30 de mayo de 2019

El Museo de Juguetes de Albarracín, Teruel


¿Conocéis Albarracín? Está en la provincia de Teruel y es uno de los pueblos más bonitos de nuestro país. Posee un patrimonio arquitectónico bellísimo que sus vecinos han sabido cuidar y potenciar. Para quienes amamos el arte es un destino imprescindible donde pasar unos días disfrutando también del paisaje y empapándonos de historia, pero si además os gustan los juguetes antiguos hay un museo que tenéis que conocer.



Eustaquio Castellano y su esposa están detrás de la fundación de tipo familiar que creó el Museo de Juguetes en 1997 después de que Taqui, como le llaman sus amigos, llevara años coleccionándolos. Se ubica en el arrabal de la población,  no lejos del centro y ocupa dos antiguas viviendas que fueron parcialmente modificadas para albergar una parte de la  gran colección que tiene, lo que  nos da una buena  idea de la variada industria del juguete que hemos tenido y que Eustaquio conoce muy bien, no en vano trabajó en el sector durante muchos años y tuvo relación personal con muchos fabricantes.



Las casas están unidas y se componen de tres plantas. Abajo, al entrar, encontramos un maravilloso cartel de cristal policromado con el dibujo de una niña, un reclamo publicitario que colgó de una tienda hace quién sabe cuánto tiempo. Al lado está la recepción y la tienda y detrás una sala donde se exponen juguetes y muñecas de los años 60 y 70 en una especie de “Cuéntame a qué jugaste en tu infancia”. Las conversaciones que se escuchan son del tipo “ohh, mira, esta muñeca la tuve, cuánto la quería”,  “es el camioncito que tenía mi hermano”, “siempre quise tener este maletín de la Nancy” o “estos Madelman me encantaban, todavía los conservo”.  



Subimos por las antiguas escaleras de la casa que mantiene en muchos aspectos la distribución y algunos elementos originales, lo veremos bien  en los suelos de baldosa hidráulica y en la cocina donde las muñecas y los juguetes se han adaptado a los espacios que ya existían. Una pequeña aula nos lleva a los tiempos de la escuela, tan diferente a la actual. Pupitres, maletines y cabás, libros de texto, rompecabezas con la geografía mundial, mapas, pinturas  y un pequeño colegio donde la monja se encarga de educar a las alumnas.









Muy cerca están los mueblecitos con sus pequeños ocupantes de terracota y celuloide, duermen en las cunitas y en las camas y se sientan a la mesa a la hora de comer con sus vajillitas bien dispuestas. Más tarde saldrán a pasear en los carritos rodeados de juguetes de todo tipo.











Cada elemento de este museo tiene su historia y Eustaquio me contó la del despacho de madera en miniatura. Su anterior propietaria lo llamaba “el despacho de Gardel”.  Él se preguntaba ¿sería el nombre del anterior  dueño del juguete?


La respuesta la tenemos en la diminuta fotografía enmarcada del cantante que hay sobre el aparador, junto al teléfono. 



Pudo ser el ídolo del constructor de estos muebles que reproducen fielmente un estudio de la época.




Llegamos a la cocina, un espacio que me gusta mucho. Se conserva la antigua chimenea  y las moñas se han hecho dueñas de esta habitación. Mientras la madre y la abuela preparan la comida, los niños de la casa juegan en el suelo en una escena que refleja muy bien la realidad de muchos otros hogares de antaño. Cazuelas, cocinitas, vajillas y juguetes tradicionalmente asociados a las niñas se mezclan en un ambiente encantador.





En lo alto, una muñeca se hace cargo de la colada y de la plancha, ¡cuánto trabajo dan estos moñacos!



La tercera planta nos sorprende por la gran cantidad y variedad de juguetes que contiene. Desde marionetas y títeres junto a los teatrillos de cartón, tan bonitos, a juguetes de tipo militar (soldaditos desfilando, barcos de guerra, armas, moldes para crear un ejército), máquinas de cine, juegos de construcción, carretillos,  trenes, triciclos, motos, bicicletas, caballitos, juguetes de playa y de calle con sus colores vivos, peonzas, juegos de mesa, de habilidad y arrastres para llegar a los míticos Flecha de Oro y de Plata de Rico. 

































Un aspecto importante de la Fundación Eustaquio Castellano es que organiza cada año las "Jornadas de Ludotecas, Juegos y Juguetes" a las que acuden expertos en diferentes disciplinas relacionadas con el mundo del juego. Después se publica un libro con todas las ponencias que es un buen documento de consulta. Y un detalle que me gusta especialmente es que un carrito del museo fue elegido por Correos para hacer un sello de un carnet dedicado a estos objetos tan queridos.




Si Eustaquio está en el museo es muy posible que os acompañe durante parte de la visita, regalándoos sus conocimientos y su simpatía. Tuve la suerte de conocer al matrimonio hace ya unos años y he vuelto a Albarracín muchas veces, siempre con la visita al arrabal incluida en mi itinerario para saborear el encanto de los juguetes antiguos y poder hablar un ratito con ellos.


Os dejo el enlace al museo pero os invito a conocerlo personalmente. No olvidéis llamar antes de ir para asegurar que está abierto:


http://www.museodejuguetes.com/


* Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mi. En virtud de la ley de propiedad intelectual, está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉

  

22 de mayo de 2019

Cinco años y una entrevista


Hoy hace cinco años que empecé este blog. Llevaba mucho tiempo deseando tenerlo aunque no encontraba el momento de empezar, hacía poco que nos habíamos mudado a vivir a otro país, mis muñecas se habían quedado en España y solo tenía algunas fotografías… pero las ganas me podían y me puse a ello. Al principio todo fue muyyyy lento, apenas publiqué nada hasta que le fui cogiendo la marcha y ya pude acceder a mi colección, que iba incrementándose.


Ha pasado un lustro y mi cabeza está llena de entradas que deseo escribir y compartir con vosotros, de cuentos que quiero preparar con mis muñecas, de museos que he visitado y me gustaría mostraros, de colecciones de amigos que merecen ser vistas, de investigaciones de muñecas y fabricantes que llevo en marcha, en fin, que tengo ideas a montones pero el tiempo es el que es. Todo se andará.  Sumemos a esto lo mucho que me gusta ver otros blogs, conoceros, disfrutar con vuestras colecciones y aprender.

Tras este “momento reflexión”  paso a colgar la entrevista que me ha hecho Ilona en su estupendo blog “ilonamiguarida” dentro de su serie de encuentros con otros coleccionistas. Ha sido causalidad que coincidiera con mi quinto cumpleaños, algo que me encanta. Os invito a daros una vuelta por su guarida, siempre hay algo interesante que ver y que leer porque Ilona escribe con sensibilidad, valor que aprecio mucho.


Gracias a ella y a todos por estar aquí.

* La ilustración de Pauli Ebner es de los años 30 y está tomada del portal TodoColección.

19 de mayo de 2019

Taquita y Taquito, dos hermanos de Creaciones Ródez


Cuando empecé a coleccionar juguetes no tenía ni idea del gran número de marcas con las que me iba a encontrar. Al ir adquiriendo muñecas surgía la curiosidad de saber cuándo se habían hecho, quién las había fabricado, dónde.  A veces era fácil dar con esos datos, otras no lo conseguía. Con la muñeca que os presento hoy, que aparece junto a su hermano pequeño, pasaron varios años hasta conocer que su nombre era Taquita y había sido fabricada por Creaciones Ródez de Madrid.




Taquita es una bebita hermosa que me llamó la atención por sus ojos tan pequeños y su cabello fino, tupido e imposible de domar. Es de goma tipo tacto humano o de carne, un material  pesado que tuvo bastante éxito entre las niñas por su buena calidad y por tener cierta similitud con la piel de los recién nacidos, pero que fue utilizado por pocas empresas, imagino que sería caro producirlo. Mide 38 cms y aparece en posición sentada. Lleva llorón tipo pito en la zona del pañal  que suena al apretar el cuerpo, pero he visto otra Taquita que lo tiene en la espalda.  Los lóbulos están perforados, así sabemos que es una niña aunque los pendientes se los puse yo porque vino sin ellos y desnuda. El pelo, como he dicho, es muy difícil de peinar (sí, lo sé, tampoco yo tengo mucho estilo con el cepillo, ja ja) y su longitud también nos invita a pensar que se trata de una chica. Otras Taquitas que he visto llevan un pirri con un lacito. La caja en la que se vendía me parece una delicia, qué dibujos tan dulces. Me pregunto quién los hizo.





Mirando por la red he visto que Taquita se vendía dentro un arrullo rosa, con una camisita de tirantes y pañal. Fijaos en esta que mide 55 cms y pesa 2 kgs ¡menudo bebé!




La posición de los dedos de las manos es una de las diferencias que encontramos con su hermano, que en otros aspectos es prácticamente igual a ella. Taquita las mantiene abiertas y también los brazos están en una posición más abierta. Por el contrario Taquito cierra casi todos los dedos y es unos centímetros menor que su hermana, mide 35.  Su pelo es más corto y lacio y sus ojos no parecen ser tan diminutos. Algunos tenían pito como su hermana y otros llevaban un llorón o sonoro a la espalda.




Ambos se hicieron en diferentes medidas, he encontrado estas: 35 cms, 38, 49 y 55, pero estos datos hay que cogerlos con pinzas hasta tener ejemplos de todos ellos bien medidos, he observado que muchas veces las mediciones las hacemos erróneamente, especialmente cuando se trata de muñecos sentados. Un Taquito de 49 cms está a la venta cuando escribo esta entrada, es oscuro porque la goma-caucho se ha degradado ya que a veces este material tiene mal envejecimiento, sin embargo mis dos muñecos conservan el color perfecto. Lo llamo Taquito por su pelo corto pero fijaros en la posición de las manos, abiertas como las de su hermana. 

He podido ver en diferentes muñecos que el tono del pelo variaba entre distintos rubios y castaños.




Es el cabello, seguramente, el aspecto que más  los distingue del resto de las moñas, ya que se trata de cabello humano implantado, una novedad que al parecer introdujo Ródez en nuestra industria muñequera nacional. La patente de esta invención es de 1961, pero según han explicado coleccionistas que tienen a los hermanos desde que eran niñas, ambos son de 1956. Otro aspecto pendiente de  aclarar.


Lo mismo que su hermanita mayor, Taquito se vendió con un arrullo, en este caso azul siguiendo el tradicional modelo de rosa para las chicas, azul para los chicos, y con la consabida camisa y el pañal. La ropa que lleva el mío no es la original.


Otros muñecos de Creaciones Ródez iban marcados con su nombre a la espalda o bien con el de la empresa,  incluso algunos llevaban una etiqueta identificativa colgada de su muñeca, pero esta pareja no va marcada, de ahí mi dificultad inicial para bautizarlos. Por cierto, veo que varios Taquitos están a la venta con el nombre erróneo de Carlitos, otra creación de Ródez.


Para acabarlo de liar hay otros hermanos que son bastante parecidos a la pareja Taquito / Taquita y se confunden a veces: Dulcito y Dulcita de Gama que también fueron vendidos con arrullos rosado y azulado y parecida ropa.




Como veis, la casa madrileña Creaciones Ródez es muy interesante y ha sido poco estudiada, así que estoy preparando una entrada dedicada a ella. En breve la tendréis por aquí. Mientras tanto dejemos a los hermanitos preparándose para el baño con los objetos de la canastilla.



* Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mi salvo que se indique lo contrario. En virtud de la ley de propiedad intelectual, está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉


* Tres imágenes son del portal de ventas TodoColección. 


* Si te interesan los muñecos de goma-caucho mira estas entradas:  







    


5 de mayo de 2019

Amas de cría en el Día de la Madre


El oficio de ama de cría o nodriza está en desuso hoy en día pero en el pasado fue común, especialmente entre las clases privilegiadas que contrataban a otra mujer para que diera de amamantar a sus hijos, bien porque no la madre no tenía leche suficiente o porque había dado a luz a más de un bebé y no podía alimentar a todos, o quizá estaba enferma o deseaba dedicar su tiempo a otra cosa.  Con la aparición de las leches preparadas y el cambio de los tiempos, esta actividad desapareció.


El mundo del juguete reflejó esta situación y las niñas querían tener su propia ama para ayudarles con la crianza de sus muñecos. Las pequeñas mamás disponían así de un par de brazos extras para hacerse cargo de la prole y poder dar biberones a cuatro manos.

Tengo dos moñas de estas características que son las protagonistas de la entrada de hoy. La primera es una Linda Pirula negrita ataviada con  uniforme. Llevaba un pañuelo sobre el cabello como podemos ver en algunas otras Pirulas cuyas fotografías pongo. El bebé no es el original.


Es un traje que la casa Muñecas El Alba repitió, con variaciones, tanto en distintos modelos de Pirulas como en Rosalindas, algunas con cuerpo normal y otras con cuerpo en forma de cono o caramelera.








En la mayor parte de los casos son muñeca negritas - aunque hay bastantes blancas -  que parecen seguir el estereotipo de sirvienta que hizo popular la actriz Hattie McDaniel en la película “Lo que el viento se llevó”. Su papel de Mammy, la criada,  le llevó a conseguir el Oscar a la mejor actriz de reparto y le supuso el honor de ser la primera actriz de color en ganar tal galardón, que ya era hora. Su popularidad fue enorme y posiblemente esta sea una de las razones de que se hicieran aquí muchas muñecas negras, hecho que llama la atención porque la población española en aquella época era eminentemente blanca. La influencia del cine llegaba otra vez al mundo infantil y anticipaba una sociedad más plural e igualitaria como la que tenemos hoy.





Las Lindas Pirulas se hicieron en tal variedad de modelos que tengo pendiente hablar de ellas, se merecen una entrada bonita. De momento os dejo algunos ejemplos encontrados en TC.








La segunda ama de cría o quizá criada es de Layna y como veis, su vestimenta es muy parecida a la negrita, pero más detallada. Puntillas en puños, cuello y hasta en los pololos, tocado sobre el moño y medias.


Me gusta el detalle de los botones en los zapatos.


Estaba sucísima y mi tía Tere la descosió para lavarla y arreglarla, esto me ofreció la oportunidad de ver cómo está construida: estructura metálica, cuerpo de tela relleno de serrín, cabeza que gira, rasgos pintados y pelo de mohair. Las puntillas y el delantal se cambiaron, todo lo demás es original. Mide 31 cms frente a los 26 de la Pirula.


Lleva en la mano el biberón original  y con la otra sujetaría a un bebé.

Tere tiene una muñeca parecida de tamaño algo menor, aquí está.


Varias casas muñequeras sacaron al mercado a su criada, a su ama de cría o a su niñera,  así que podemos encontrar otros ejemplos, especialmente entre las moñas de tela pero también las hay en celuloide, terracota, cartón piedra, plástico, composición. Visten uniforme a rayas o cuadritos, casi siempre de vichy.








Y hasta hay una con dos bebés ¡menudo trabajo!


Estas moñas representan a mujeres que tuvieron una estrechísima relación con los niños que criaban o cuidaban, una relación casi maternal que he querido traer a mi blog hoy, Día de la Madre.

Felicidades a mamás, tías, madrinas, abuelas (doblemente madres) y a todas las mujeres que se implican en la crianza de los niños de sus familias.


* Todas las fotografías están hechas por mi salvo que se indique lo contrario. En virtud de la ley de propiedad intelectual, está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉

* Dos de las fotografías pertenecen a la película "Lo que el tiempo se llevó". El resto son del portal de venta TodoColección.