Durante la Nochebuena a veces
pasan cosas extraordinarias y esta que os relataré hoy, tomando algunas
licencias, ocurrió hace mucho, mucho tiempo, en 1816 y originalmente
nos la contó el señor Hoffman. Posteriormente Alejandro Dumas hizo su versión
así que encontraréis una y otra que difieren un poquito.
Érase que se era …
Clara y su hermano Fritz
decoraban el árbol de Navidad junto a sus padres en su hogar cuando apareció el
padrino de la niña, el señor Drosselmeyer. Se trataba de un talentoso constructor
de juguetes con movimiento al que los niños adoraban.
No venía con las manos vacías
sino que traía en ellas varios paquetes que dejó bajo el árbol para
después abrirlos e ir viendo los bonitos obsequios que contenían.
El mejor, a juicio de Clara, eran
tres preciosas bailarinas que interpretaron una danza en su honor. Pero todavía
le gustó más una figura de madera vestida con uniforme militar que representaba
al conocido Cascanueces.
A Fritz también le gustó mucho y celoso
del regalo de Clara lo rompió, menos mal que Drosselmeyer fue capaz de
arreglarlo mientras los niños ya dormían.
Transcurrieron las horas hasta
dar las doce campanadas de medianoche que despertaron a Clara. Pensó en bajar
al salón a ver a su muñeco y una vez que abrió la puerta quedó sorprendida … ¿qué
estaba pasando allí?
No podía ser posible lo que sus
ojos veían. El Cascanueces había cobrado vida y un ejército de ratones, al mando
del Rey Ratón, peleaba contra él y contra su pequeño ejército de soldaditos
viéndose también Clara inmersa en esa guerra.
Inciso, aquí el cuento original
se alarga, se introducen personajes como el hada y la reina de las nieves, vemos
que el Cascanueces se transforma en un príncipe y juntos viajan a un bosque encantado … pero yo
he hecho mi propio final.
Clara, representada por su
pequeña bailarina (que por cierto, se llama Cuca) pasó de estar asustadísima al
ver a tantos roedores a armarse de valor, confiar en sí misma y ayudar al
muñeco de madera a combatirlos.
Y como la unión hace la fuerza,
juntos consiguen vencerlos y ven como el ejército de animalillos huye. Todos
llevan la cola entre las piernas ¡bravo!
Es entonces cuando lugarteniente
del Cascanueces corona a Clara Cuca Bailarina por haber sido tan valiente
ayudando al rey.
Después, los dos aparecen en el teatro bajo una rama de muérdago mágico y bailan el famoso ballet cuya música compuso Chaikovski. Les acompaña del aplauso del público que ha seguido este cuento con gran atención.
Es el día de Navidad, cuando cualquier
cosa es posible y los personajes de los cuentos de hadas se convierten en personas de carne y hueso.
Y colorín, colorado, este cuento
se ha acabado.
¿Quieres comentarme algo? estaré encantada de leerte,
puedes hacerlo abajo. Aclaraciones, aportaciones y preguntas son
bienvenidas
Los cuentos y Cuca aparecen con frecuencia en este blog, para ver los primeros pincha AQUÍ y para ver más Cucas, en este PUNTO
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Como m gusta esta entrada!... Cuca bailarina está preciosa y la escena muy bien ambientada. Enhorabuena y gracias por deleitarnos con estas historias tan bonitas.
ResponderEliminarGracias a tí y otras personas por estar al otro lado, compartir esta afición es un placer y sí, Cuca está aquí radiante. Un saludo desde mis juguetes y moñas
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