29 de octubre de 2021

Abriendo una cajita de juguetes

 

Es una tentación pensar que nuestros juguetes y moñas salen de sus vitrinas cuando nadie los ve y se divierten como los personajes de algunos cuentos.


En realidad muchas entradas de este blog están basadas en eso, en darles vida porque ¿son simples objetos o gracias a la magia del juego son algo más?



No, no es que yo pase las horas con ellos pero a veces me gusta echar a volar la imaginación y crear algunas historias, ciertas escenas.



Estos mueblecitos vinieron de Inglaterra en una cajita. Se hicieron con maderas reutilizadas y tienen algunas pequeñas irregularidades. Me gustan mucho los juguetes salidos de la mano de un artesano o de un familiar que quiso complacer a un niño y pienso en las horas pasadas dibujando sobre los paneles de madera, cortando las piezas y encolándolas para finalmente pintarlos ¿habéis visto la decoración de gatitos?



Cinco muñequitos también ingleses hacen uso de los muebles. Uno se baña acompañado de sus patitos, otros se toman sus biberones de leche o juegan sobre el suelo y hay uno muy interesado en leer, aunque es tan pequeño que todavía no conoce las primeras letras.



Después de habernos asomado a su caja de juguetes y haberlos visto en sus rutinas diarias, la voy a cerrar y empezaré a pensar en la próxima entrada.




Buen día a todos.

 

 

Estas antiguas entradas del blog pueden gustarte. En una  verás otros muebles, también amarillos, pero hechos en Denia (pincha AQUÍ) y en esta otra encontrarás una casita de muñecas inglesa con sus pequeños inquilinos  (pincha justo EN ESTE PUNTO). Creo que esta entrada también te gustará (PINCHA AQUÍ)

 

¿Quieres comentarme algo? estaré encantada de leerte, puedes hacerlo abajo. Aclaraciones, aportaciones y preguntas son bienvenidas.

 

Las fotografías de esta entrada están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉.

22 de octubre de 2021

Cubos para apilar, un juguete atemporal

 

De nuevo traigo al blog un juguete que lleva decenas de años entreteniendo a los niños y que muchos de vosotros habréis tenido: los cubos apilables.


Al principio los cubos se hacían de madera y se forraban de papel. Más tarde se realizaron en cartón resistente, bueno, todo lo resistente que puede ser un juguete en las manos de los más pequeños.

Si tenéis hijos o sobrinos es muy probable que también ellos también hayan jugado con cubos, en este caso de plástico, material que les confiere mucha más durabilidad aunque sin duda menor encanto.


De hecho a mí me gusta regalarlos porque reúnen varias características en un solo juguete. No se rompen (hablo de los actuales de plástico) lo que permite infinitas horas de diversión e incluso ser heredados. 



Se pueden manipular sobre la mesa, en la bañera, en el parque, en la playa … en cualquier sitio. Ocupan poco espacio y algo importante, permiten desarrollar las habilidades de los niños al mismo tiempo que juegan. Todo en uno.


Los antiguos cubos que estáis viendo, sin embargo, no son de plástico. Su estructura es de finas láminas de madera forradas de papel que reproducen escenas infantiles de la época victoriana, finales del siglo XIX o inicios del XX. Son ingleses y llegaron a mí en un estado de conservación “delicado” por decirlo de forma suave. Tuve que emplearme muy a fondo para arreglarlos, pero aquí están.

En inglés se conocen como nesting blocks o bloques anidados porque se meten uno dentro de otro (al estilo de las mesas nido) pero aquí solemos llamarlos bloques apilables.


El juego consiste en colocarlos por orden de mayor a menor, un ejercicio encaminado a divertirse aprendiendo. Generalmente se aprovechaba a introducir a los niños en sus primeros números y letras para que se fueran familiarizando con el alfabeto y la numeración. También podríamos decir que son un juguete de construcción (hace un tiempo os enseñé mi colección de juegos de construcción, si os apetece volverla a ver pinchad AQUÍ)



Como estáis viendo en las mágenes, las caras de los cubos son preciosas. Aparecen muchos niños de diferentes edades, animales y escenas de circo además de los números y letras.


El de esta entrada fue un juguete muy muy jugado y yo estoy feliz como una perdiz de haberlo recuperado. Ya me diréis qué os ha parecido.

Os dejo con este sello del Vaticano con unos cubos personalizados. Hasta pronto.


Añado enlaces a dos antiguas entradas del blog relacionadas con esta. En una sabrás más sobre la infancia de la reina Victoria y algunos de sus juguetes (pincha AQUÍ). En el otro, veréis otro juego de cubos junto a mis payasitos y clowns (pincha justo AQUÍ).

 

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Las fotografías de esta entrada están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉.