De
nuevo traigo al blog un juguete que lleva decenas de años entreteniendo a los
niños y que muchos de vosotros habréis tenido: los cubos apilables.
Al
principio los cubos se hacían de madera y se forraban de papel. Más tarde se realizaron en
cartón resistente, bueno, todo lo resistente que puede ser un juguete en las
manos de los más pequeños.
Si
tenéis hijos o sobrinos es muy probable que también ellos también hayan jugado
con cubos, en este caso de plástico, material que les confiere mucha más durabilidad
aunque sin duda menor encanto.
De hecho a mí me gusta regalarlos porque reúnen varias características en un solo juguete. No se rompen (hablo de los actuales de plástico) lo que permite infinitas horas de diversión e incluso ser heredados.
Los antiguos cubos que estáis viendo, sin embargo, no son de plástico. Su estructura es de finas láminas
de madera forradas de papel que reproducen escenas infantiles de la época
victoriana, finales del siglo XIX o inicios del XX. Son ingleses y llegaron a
mí en un estado de conservación “delicado” por decirlo de forma suave. Tuve que
emplearme muy a fondo para arreglarlos, pero aquí están.
En inglés se conocen como nesting blocks o bloques anidados porque se meten uno dentro de otro (al estilo de las mesas nido) pero aquí solemos llamarlos bloques apilables.
El juego consiste en colocarlos por orden de
mayor a menor, un ejercicio encaminado a divertirse aprendiendo. Generalmente
se aprovechaba a introducir a los niños en sus primeros números y letras para
que se fueran familiarizando con el alfabeto y la numeración. También podríamos
decir que son un juguete de construcción (hace un tiempo os enseñé mi colección de juegos de
construcción, si os apetece volverla a ver pinchad AQUÍ)
Como
estáis viendo en las mágenes, las caras de los cubos son preciosas. Aparecen muchos
niños de diferentes edades, animales y escenas de circo además de los números y
letras.
El de esta entrada fue un juguete muy muy jugado y yo estoy feliz como una perdiz de haberlo recuperado. Ya me diréis qué os ha parecido.
Os dejo con este sello del Vaticano con unos cubos personalizados. Hasta pronto.
Añado enlaces a dos antiguas entradas del
blog relacionadas con esta. En una sabrás más sobre la infancia de la reina
Victoria y algunos de sus juguetes (pincha AQUÍ). En el otro, veréis otro juego
de cubos junto a mis payasitos y clowns (pincha justo AQUÍ).
¿Quieres
comentarme algo? estaré encantada de leerte, puedes hacerlo abajo.
Aclaraciones, aportaciones y preguntas son bienvenidas.
Las
fotografías de esta entrada están hechas por mí. En virtud de la ley de
propiedad intelectual está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las
necesitas, ponte en contacto conmigo 😉.
Preciosos, perdona mi ignorancia, no los conocía. Me han encantado, al igual que los fotomontajes tan acertados. Una entrada preciosa, felicidades. Un saludo
ResponderEliminarHola Antonio, lo mismo me pasa a mí con tu blog, que descubro muchas cosas que desconocía y qué bueno es seguir sorprendiéndonos y aprendiendo.
EliminarTe mando un saludo desde mis juguetes y moñas.
Qué maravilla de cubos, Anusca, has hecho un trabajo de restauración espectacular, han quedado preciosos. Y acompañado de tantos juguetitos encantadores, lucen un montón en las fotos.
ResponderEliminarLos cubos apilables son un juego muy simple pero muy agradecido para los niños pequeños. Yo recuerdo haber tenido alguno de pequeña y mis hijos por supuesto tuvieron los suyos principalmente de plástico pero también de madera.
Besos.
Hola Ilona, qué bien volver a saber de tí. Así es, estos juguetes han acompañado a muchas generaciones de niños y seguro que tus hijos los difrutaron un montón. Yo no recuerdo haber tenido pero ahora me desquito con estos, je je. A mi también me parecen un encanto.
EliminarUn besico desde mis juguetes y moñas.
Son divinos, que maravilla de juguete.
ResponderEliminar¡Gracias! me alegra saber que compartimos gusto por los juguetes con encanto.
EliminarUn abrazo desde mis juguetes y moñas
Hola Linda y gracias por dejar tu comentario.
ResponderEliminarMe sucede como a tí, que no recuerdo haber jugado con ellos pero sí he visto muchos de otros niños a lo largo del tiempo.
Con esos pasé horas y horas hasta conseguir arreglarlos, al menos estructuralmente están bien y podrán aguantar otros cien años más ¿te imaginas?
Recibe un abrazo desde mis juguetes y moñas