En los años 80 un grupo de docentes aragoneses vio la necesidad de recoger el material
escolar antiguo que iba quedando en las escuelas de la región que en algunos
casos se cerraban y con él fueron creando un valioso y numeroso fondo. En 2006 se publicó un decreto para la creación
del Museo Pedagógico de Aragón en cuyo preámbulo se indicaban las funciones de
dicho museo "salvaguardar,
estudiar, mostrar y difundir todas aquellas expresiones pedagógicas y
lingüísticas, que pongan de manifiesto la variedad y riqueza del patrimonio
educativo de Aragón, posibilitando así su catalogación, sistematización y
custodia". Nació así el centro del que quiero hablar
hoy.
Está situado en
el corazón de la ciudad de Huesca, en el mismo edificio que la oficina de
turismo y a solo veinte metros de la tienda La Confianza, otro lugar que sin
duda hay que visitar. Entremos a este museo pensando que no vamos a ver muchos
juguetes, aunque algunos hay, sino que haremos un repaso a la historia reciente
de la educación donde descubriremos la
importancia que la comunidad aragonesa ha tenido en el desarrollo de diferentes
sistemas educativos y métodos utilizados por los docentes en los siglos XIX y XX.
Conoceremos en qué condiciones han enseñado y cómo los niños han aprendido en
los distintos períodos.
En las imágenes
siguientes observamos orlas de profesores de diferentes épocas y vemos a los
escolares de Alquézar (Huesca), solo a los chicos, posando junto a su maestro
ya que durante mucho tiempo la enseñanza separaba a los dos sexos que además no
recibían los mismos conocimientos: las niñas pasaban muchas horas de su jornada
escolar aprendiendo a hacer labores “propias de su condición femenina”.
Siguiendo con el
recorrido se nos mostrarán varias aulas según los principales modelos
educativos que ha habido a lo largo de los dos últimos siglos. En ellas los
símbolos del poder de cada época están presentes junto a los pupitres, las
estufas, los armarios de los libros y la mesa del maestro. Un dato, en 1859 el
75% de la población española era analfabeta aumentando el porcentaje al 81% en la provincia de Huesca, una
cifras que aún hoy asustan, y eso que en la Constitución de Cádiz de 1812 se
presentaba a la “educación como un derecho de
todo ciudadano”. Muchos años tuvieron que pasar para que este derecho
llegara a todos en nuestro país.
En la planta
segunda es fácil quedarse maravillado con la estupenda colección de globos
terráqueos y las huchas del Domund que muchos aún recordamos. Tanto las bolas
del mundo como las huchas son objetos de coleccionismo pero los objetos aquí no solo están para ser contemplados con cierta
nostalgia sino para poder ser estudiados dentro de su contexto social: la
escuela ha sido el reflejo de la sociedad de cada momento.
Otro aspecto que
creo muy interesante es el relativo a Herminio Almendros, Ramón Acín, Simeón
Omella, José Bonet Sarasa y la imprenta de Freinet que acercó a los niños la posibilidad
de imprimir sus propios trabajos dentro de un ambiente de innovación en las
escuelas previo a la guerra civil.
El Museo
Pedagógico ha editado un facsímil del libro Letra a Letra impreso por los niños
de Plasencia del Monte mediante el sistema Freinet. Esta y otras ediciones o
reediciones de libros se pueden comprar en la oficina de turismo y os
recomiendo echarles un vistazo, os gustarán.
La exposición no
descuida el primer aprendizaje, así se llama la reproducción de esta aula para los más pequeños donde no faltan algunos juguetes de construcción y las famosas
cartillas.
La variedad de
los materiales expuestos es grande: carteles para la enseñanza de la higiene
personal, para el conocimiento de los cultivos como la vid (muchos niños eran hijos de labradores y posiblemente seguirían sus pasos), otro con las razas humanas que pudo ser el “primer contacto” de muchos zagales aragoneses con personas de piel
diferente a ellos, láminas mostrando el interior del cuerpo humano y
demostrando que esas diferencias solo estaban en el exterior. Y pequeños
detalles que dicen mucho como los queridos ábacos, o los braseros que los alumnos debían traer
cargados de su casa para intentar que entrara un poco de calor en las aulas, o un
libro abierto con el niño bien educado y el mal educado que junto a docenas de
otros objetos nos invitan a la reflexión.
Al final dos
mesas, la del maestro y la del alumno donde poder sentarnos para hacernos la
clásica fotografía con el mapa detrás volviendo a nuestros años escolares que
quedan atrás.
Quiero terminar
con otra mesa de profesor, tras ella aparece una fotografía de Santiago Ramón y
Cajal que en su infancia asistió a varias escuelas rurales en las provincias de
Huesca y Zaragoza y que hoy es un ejemplo para los escolares. También yo fui
una niña de escuela de pueblo y para mis maestras y maestros va dedicada esta
entrada.
· http://www.museopedagogicodearagon.com/
es la página del museo con información práctica del mismo. La entrada es
gratuita y es recomendable para ir con los niños o disfrutarlo entre adultos. Como siempre, es preferible llamar antes para
asegurarse que no está cerrado por alguna causa.
· La tercera
fotografía es de la página del propio Museo Pedagógico. El resto son mías y no
pueden reproducirse sin mi autorización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario