31 de enero de 2021

Juguetes en una cápsula del tiempo

 

Hace justo un año participé en una actividad a la que le tenía muchas ganas, una cápsula del tiempo. Por si alguien no sabe de qué se trata lo explico. Consiste en enterrar una caja con cartas y objetos de nuestra época para que sean abiertos en el futuro: un viaje a través de los días, las semanas, los meses … hasta llegar a un siglo.


Pertenezco a una asociación cultural y celebrábamos nuestro treinta aniversario, para ello ideamos todo tipo de actos y entre mis propuestas estuvo la de hacer una cápsula. Siempre había tenido la ilusión de participar en un proyecto así pero hasta entonces no había sido posible. Mi idea gustó y nos pusimos manos a la obra buscando el emplazamiento, el tipo de caja más adecuado y sobre todo pensando qué pondríamos dentro.  No sería algo exclusivo de nuestra asociación sino que ampliaríamos la invitación a otros colectivos, al ayuntamiento y a personas a título individual de nuestro pueblo. Todo el que quiso pudo enviar su mensaje.


Puedo hablar de los textos que escribieron miembros de mi familia y amigos porque me los dejaron leer. En ellos se contaban aspectos de nuestra forma de vida en enero de 2020, nuestras preocupaciones de todo tipo y la esperanza puesta en que el futuro fuera mejor que el presente en muchos aspectos. Las cartas de los niños eran especialmente bonitas, cargadas de inocencia, de pensamientos maravillosos y de optimismo. “¿Se pueden enamorar los robots?” se preguntaba una niña. ¿Habéis aprendido a curar todas las enfermedades?” era la pregunta de otra.


Llegado el momento, no os podéis imaginar la variedad de objetos que se introdujeron en la caja metálica estanca que dejamos bajo tierra con la intención de mantenerlos preservados. Había cartas en diferentes idiomas, dibujos, partituras e instrumentos de música, libros, monedas, objetos de cerámica, fotografías, banderas, revistas locales, camisetas, pequeños juguetes y muchas cosas más.

¿Y qué puse yo? Pues os diré que al principio no sabía qué introducir, no me decidía, hasta que una amiga me dijo “seguro que tú metes algún juguete en la cápsula”  y empecé a pensar. Tenían que ser objetos que significaran algo para mí pero no podían estar hechos de cualquier material. Nos habían recomendado no introducir elementos de plástico ni de ciertos componentes por la degradación que pueden sufrir a lo largo de los cien años que esperamos permanezcan encapsulados y yo quería que mis juguetes resistieran este largo viaje.


Finalmente elegí tres pequeños objetos: un muñeco cerámico porque es algo atemporal que ha estado presente en la vida cotidiana desde las primeras civilizaciones y porque refleja mi interés por el mundo del juguete; una cucharita infantil metálica que enlaza con los niños de mi familia que son el futuro; y por último una taba porque también ha sido un entretenimiento desde la antigüedad y porque me une con mi pasado, con mis abuelos. Adjunté una copia de la nota que mi yaya me escribió acerca de este juego de su infancia (quizá recordéis que lo conté en otra entrada, la podéis volver a leer AQUÍ ) Y por puesto también escribí mi carta al futuro, asomándome con cierto vértigo a las personas que la abrirán en enero de 2120 ¿Quiénes serán? Ufffff.


Aunque he de ser sincera. Resulta que me ocupé de fotografiar y envolver en un papel especial los objetos que entre unos y otros íbamos a depositar en la cápsula ¡y se me olvidó hacer una fotografía de los míos! ¿os lo podéis creer? Ayyy, qué desastre. Así que las imágenes que veis no son exactamente lo que yo enterré. El muñequito era igual pero con otra ropa, es una reproducción china de un muñeco antiguo que salió en un coleccionable. La cucharita era muy parecida y la taba era otra similar. Debería haber introducido también unas canicas de cristal y algún juguete actual, quizá tenga ocasión de participar en otra experiencia como esta y entonces lo haré.


Reflexionando sobre todo esto y mirando las fotografías que tomé ese día de principios de enero de 2020, cuando dejamos nuestra cápsula del tiempo bajo tierra, veo que no teníamos la menor idea de lo que se nos vendría encima solo unas semanas después, por eso los pensamientos que dejamos por escrito reflejaban una forma de vida bastante diferente a la que tenemos ahora mismo. Aunque mientras escribo esta entrada veo a los pequeños de mi familia jugar al Monopoly y pienso que, pese a todo, la infancia sigue siendo la misma. Espero que esto nunca cambie.

 

 

24 de enero de 2021

Panchito de Nemrod y su prima de América

 

Panchito es un viejo conocido que ha salido en este blog anteriormente y que ahora viene acompañado, se trae a su prima americana con quien guarda un gran parecido. Estoy hablando de la pequeña Amosandra, una bebé preciosa que encontré por la red. Os la enseño y os cuento su interesante historia que empieza en una radio estadounidense en 1928.



Resulta que dos actores llamados Freeman Gosden  en el papel de AMOS y Charles Correll en el de ANDY emitían un programa radiofónico llamado Amos and Andy Show que partía de los guiones que ellos mismos escribían. Situaban la acción en Harlem, el histórico barrio de la cultura afroamericana en Nueva York. A lo largo de los programas conocíamos la vida de los dos amigos protagonistas, sus familias, sus vecinos, sus compañeros de trabajo: su día a día. Ambos actores eran blancos pero los personajes que interpretaban eran negros.



En 1949, en medio de la trama, Amos y su esposa Ruby anunciaron en antena que estaban esperando su tercer hijo. Tras esta ficción se escondía una campaña de marketing que aprovechando la gran popularidad del programa iba a lanzar una muñeca al mercado. Pasaron los preceptivos nueve meses y la pequeña Amosandra vino al mundo para delicia de sus padres y de Andy o Andra que ejerció de orgulloso padrino.



Detrás del pequeño personaje de goma que lloraba, bebía y hacía pis estaba la empresa Sun Rubber Company of Barberton, Ohio, creadora (bajo el diseño de la escritora e ilustradora infantil Ruth Newton) de la bebé que fue presentada en una feria del juguete, 1949. Se cuenta que el director ejecutivo de la compañía había ido anteriormente a Harlem con un fotógrafo buscando los rasgos y el color de piel más parecidos a un recién nacido afroamericano.



La radio-novela se convirtió en un programa televisivo en 1951, esta vez con actores de color como correspondía y siguió en antena hasta 1966, fue un programa muy longevo y gozó de mucho éxito.

Por su parte la bebita Amosandra tuvo una buena acogida. Se vendía en dos presentaciones diferentes, las más lujosas en una caja estuche con ventana y varios accesorios relativos al cuidado de una pequeñina y hasta con un certificado de nacimiento. Costaban 2.98 dólares.



Otras se vendían a 1.98 dólares en una caja más sencilla, sin ventana ni ningún otro elemento excepto el pañal.



También hubo una versión blanca de esta muñeca que tuvo por nombre So-wee que se traduce por “tan pequeña”.

Ya habréis ido viendo que el parecido de Amosandra con Panchito de Nemrod es más que casual. El nacimiento del segundo fue poco después, no sé con exactitud la fecha pero en 1953 ya se anunciaba presentándose en un estuche con accesorios que era calcadito al norteamericano. Quizá también se vendió solo. En cualquier caso me pregunto si fue una copia o Nemrod pagó la licencia a Sun Rubber Co para fabricarlo y venderlo aquí. No lo sé y desde luego no fue éste el único muñeco que la barcelonesa Nemrod hizo a imagen y semejanza de otros, de eso hablaré en la cuarta entrega de esta serie Nemrod que tengo en estudio.



Para terminar os diré que otros muñecos como Miquelín y Paqui de la misma casa también dispusieron de estuches tan bonitos y completos con sus cositas de aseo haciendo las delicias de las niñas. Me imagino a las pequeñas con la nariz pegada al escaparate de una juguetería anhelando tener uno de esos bebés. Esa es la inocencia del juguete, que nos permite soñar.



 

·        Si deseas saber algo más de Panchito y conocer a otros muñecos de la misma casa pincha en este PUNTO 

 

·        ¿Quieres comentarme algo? estaré encantada de leerte, puedes hacerlo abajo. Aclaraciones, aportaciones y preguntas son bienvenidas.

 

·        La fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉

 

·        El resto de las imágenes son de E-bay, Todo Colección,  Getty Images,  Angelfire y Black doll collection, un blog muy interesante sobre muñecas de color.

 

 

 

 

13 de enero de 2021

Días de nieve, patines, cine y arte

 

Las cosas nunca son por casualidad. Tenía reservadas un par de muñecas inglesas que quería sacar en el blog en algún momento de este invierno y de repente llega Filomena con su gran nevada y me da la oportunidad perfecta para hacerlo.



Ya sabéis que estos días han proliferado las imágenes de personas jugando con la nieve, unos tirándose bolazos, otros haciendo muñecos e iglús, niños bajando cuestas en trineos, algunos aprovechando a pasear con esquíes y raquetas por ciudades y pueblos e incluso hemos visto trineos tirados por perros ¡en el centro de Madrid! Bueno, pues mis muñecas no iban a ser menos y han posado sobre el manto blanco, menudas son ellas para perderse esta ocasión.



La pequeña rubia es de la marca inglesa Linda, mide 18 cms y no tiene nombre propio. Se fabricó en Hong Kong en los años 50 y es una moña fácilmente reconocible por el aspecto brillante de su piel y también por sus ojos hundidos. Creo que su ropita se tejió en casa y se hizo con un punto muy pequeño. Tuvo que hacerlo alguien hábil en el manejo de las agujas, siempre me admira esa facilidad para las labores que tienen algunas mujeres.



El peinado con ondas que luce ¿no os recuerda al de las grandes actrices de los años 30? Volveré más tarde al mundo del cine porque resulta que hay una conexión entre mis muñecas y el viejo Hollywood.


La segunda moña es más alta y lleva un conjunto muy parecido, está claro que el frío les pilló desprevenidas y no disponen de patines de hielo, solo la pequeña los tiene de ruedas.



Quienes sí tienen son estos adorables conejitos que se divierten sobre  un lago helado, forman parte de un puzle inglés que mostré hace un tiempo ¿Te apetece volver a verlo? pincha AQUÍ


Cambiamos de clima en busca del sol y nos vamos a la meca del cine en California porque, como me pasa a menudo, buscando información sobre mis muñecas he llegado a otro sitio. Me llamaba la atención tener dos moñas vestidas de patinadoras y encontrar algunas más en la red así que he investigado un poco.


Mirad esta muñeca de Madame Alexander, lleva una etiqueta con la fotografía y el nombre de Sonja Henie, deportista y actriz noruega (1912-1969).



Sonja fue educada desde muy pequeña para triunfar: ganó tres medallas olímpicas en patinaje sobre hielo, fue diez veces campeona del mundo y en seis ocasiones fue campeona de Europa en la misma disciplina ¡vaya currículum deportivo!


Al parecer, fue la primera patinadora en lucir falda y popularizó este tipo de vestimenta que después se reprodujo en muchas muñequitas, casi siempre en rojo y blanco.


Aprovechando la fama que se había creado en torno a ella se trasladó a E.E.U.U. para ser actriz en varias películas donde hacía de sí misma o interpretaba otros papeles.



Además del patinaje y de la interpretación tenía otras aficiones. Coleccionó arte moderno junto a su último marido, esta colección fue el germen de la creación de  un museo.


¿Qué os parece? Hemos empezado con la nieve para acabar en el arte. Desde luego hay mucho que descubrir en torno a las muñecas. Y como dice Ilona, otra coleccionista, resulta que hay una moña para cada cosa.

Nos vemos en unos día, ojo con el hielo.

 

·        La fotografía de los patines de hielo la tomé en un mercadillo en Londres y la revista de 1937 del inicio también es inglesa.

 

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·        Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉

 

·        El resto de las imágenes son de Wikipedia y Theriaults.

 

 

5 de enero de 2021

¿Ya llegan los Reyes Magos?

 

Los muñecos no paran de preguntar si han llegado. ¿Quién? Pues sus majestades los Reyes Magos de Oriente, claro. Y encima me acabo de encontrar a Mariquita, a Boy y a Angela asomados a la puerta del comedor, tratando de colarse para ver si ya hay regalos dentro de sus zapatitos bajo el árbol. Que no, que todavía no es la hora.


Tenéis que ser pacientes, niños. ¿Por qué no vais a calentaros un poquito ante el fuego del hogar? La noche es gélida, no sé cómo se las arreglarán Melchor, Gaspar y Baltasar para llegar a todos los pueblos y ciudades.

 



Angela les ha dedicado su oración de esta noche para que no pasen mucho frío y los camellos puedan moverse con normalidad por todas partes. Es que está nevando en muchos lugares y además hay toque de queda, menos mal que ellos tienen salvoconducto de las autoridades para desplazarse sin problemas.

 


De todo eso hablan los tres muñecos ante las casitas que este año fueron nuestro calendario de Adviento. ¿No es un pueblecito mágico? A los pequeños les gusta jugar con las casitas, las piñas y las lucecitas. Aunque para magia, la que tiene esta noche tan especial y querida.

 



Uy, qué tarde se ha hecho, es hora de ir a la cama, no sin antes preparar la cena para sus majestades y los pajes: turrón de guirlache casero además de naranjas y mandarinas, sus frutas favoritas.

 


Acostarse pronto es uno de los requisitos para que sus realezas visiten nuestra casa pero no sé si estos niños van a poder conciliar el sueño, al menos Angela, que tiene los ojos abiertos como platos. A ver si escuchando unos cuentos consigue dormir.




Por cierto ¿habéis escrito vuestra carta? En la mía de este año solo he pedido salud.

Os deseo una feliz noche de Reyes a todos.

 

·        Si te gusta el muñequito que llamo Boy de la marca inglesa BND London, pinchando AQUÍ  sabrás más sobre él.

 

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·       Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉