que las fabricaron.
En la ciudad de Madrid nacieron
en aquella época muchos talleres y fábricas que confeccionaban muñecas ¿qué circunstancias
se dieron para que fuera así?
Al
inicio de la Primera Guerra Mundial en 1918, toda España tuvo un resurgir en la
industria juguetera y Madrid se benefició de esta circunstancia poblándose de
pequeños talleres donde se fabricaban muñecas. No fue la única zona de España
donde esto sucedió; Cataluña, Valencia y Alicante, con tradición en la fabricación
de muñecas, también se beneficiaron de la bonanza económica, pero en su mayoría
no cambiaron sus sistemas de producción de cartón pintado o celuloide. Los
nuevos talleres de muñecas que surgieron en Madrid a principios del siglo XX,
casi todos fabricaron muñecas textiles, muy similares a las que ya estaban de
moda en Europa, posiblemente porque no contaban con la tradición fabril de las
zonas del este de España y en Madrid se crearon talleres adaptados a las nuevas
tendencias de muñecas. Madrid tenía fama de buenas costureras, las famosas “modistillas”
madrileñas. Esta abundancia de mano de obra especializada pudo facilitar la creación
de fábricas de muñecas artísticas donde una buena parte de su belleza es el
vestuario.
Me comentabas que estudiar a
T.A.F. te ha llevado a conocer a personajes fascinantes de los que casi nadie
se acuerda, empezando por su creador.
El
mundo de la muñequería en España y sobre todo en el Madrid de los 20 y 30 está,
como bien dices, lleno de personajes fascinantes y resulta muy divertido
investigar sobre ellos. No solo está compuesto por industriales que invirtieron
tiempo y dinero en fábricas de juguetes, también lo forman artistas plásticos,
literatos, militares, científicos y numerosas profesiones que a primera vista
poco tenían que ver con el mundo de las muñecas. Alejandro Berenguer Fusté,
fundador de la marca T.A.F. es uno de estos ejemplos. Militar de profesión
también fue un conocido industrial al frente de la firma de perfumería
madrileña Floralia, que en los años 30 fue vendida a la empresa Gal. Fusté
estuvo rodeado de un importante número de artistas que diseñaban la publicidad
de Floralia y es probable que a través de ellos se aproximase a la muñequería.
En mi libro hay varias hipótesis sobre cómo Alejandro pudo llegar a fundar
T.A.F., pero las dejo para que las descubran los lectores.
“Las muñecas de T.A.F. Talleres de Arte Fusté” es un libro de tamaño medio de 86 páginas, profusamente ilustrado con fotografías en blanco y negro inéditas en su mayor parte donde aparecen unos 260 muñecos. Se trata de una edición bilingüe ya que está dirigido no solo al mercado nacional sino al internacional donde estos juguetes / objetos decorativos son muy valorados.
Carmen ¿por qué a los norteamericanos
en particular les gustan tanto las muñecas de T.A.F. y cómo llegaron hasta allí?
En
Estados Unidos el coleccionismo de muñecas tiene una gran tradición y,
afortunadamente, no han sufrido las guerras que asolaron España y Europa, por
lo que la conservación de las colecciones ha sido mayor. También tenemos que
pensar que los fabricantes de muñecas de principios del siglo XX exportaban una
gran cantidad de productos a Europa y América. Cuba, Argentina o Brasil, eran países
destinatarios de nuestras muñecas y por supuesto Estados Unidos. Las
producciones en esos años fueron mayores para la exportación que para el consumo
interno. Así es fácil encontrar más muñecas T.A.F. al otro lado del océano que
en España. Aunque en Estados Unidos la marca T.A.F. es conocida, pues muchas
muñecas conservan hasta la etiqueta cosida al vestido, poco o casi nada se
conoce de la historia de su fabricación pero existe un gran interés por saber
más de nuestras muñecas, por eso tomamos la decisión de hacer una edición bilingüe
que pudiera llegar a los coleccionistas extranjeros.
Las imágenes del libro nos muestran unas muñecas hechas con mimo y vestidas con todo tipo de detalles, en particular me gustan las regionales porque su indumentaria parte de un estudio profundo de los trajes de cada región. Hay una pareja de ansotanos (valle de Ansó, Pirineo de Huesca) que me resulta muy cercana y querida.
Este interés por el
folklore que se iba perdiendo ya a principios del siglo XX logró atraer la
atención de muchos fabricantes ¿no es así?
A
finales de los años 20 el resurgimiento de los nacionalismos y regionalismos en
Europa fomentó el gusto por las tradiciones locales y populares. Los trajes
regionales formaron parte de este nuevo interés y en España, a mediados de los
años 30, abundaron las exposiciones de trajes regionales y de muñecas que los
visten. Se ha pensado que fue la Sección Femenina en los Talleres de Artesanía
de
los años 40 quien recuperó este vestuario,
pero la tradición era anterior. La mayoría de fabricantes madrileños de muñecas
textiles de los años 30 incluían en sus colecciones trajes regionales, en parte
por la demanda interior, pero también por las exportaciones. Los trajes de
flamenca son los que más visten estas muñecas, aunque otras muchas regiones
españolas suelen estar representadas.
Cuando
se observan estos trajes se ve el cuidadoso estudio que se ha hecho de los
vestidos originales para adaptarlos a las muñecas. Muchas veces están
fabricados casi enteramente en fieltro, tarea que no es sencilla y requiere de
mucho arte y conocimiento.
Sin duda esta publicación es una
herramienta muy útil que va a ayudar a muchos coleccionistas a identificar las muñecas
de Arte Fusté que tienen en sus casas y no conocen bien, en mi caso he visto que
tengo al menos tres muñecas de diferentes series. Pero no solo es atrayente
para nosotros, también lo es para quien tiene interés en los caricaturistas y
artistas plásticos de la época y en el diseño industrial. En el libro explicas
que Talleres de Arte Fusté innovó haciendo varias patentes ¿quieres contárnoslo?
Muchos
artistas plásticos de los años 20 y 30 estuvieron ligados a la industria del
juguete y por tanto a la fabricación de muñecas. En el caso de la muñequería
esta participación es especialmente notable, pues algunos se lanzaron a la
fabricación de sus propios muñecos o colaboraron con firmas de muñecas ya
establecidas. Las exposiciones de humoristas, promovidas en Madrid por el
crítico de arte José Francés, alentaron
a pintores, dibujantes y escultores a la creación de muñecos humorísticos que
se pusieron de moda e influyeron en las colecciones de los fabricantes de
juguetes. Es sorprendente ver en los catálogos de estas exposiciones cuántos artistas
muy conocidos hicieron muñequería en esos años. T.A.F., hasta la guerra civil,
también tuvo sus colecciones de muñecos humorísticos con una gran variedad de
modelos.
En
cuanto a las patentes, la finalidad del libro es que los coleccionistas puedan
identificar las muñecas que tienen u otras que pudieran adquirir. Las imágenes
de los catálogos son una vía sencilla para conocerlas, pero saber cómo eran los
sistemas de fabricación de las muñecas nos da muchas pistas para no
confundirlas con otras.
En
el caso de T.A.F las patentes y modelos industriales no son muy abundantes,
pero sí interesantes. Una de estas patentes corresponde a un sistema de
fabricación de cabezas y extremidades de fieltro que resulta peculiar. En
principio, es el mismo sistema que utilizaba Lenci o la marca madrileña N.A.T.I;
conocido como “sistema italiano”, pero T.A.F. aporta un componente único a los
elementos químicos utilizados en el aglutinamiento del fieltro y que está más próximo
a la industria de la cosmética que al de la fabricación de muñecas.
Imagino, Carmen, que tus pesquisas
no terminan aquí porque investigar es tirar de muchos hilos de los que salen
otras personas y otras muñecas y que ya tendrás en mente nuevos trabajos. Me gustaría
que nos adelantaras hacia dónde van tus intereses en este campo.
Tengo
en mente algunos “hilos” interesantes de los que tirar para explorar otros
fabricantes, pero la COVID, no lo pone fácil. Investigar requiere desplazarse a
otras ciudades para entrevistas, visitar archivos y bibliotecas donde encontrar
información sobre ellos y por ahora eso no es posible.
Por
el momento estoy organizando mis archivos y continúo haciendo pesquisas a
través de la red sin perder la ilusión y mucho menos la esperanza de que esta
situación cambiará. Cuando esto suceda decidiré por donde seguir. Espero que
sea pronto.
Yo
también deseo que pronto puedas seguir con tus estudios sobre nuestras muñecas
y te agradezco que hayas estado presentando tu trabajo sobre esta marca tan fascinante, T.A.F. en mis juguetes y moñas.
Algunos datos
sobre el libro «Las muñecas de T.A.F.»
Autora:
Carmen López de Lerma Baños
Editorial:
Noosferic Books
Texto: bilingüe español/inglés
Publicación: 02/10/2020
ISBN: 978-84-938619-3-3
Extensión: 88 páginas
Medidas: 16,5 x 24,5 cm
Imágenes: blanco y negro
¿Dónde se puede adquirir?
El libro puede adquirirse en librerías.
Directamente con la editorial en el correo coordinacion@noosferic.com. También en Todo Colección en Ebay y en
Etsy.
En Facebook enviando un mensaje a la
página de Muñecas Florido.
Texto de
promoción para saber un poco más:
Talleres de Arte Fusté (T.A.F.) ocupa un
lugar de primera fila entre las marcas que convirtieron Madrid en capital
española del diseño y la fabricación de muñecas finas durante los años 20 y 30
del siglo XX. A pesar de su aparición relativamente tardía y de la brevedad de
su etapa de esplendor, T.A.F. fue capaz de llevar adelante una gran producción
industrial sin mermar la calidad ni renunciar a la excelencia de lo artesanal.
La firma forjó así un sólido prestigio internacional que, casi un siglo
después, sigue justificando el valor de sus piezas tanto en el mercado del
coleccionismo como en la historia de las artes industriales.
Este libro
revive y documenta por primera vez la historia de T.A.F., sus protagonistas y
su entorno, reproduce gran cantidad de imágenes de sus catálogos de 1934 y 1935
y analiza cuidadosamente los aspectos técnicos, temáticos y estéticos de sus
colecciones.
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Todas las fotografías, excepto
la de la portada del libro, están hechas por su autora. En virtud de la ley de
propiedad intelectual, está prohibido utilizarlas sin su consentimiento.
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