Ya estamos en verano, justo
cambiando de mes y hay quien estará haciendo las maletas para salir de viaje a
la costa. Han pasado muchos meses desde la última vez que vimos el mar ¡qué
ganas de volver!
Pero mira, otros tenían ganas
de llegar a tierra. Son tres marineritos de la casa Norah Wellings que acaban
de atracar en el puerto.
Norah Wellings fue una
fabricante de muñecos ingleses en tela muy exitosa y tendrá entrada propia en
este blog. Aunque diseñó una gran variedad de muñecos, quizá los más recordados
sean estos. Sus sailors siempre
sonríen, son alegres, encantadores y además tienen el atractivo del trabajo
artesanal.
Hechos enteramente en tela, se
mantienen sentados. Son muñecos-mascotas, su función no era tanto ser jugados
como ser exhibidos.
Llevan una etiqueta cosida en
el pie que nos indica que fueron fabricados en England por Norah Wellings. Se hicieron muchas imitaciones que no
llevan esta etiqueta. Otras casas inglesas también los fabricaron pero para mí
los más bonitos son estos.
Mis pequeños marineritos de
22 a 24 cms de altura se vendieron en los cruceros que surcaban los mares y los
océanos. He añadido una imagen de un cartel que hace tres años anunciaba en
Londres una exposición sobre los grandes cruceros transoceánicos. Me llamó
mucho la atención esta publicidad tan interesante ¡que incluía un salvavidas!
Cada uno de los muñecos llevaba
marcado, en la cinta de su gorra, el barco al que pertenecía. De los tres que
tengo solo en uno puedo leer las letras y pone RMS ORBITA y he investigado un
poco. Cómo me gusta aprender a través de los juguetes.
El buque Orbita se construyó en
Belfast, Irlanda del Norte, entre 1913 y 1914 y navegó bajo la bandera de Gran
Bretaña durante décadas. Medía 167 metros de longitud y tenía una capacidad de
896 pasajeros.
Por medio de una postal escrita en 1924 podemos saber cómo era esta embarcación que con una velocidad de 28 kms/h tardaba más de 8 días en recorrer la distancia entre Inglaterra y América, su trayecto habitual, aunque también llevó tropas en las dos guerras mundiales. El Orbita se ganó su retiro en 1950 tras haber trasladado a emigrantes ingleses que dejaban su país para empezar una nueva vida en Australia y Nueva Zelanda y lo mismo hizo con emigrantes caribeños que se mudaron a Londres y otras ciudades inglesas.
Se me olvidaba decir que los marineritos de tela los podían adquirir no solo los turistas sino también los soldados y emigrantes que viajaban en cada uno de los barcos como recuerdo de ese momento. Eran souvenirs que se han conservado bastante bien pese a su antigüedad.
Tan populares se hicieron que hasta
los he encontrado en este antiguo bote de talco. Una niñita lleva a su muñequito
y aunque va arrastrado mantiene la sonrisa.
Disfrutando de las vistas se
quedan los tres muchachos. Ahí los dejo de momento.