La variedad de muñecas con las
que te encuentras conforme avanzas en el coleccionismo no es grande, es enorme.
Empiezas con las de tu infancia, las más cercanas a ti, para ir conociendo otros fabricantes,
materiales, épocas, nacionalidades, usos …
Al visitar el Museo de la
Muñeca de París hace unos años muchas moñetas
me sorprendieron. Para empezar porque mi conocimiento de la poupée francesa era
escaso y para seguir porque allí había
una colección muy rica en cuanto a número, diversidad, calidad y belleza. Una de las vitrinas que me llamó más la atención fue la de Urika, marca que ni había oído nombrar. Si te
pasa lo mismo, te invito a seguir leyendo y te cuento algunas cosas sobre ella.
Lucy Ulrych era una artista
húngara que en el 1947 fundó la empresa Urika junto a su marido Adam, crearon
muñecas de arte en tela cuyo cuerpo era
una estructura de metal que permitía ponerlas en diferentes posiciones sin necesidad de soporte. Las
cabezas eran de rhodoid, las manos de celuloide y representaban distintas
etnias.
Pronto comenzaron a hacer otros
modelos que se distinguían por tener los ojos muy grandes y expresivos. Una
bailarina, una pareja mejicana, unos nativos norteamericanos, otros personajes
de la India o una Caperucita fueron algunos de sus modelos más conocidos.
Dos de sus muñecas más exitosas fueron la pareja Bambouli
y Bamboula, que es el nombre de mi muñeca negrita; tienen los ojos muy expresivos y los labios grandes y de un color rojo muy vistoso. Las manos son del mismo material que la
cabeza, rhodoid. El pelo leo que era sintético pero el de la mía tiene toda la apariencia de ser
natural. Lleva los lóbulos perforadas con un solo pendiente y el cuerpo es de
látex, muy flexible. Su falda y calzado de bailarina es original aunque se
vendió también con otros vestidos y en diversos tamaños.
(La tercera fotografía es de Theriaults y podemos ver dos tamaños).
Las moñas que estoy citando eran decorativas, para el público adulto, pero la señora Ulrych diseñó otras
completamente en rhodoid y con ojos
durmientes para que los niños jugaran con ellas, como esta linda Cape.
Finalmente la empresa cerró en
1957 habiendo tenido una vida corta de solo diez años, pero dejando una estela
de alta calidad y multiculturalidad dentro del mundo del juguete francés.
Parte de la información de esta
entrada procede del libro Baby Boom,
Poupées Francaises 1946-1959.
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Si quieres conocer el Musée de la Poupée de Paris, pincha aquí http://misjuguetesymognas.blogspot.com/2017/09/el-museo-de-la-muneca-de-paris-cierra.html
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Si deseas saber más sobre
los catálogos editados por este museo, pincha
http://misjuguetesymognas.blogspot.com/2018/02/mas-feliz-que-una-perdiz-con-mi-nuevo.html
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