26 de enero de 2019

Tengo menos cuentos que Calleja


Todo el mundo conoce la expresión “tienes más cuento que Calleja”, pero ¿y su significado? Es “ser quejicoso o fantasioso, falsear la realidad, exagerando lo que le afecta particularmente”. Este dicho entró en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, R.A.E. en 2001 como frase coloquial y gracias a él muchas personas conocieron al protagonista de hoy, el señor Saturnino Calleja Fernández, aunque los más mayores y los coleccionistas lo hicimos a través de sus cuentos y de sus libros.


Calleja (1853-1915) nació en Burgos y pronto se trasladó a Madrid con su familia. Su padre poseía una librería y encuadernadora que el joven Saturnino compró y transformó para desarrollar la pasión de su vida: la innovación de la pedagogía  a través de la escritura y la edición y difusión de miles de obras. Más de tres mil publicaciones saldrían de la Editorial Calleja desde su creación en 1876 hasta su cierre en 1958. Aquí lo vemos junto con su esposa e hijos.


Sus libros supusieron un antes y un después en el panorama de la enseñanza, no solo en España sino en los países de habla hispana de América y en Filipinas, donde también se distribuían. Los textos eran amenos e instructivos, los temas muy variados y originales. Los mejores dibujantes se encargaban de las ilustraciones, aspecto muy novedoso en las publicaciones dedicadas a la infancia que solían carecer de “santos”. Se hacían tiradas altísimas lo que rebajaba el precio final, haciendo más asequible la compra para padres y profesores. Su aportación al magisterio español fue muy valiosa porque sus libros pudieron llegar a todos los colegios del país y ser leídos y releídos por varias generaciones de niños, poco acostumbrados a disponer de ellos en las casas y en las escuelas.



Seguramente se le conoce más por los cuentos que por otros textos, no en vano publicó más de mil cien cuentos diferentes de todo tipo. Son muy conocidos los de tamaño pequeño y precio bajo que se vendían en cajitas de hojalata litografiadas como esta que vi en el Museo Pedagógico de Huesca.


Yo tengo unos poquitos originales que muestro aquí.


Y algunos facsímiles que la empresa R.B.A. sacó al mercado en 2008. Setecientos veinte cuentos formaban esta colección que podía guardarse en una pequeña estantería que compré hace un tiempo.


A mi Cuca Cape le gusta mucho leer y aquí la tenemos eligiendo un cuentito. Los que aparecen a la izquierda son los facsímiles de Calleja. Los de la derecha, más coloridos, son posteriores y de otras editoriales, pero mantienen el mismo tamaño chiquito que encantaba a los pequeños ya que podían transportarlos y guardarlos en cualquier sitio.




Sin embargo la Editorial Calleja elaboró mucho más que historias para la infancia. Los libros de formación para adultos (muchos de ellos escritos por don Saturnino) publicados entre 1876 y 1930 trataron de una gran variedad de temas:


Por medio de ellos los lectores accedían a una información necesaria para el desarrollo de diferentes disciplinas, por ejemplo la agricultura (libro de 1892) y la pesca. También la higiene y la economía (libro de 1901) eran explicadas en estos textos. En la era de internet nos puede parecer raro no conseguir datos sobre un tema concreto, entonces lo difícil era acceder a alguno. Él popularizó las enciclopedias y los diccionarios que ayudarían a los maestros a propagar el conocimiento entre sus alumnos.





Algunos de mis libros publicados por Calleja se encuentran en buen estado, otros están muy ajados pero los guardo con cariño. Uno de ellos perteneció a la abuela de una amiga que me lo regaló sabiendo que lo cuidaría, “Catecismo del agricultor” 1892.



Hace poco compré el llamado “Lluvia de cuentos, lecturas morales para niños de ambos sexos” editado para España y México en 1896,  y ojeándolo encontré la felicitación de Navidad antigua de un barrendero, qué sorpresa.





Se podría hablar y no parar sobre el señor Calleja y su decisivo papel en la modernización educativa de nuestro país. Fue un empresario de éxito, pedagogo, editor, inventor, escritor, periodista y filántropo. Su lema era “enseñar divirtiendo” y mejoró significativamente – junto con otros entusiastas pedagogos – la forma en que los niños de habla castellana se educaron. Porque hubo otras editoriales, otras personas que compartieron ese afán regeneracionista por instruir a mayores y pequeños, pero a ninguno se le recuerda tanto como a él.


Pronto tendremos la posibilidad de visitar un museo que el municipio burgalés de Quintanadueñas, de donde procedía su familia, va a abrir este año 2019 dedicado a su vecino más ilustre y espero no tardar mucho en ir a conocerlo. Para quien esté interesado en saber más, hay un libro que escribió su nieto menor, Enrique Fernández de Córdoba y Calleja, de donde he extraído algunos datos.


No puede haber otro final que este que todos conocemos y fue creado por él “… y fueron felices y comieron perdices, y a mí no me dieron porque no quisieron”.


·         Todas las fotografías con el nombre de mi blog son de mi propiedad.
·     El resto de las imágenes son de TodoColección, de Wikipedia y de Enrique Fernández de Córdoba y Calleja.
·         Te pueden interesar estos enlaces sobre el Museo Pedagógico de Aragón:  http://misjuguetesymognas.blogspot.com/2018/11/los-juguetes-del-museo-pedagogico-de.html





8 comentarios:

  1. precioso enhorabuena anusca besikos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Ricardo, otro besete para tí de Cuca y mío.

      Eliminar
  2. Preciosos los libritos en miniatura, yo tengo un pequeño estuche con diez ejemplares, son una monada.
    Veo que Cuca es aficionada a a lectura. Ya decía yo que tiene cara de lista.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bien que los tengas, Ilona, son una cucada. Y sí, Cuca nos salió buena lectora, por suerte, fue su abuelita quien le enseñó el gusto por los libros. Un abrazote de Cuca y mío.

      Eliminar
  3. Estupendo trabajo. Me ha gustado mucho y ya sé más cosas de este maravilloso Calleja.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Loles, esa es la idea, aprender de unos y otros sobre juguetes, muñecas, cuentos. Un abrazo de Cuca y mío.

      Eliminar
  4. Cuanto me gustan tus articulos! ^_^
    Eres una gran investigadora.

    Gracias a ti conoci a Calleja.
    Mi Cuca tambien es una gran lectora de sus cuentos y los comparte con todos sus hermanitos.
    Cuando vimos las bibloteca se nos caia la baba, pero tuvimos que conformarnos con uno solo de los tomos miniatura.

    Adryana
    ^_^

    ResponderEliminar
  5. Hola Adryana, recuerdo cuando hablamos de la editorial Calleja y ya ves lo que dio de sí, este señor ayudó a la alfabetización de muchos niños, es para hacerle un monumento. Me alegra que tu Cuca haya salido lectora y sea además buena hermana, eso es importante, la cultura nos hace mejores. Un besito.

    ResponderEliminar