31 de octubre de 2018
Un pequeño que se va a dormir
11 de octubre de 2018
"El Gordo" un juego de bolos de Denia
Siguiendo con mis juguetes de madera hoy quiero hablar de Oliver Hardy “el Gordo”, un actor cómico que junto con su compañero Stan Laurel “el Flaco” formó una de las parejas de mayor éxito en el cine en la primera mitad del siglo XX. Tan conocidos eran que la empresa MONLLOR LINARES de Denia los reprodujo en algunos de sus juguetes.
Pero antes, historia y datos. El
señor José Monllor Linares abrió su empresa en 1924 siendo uno de los primeros
fabricantes de juguetes de madera de Denia. Hasta 1954 que estuvo en funcionamiento se
distinguió por: la gran calidad de sus juguetes tanto en la talla y el torneado de la madera como en la pintura con acabados perfectos; el elevado número de
referencias con que contaba su catálogo,
llegando a ser de 1.200 diferentes en 1948 (con precios que iban de las 2
pesetas que costaba una pala a los 230 de un triciclo); el considerable número
de trabajadores, más de cien en algunas ocasiones; la variedad de su producción
(juguetes de playa, patinetes, carros, arrastres, triciclos, barcos, billares,
pupitres, cocinas, tragabolas, muebles y muchos otros) y el hecho de conseguir
concesiones para la reproducción en madera de personajes muy conocidos en la
época, entre ellos los de Walt Disney pero también de otros.
Así nos encontramos con que “el Gordo y
el Flaco” que estaban muy de moda en los años 30 fueron llevados al mundo del
juguete en diferentes formas. Una de ellas es esta figura datada hacia 1935 que
aunque no lo parezca es un juego de bolos… bueno, un juego de bolos al que le
faltan precisamente los bolos. Los vemos en “el Flaco” que está en el Museo de
Denia. Observad que lo que serían los pantalones son unos bolos cónicos que
tenían un agujero en la parte inferior trasera para quedar sujetos al círculo
que hay sobre los zapatos del personaje. Pero entre ese círculo y el calzado
hay unas bolas que eran con las que se tiraban los bolos. Ingenioso y bonito
¿verdad?
Al servicio de Correos también le debió gustar este juguete porque formó parte de un carnet de sellos que representaban antiguos juguetes españoles, pongo tanto la tarjeta con el sello (arriba) como la portada de dicho carnet.
Debía ser muy fácil que se perdieran
los bolitos porque también en el museo de Denia hay un Gordo e igualmente
carece de ellos (tampoco tiene bolas ni zapatos). Es marrón, no azul como el
mío y observo algunas diferencias en él, principalmente en los rasgos pintados
de la cara. En cualquier caso, con bolos o sin ellos es un juguete precioso,
muy bien hecho y escaso.
Como me gusta dar información adicional añado otro juguete de madera de esta pareja de cómicos montados en un coche y un sacapuntas con la cabeza del Flaco al que se le quita el sombrero. No sé si también salieron del taller de Monllor y Linares, pienso que sí pero no tengo la certeza.
En metal he encontrado esta silla de hojalata de Picó y Cía donde Laurel y Hardy aparecen tocando instrumentos musicales.
Termino con otra silla, esta vez de madera, atribuída a Monllor Linares: dedicada a Popeye tiene ese aire tan decó en su decoración que
casi parece pop. Y con dos representaciones de la marca, la segunda es de una
factura y observamos a varios personajes de Disney en ella (la concesión la
obtuvieron en 1947) y la primera es más sencilla.
Algunos de los datos que he incluido en
esta entrada están en la ficha del fabricante de este libro sobre el juguete de Denia, imprescindible
para los amantes de esta industria.
Si te gusta el juguete de Denia te puede interesar este enlace http://misjuguetesymognas.blogspot.com/2018/03/denia-un-museo-y-una-asociacion-de.html
Si quieres ver más juguetes de este fabricante, mira aquí http://misjuguetesymognas.blogspot.com/2018/06/juego-de-bolas-de-la-caperucita-roja.html
·
Todas las
fotografías con el nombre de mi blog son de mi propiedad y no pueden ser
reproducidas sin mi consentimiento expreso.
·
El resto de
las imágenes pertenecen al portal TodoColección y la del carnet de los sellos a la página de Correos.
5 de octubre de 2018
Juguetes en el Museo Romano de Nimes
¿A qué han jugado los niños a lo largo de la historia? Gracias al trabajo de los historiadores, arqueólogos, restauradores, científicos y otros profesionales cada vez sabemos más de nuestro pasado e incluso del mundo del juguete podemos encontrar cierta información. Escribo sobre esto porque cuando visitaba el Museo Romano de Nimes (Francia), “Musée de la Romanité” me encontré con una pequeña muestra dedicada al mundo infantil y fue una sorpresa agradable poderme acercar a los orígenes de la historia del juguete.
Dentro del moderno edificio donde se
exponen unas cinco mil piezas - de un fondo que alcanza las veinticinco mil - y
que van desde la Edad de Hierro hasta el final de la Edad Media, pero cuyo
punto fuerte es el período romano, hay una zona con pequeñas vitrinas que
albergan objetos relacionados con los niños y también con los juegos de los
adultos, osea, infancia y ocio. A través de los textos leemos sobre la
dificultad que a veces tienen los estudiosos para determinar si algo era
realmente un juguete o bien se ideó con otro fin, quizá para uso cotidiano o simbólico.
Muchas de las piezas han aparecido en tumbas de niños y nos demuestran el
interés de sus padres en que los juguetes de sus hijos les acompañaran en la
otra vida; otras proceden de contextos religiosos. Todos los elementos han sido
encontrados en yacimientos arqueológicos de la propia ciudad de Nimes o en los
alrededores.
Teniendo en cuenta que todo lo expuesto tiene una antigüedad de unos dos mil años, los materiales que vemos son los que por sus características han podido conservarse durante todo este tiempo: diferentes tipos de piedra, mármol, barro cocido, vidrio, hueso y diversos metales en forma de tabas, cazuelitas, silbatos, dados y fichas, biberones, caballitos, jabalíes, pajaritos, campanitas, amuletos, plumas y un tintero. Pudo haber otros juguetes en madera, fibras vegetales, textiles, cuero, etc pero no han llegado a nosotros debido a su degradación.
Además se exponen esculturas o fragmentos de ellas representando a niños que completan esta sección tan interesante del museo romano.
Algo que resulta muy útil para tratar de acercarnos a los habitantes de la Nimes romana es la posibilidad de participar de manera virtual en sus juegos. La explicación y las instucciones están disponibles en castellano, así que podemos echar una partida de tabas o probar con otro juego desconocido para nosotros. Los medios modernos nos acercan a la diversión del pasado.
Por supuesto Cuca no se quiso perder ni
la visita al museo ni al anfiteatro romano que está al lado porque vale la pena
conocer esta ciudad que está considerada “la
Roma francesa”.
Esta es la página web del museo por si
queréis conocerlo mejor, está disponible en francés y en inglés.
https://museedelaromanite.fr/en/
*Todas
las fotografías son de mi propiedad.
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