En la anterior entrada hablé del Museo Pedagógico de Aragón y dejé para ahora las fotografías de los juguetes que hay expuestos junto al material escolar porque no hay niño que no haya deseado divertirse con ellos. Fuera con los propios objetos que él mismo creaba o con los que su familia compraba para él, su aprendizaje en la vida se hacía en gran medida a través del juego.
Si el museo ya me parecía interesante por todo lo que muestra sobre la educación de los dos últimos siglos, más me lo parece con la pequeña colección de juguetes que expone justo al acceder al mismo. Son muy poquitos y saben a poco pero complementan muy bien al resto de las piezas del centro.
Nos reciben un caballito de cartón y un patinete, dos juguetes clásicos. A
los lados recorren las paredes
fotografías antiguas de niños jugando y riendo en sus ratos de recreo en las
escuelas rurales aragonesas se educaron.
Protegidos en vitrinas veremos pequeños juguetes. Como he visitado este
museo en varias ocasiones pongo ahora tres imágenes que tomé hace algún tiempo
porque veo en ellas varios que ya no están expuestos actualmente.
Máquinas de cine, teatrillos, trenes, tebeos, libros, cuentos de Calleja y
de otros editores, recortables y un bingo nos hablan de los escolares que los
disfrutaron.
Unos bolos de madera – juego tradicional que estaba muy presente en los
pueblos – un diábolo, el cubo o pozal de
hojalata, los cromos de Nestlé y el juego de construcción nos llevan
inevitablemente a nuestra propia infancia. Como coleccionistas podemos ver todos
estos objetos desde una perspectiva determinada pero como niños que fuimos
tenemos otra que nos hace estar muy próxima a ellos.
La lotería, la querida peonza o refinadera, las canicas o pitos de barro nos
harán sonreír ¿quién no ha jugado con ellos? Algunas recordarán el juego de
pastelería o las cajas de costura que ya iban orientando a las pequeñas a sus
funciones futuras como madres y esposas porque los juguetes se marcaban por
sexos.
Esto se ve muy bien en los pupitres que se exponen en la segunda planta del museo.
En el de los niños no faltan los tebeos con aventuras, las peonzas y hasta una
flauta. Para las niñas se reservan las labores, las publicaciones femeninas y
los recortables. Mundos separados hasta que la Ley General de Educación de 1970 no anuló la prohibición de la enseñanza mixta.
Si vais a Huesca no dejéis de visitar este museo, está en el centro. Os
gustará.
* La web del museo es www.museopedagogicodearagon.com. Consultad horarios antes de ir, os lo recomiendo.
* Todas las fotografías son de mi propiedad y no se pueden reproducir sin mi consentimiento.
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