30 de agosto de 2020

Muñecas españolas de la A a la Z. Nuevo libro y entrevista a su autora

 

Hola a todos, vuelvo con buenas noticias para quienes amamos a la muñeca española. Tras unos meses de espera aumentada por las dificultades para imprimir durante la pandemia, tengo en mis manos el diccionario enciclopédico “Muñecas españolas. De la A a la Z” escrito por María Luisa Camarero Roca y salido al mercado hace dos meses.

 


Se trata de un pormenorizado estudio en forma de diccionario de marcas, modelos, fabricantes, autores y comercios desde el siglo XIX hasta finales de los años 60, casi nada. Es una obra de referencia histórica de la muñeca dirigida a coleccionistas, anticuarios y curiosos. Tiene 199 páginas, ilustraciones inéditas a color, encuadernación de tapa dura y acompañan al diccionario las siguientes secciones: Breve historia, Marcas y anagramas, Índice y Bibliografía. Dato importante, es una edición limitada, no disponible en librerías. Podéis adquirirlo en Todo Colección y su precio es de 60 euros más gastos.

 


Desde que recibí la publicación hace unas semanas he pasado horas leyéndola y sobre todo, disfrutándola. Como además conozco virtualmente a su autora – nos encontramos en grupos de estudio de esta industria juguetera - le propuse hacer una entrevista para acercaros el interesantísimo libro. Amablemente accedió y este es el resultado.

 

·        La primera pregunta es casi obligada, me gustaría que nos contaras cómo te introdujiste en este apasionante coleccionismo, qué te llevó a hacerlo.

Todo comenzó con la muñeca de mi abuela que se rompió y quedó sin su cabeza de porcelana. Intentar repararla me descubrió el mundo misterioso de las marcas y fabricantes, la variedad de estilos, los coleccionistas  y el atractivo  de las antigüedades.

 


·        María Luisa, en la presentación de tu diccionario explicas la gran fortuna que tuviste al encontrar a una buena guía que te acompañó en ese inicio, hecho que no se da a menudo  ¿cómo de determinante fue para ti?

Fue determinante en varios aspectos: el más importante fue comprender el significado y el objetivo de coleccionar. El segundo, a no sobrevalorar la  propia colección, cosa que se aprende leyendo y viendo buenos ejemplares de colecciones privadas o públicas. El tercero, a interpretar bien la indumentaria y el contexto histórico para situar a las muñecas en su período correspondiente.

 

·         Sigues con la introducción donde cuentas al lector que desde el principio te sorprendió la falta de documentación escrita que había en España en torno a la muñeca ¿a qué achacas esta carencia de estudios? ¿crees que está cambiando? (en los últimos años se han publicado algunos estudios pormenorizados y rigurosos de ciertas marcas).

Cuando comencé sólo contaba con dos libros: La nina, de Joan Amades, y los libros sobre el juguete de José Corredor-Matheos. Los de Mariquita se publicaron años después, acompañados de una operación comercial que poco tenía que ver con la muñeca antigua. Era difícil encontrar artículos y libros sobre muñecas en castellano, todo lo editado era en inglés y alemán, referente a la historia de la muñeca en general.

Después de repasar la historia de la muñeca en España no me parece que las  cosas hayan cambiado mucho. España no es un país dado a conservar, sino a renovar, el pueblo llano no aprecia el arte de los objetos útiles - lo que se llama artes decorativas, de las que los juguetes forman parte-.  Ya a principio del siglo XX, algunas muñecas de renombre internacional tuvieron escaso aprecio en el mercado español. Desde finales de los años 1980 hasta 1999, se produjo un boom internacional de muñecas de artista que en España tuvo muy poca repercusión. La prueba es que a penas se encuentran muñecas de artista contemporáneas en las colecciones de muñecas de nuestro país.  Apreciar una buena muñeca sigue siendo cosa de minorías y el estudio y la investigación sobre un tema de minorías es todavía más minoritario.

 


·         Tu diccionario abre la puerta a otros investigadores y a personas como los lectores de este blog o yo misma, interesados en conocer mejor esta industria. Parece que queda mucho por saber  ¿te sientes optimista al respecto?

Ciertamente queda mucho por investigar; habría que profundizar en el trabajo de muchos de los industriales que figuran en el libro, ya que de una gran mayoría sólo conocemos su actividad y no ha sido posible identificar ejemplos. Habría que trabajar con el fin de diferenciar los fabricantes de los vendedores o detallistas.

Me gustaría ser optimista sobre el estudio. A veces se me ocurre que si cada coleccionista aportara foto  de  una o algunas de sus muñecas bien catalogadas,  en estado original con sus respectivos nombres, cajas o documentos, se podría  construir un catálogo gráfico bastante completo, pero una obra de tal envergadura no es posible sin colaboración.

Por otra parte, investigar requiere tiempo y recursos económicos: etiquetas, cajas, facturas, fotos y demás información tiene unos costes a veces elevados que no siempre ni cualquiera puede asumir. Se da muchas veces el caso de tener que comprar la muñeca para disponer de la información de la etiqueta o marca.

 

Como os he dicho estoy consultando mucho este trabajo de Luisa Camarero, de hecho he identificado y/o datado algunas de mis muñecas que podéis ver en estas imágenes junto a las que aparecen en la propia publicación.



Para que conozcáis un poco más del diccionario enciclopédico “Muñecas españolas. De la A a la Z” añadiré que se trata de una edición muy cuidada, tanto en el fondo como en la forma, contiene muchas fotografías de buena calidad y algunos detalles que me parecen a tener en cuenta: el delicioso marcapáginas y las imágenes del interior de las tapas de niñas con sus muñecas. Una de ellas es especial para mí.




Pero lo más importante es que aquí se han volcado muchas horas para hacer un trabajo serio donde la información proviene de varias fuentes desde las propias moñas, pasando por fotografías, cromos y postales antiguos, catálogos, cajas, facturas, anuncios en prensa y otras publicaciones.

 


·    María Luisa, has explicado que te gustaría que otros coleccionistas o estudiosos pudieran ampliar tu trabajo e incluso corregir si detectan errores,  que se trata de una base sobre la que ir aportando. Da la impresión que investigar sobre la industria muñequera española es una labor casi interminable.

No me parece que sea difícil corregir algo de mi libro. Estoy segura que muchos lectores tienen ejemplos que no aparecen en él.  Si estas personas me facilitaran la información, sumaríamos. Si en un futuro se publicara una nueva edición corregida, se podría disponer de nuevos modelos.




Echo en falta la labor de investigación en muchas regiones. Es incomprensible que en Alicante y Valencia no haya quien estudie la industria de la muñeca, en todos los municipios medianos y grandes, provincias y diputaciones hay archivos municipales, provinciales o de la comunidad. Las publicaciones locales se guardan en los archivos y sólo repasando diarios y revistas se pueden encontrar anuncios y noticias referentes a la vida de las  empresas. Esta es la realidad, pero incómoda, porque no hay quien se atreva a hacer este trabajo de análisis documental. La población está convencida de que Google lo sabe todo.

 

·         Esta investigación te ha tenido que llevar mucho tiempo, no se encuentran ni cotejan tantos datos de la noche a la mañana.

Es una labor de muchos años. Digo en el libro que comencé en 1988, y desde el principio ordené los datos, fotos y documentos por orden alfabético (al principio con fichas manuscritas, luego en carpetas donde ponía la información escrita y gráfica y finalmente escrito en el ordenador con las fotografías ordenadas con el mismo criterio), para poder tener - algún día- una obra de referencia como el diccionario de coleccionistas de muñecas publicado en Estados Unidos por  las hermanas Coleman.

De hecho, cuando llevé mis apuntes al diseñador para saber si era posible hacer un diccionario, me respondió que era fácil porque ya tenía la documentación ordenada. A partir de aquel momento han sido necesarios nueve meses de correcciones, maquetación y más correcciones.




Lo más laborioso ha sido el índice que, aunque parezca sencillo, es un trabajo de hormiga y es inédito en el campo de las muñecas españolas. Casar cada nombre de muñeca con su respectivo fabricante y viceversa, me ha quitado muchas horas de sueño y no estuve tranquila hasta que lo vi sobre el papel del grafista. En cuanto a las marcas, he tenido que desnudar y calcar marcas de mis muñecas y he necesitado ayuda profesional para el dibujo y la interpretación de los anagramas.

 

·         Conociendo tu interés por aprender, por saber más ¿te gustaría investigar algún aspecto/fabricante concreto de la muñeca? ¿tienes previsto seguir publicando otros trabajos?

Sigo buscando, encontrando y casando noticias, generalmente detalles que ayudan a confirmar o descartar hipótesis. Mi experiencia es que sólo se avanza a base de detalles y cosas pequeñas.

Me gustaría seguir investigando aspectos desconocidos de la artesanía española y estudiar la relación de artistas del siglo XX en el diseño y la creación de muñecas, así como su influencia en el arte y la pintura.

Lo que sí tengo claro es que mis preferencias se decantan por creaciones originales, las que no me interesan son las muñecas sobradamente conocidas.

 


Aquí termina la presentación – entrevista de este nuevo trabajo de investigación en torno a la muñeca que es verdaderamente útil. Muchas gracias María Luisa, ha sido un placer tenerte en mis juguetes y moñas.




 

·        Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual, está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉

 

·        Las fotografías con el nombre de María Luisa Camarero Roca son igualmente de su propiedad.

 


26 de abril de 2020

Hoy los niños saldrán a la calle


Y no sé si todos van a entender la expresión “salida escalonada” que estos días escuchamos tanto o saldrán en desbandada, ansiosos por recuperar las calles, los parques, sus lugares  habituales de juego; felices de que el sol les dé en la cara y sientan en su piel el cambio de estación porque se confinaron a final de invierno y estamos en  plena primavera.


Ya saben que no podrán acercase a los columpios ni a los toboganes pero podrán saltar, correr y habrá quien desee subirse a los árboles.


Tras más de cuarenta días en casa, es lógico que quieran coger sus bicis, patines, triciclos o el carrito de las moñas – dependiendo de la edad – y sacar el máximo jugo a los sesenta minutos de esparcimiento que se les permite.


Más de uno pensará que hace nada, solo unos meses, no había más reglas y límites que los impuestos por los padres a la hora de jugar afuera. Pero las cosas han cambiado y de momento hay que seguir las indicaciones que marcan las autoridades.


Lo malo es que no podrán reunirse con sus amigos, por muy “mejores amigos” que sean, como lo es mi parejita. Bueno, podrán verse pero manteniendo la distancia social de seguridad, esa expresión que se ha hecho  tan habitual entre nosotros.


Los niños de los pueblos  tienen suerte porque podrán disfrutar de más espacios verdes. La naturaleza ofrece su mejor cara ahora en abril y dicen los pequeños que haga sol, llueva, truene o granice … mañana saldrán sí o sí.


Pasarlo bien, chicos. A ver si dentro de poco vamos saliendo el resto. Mientras tanto disfrutaremos al escuchar vuestras risas y veros desde nuestras ventanas.


* Estos bebés son muñecos cerámicos de reproducción, vestidos a mano. El blanco parece una versión del conocido como Little Big Jhon (Pequeño Gran Jhon).

* Los más pequeños cogerán hoy sus triciclos, puedes ver los antiguos que tengo en mi colección pinchando aquí.

* Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual, está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉




19 de abril de 2020

Es domingo ¿vamos al rastro?


Venga, vamos, pero de tu ordenador al mío porque de otra manera no podrá ser hoy. No te preocupes que tengo algunas fotografías y nos daremos una vuelta.


¿Qué por dónde empezamos? Por el principio, como siempre, ya sabes que me gusta ir calle por calle, sin prisa, disfrutando de la mañana y de lo que vemos, de las gentes que venden, de las que compran, de las que pasean y de los objetos con los que trajinan.


Hay tantas cosas que me llaman la atención, mira, solo empezar veo esta caja de discos o elepés como se les llamaba, qué chula, dan ganas de montar un guateque.


Aquí nunca sabes lo que vas a encontrar o más bien, qué te va a encontrar a ti porque parece que hay objetos que te están buscando y a mí, me buscan muchos, je je.  Estas latas antiguas, por ejemplo, o la tabla de ir al horno a cocer el pan. Hablando en serio, creo que muchos venimos al rastro a encontrarnos a nosotros mismos, piénsalo y lo hablamos luego.


Ah, te has parado en este montón de libros a revolver un poco. El de Mark Twain me gusta, lo leí de niña, voy a preguntar. Si me hacen buen precio me llevaré también el de La moral católica.


¿Por dónde íbamos? Sí, por los objetos que nos buscan y dan un repaso a nuestra vida, es la esencia de los mercadillos, ver la evolución de nosotros mismos y de la sociedad. Fíjate en estos sifones, botellas y latas de bebidas. Ni tú ni yo hemos conocido algunos pero sí nuestros padres y abuelos, por eso dar una vuelta por aquí es retroceder en el tiempo y en el espacio viendo artículos que fueron habituales décadas  atrás y se sustituyeron por otros más modernos que después también quedaron obsoletos. Vamos, que lo mismo pasa con las personas.






Y hablando del rey de Roma, me encantan estos relojes que algún día sí que midieron el tiempo de gentes como este señor que nos mira desde los viejos retratos ¿quién sería?




Cuánta tierra debió labrar esta reja, cuántos surcos abriría para poder sembrar las semillas y que creciera el cereal cuya paja levantarían las forcas que vemos apoyadas en el suelo. Todo esto quedó atrás.


Esto no se ve todos los días, un collar ¿de perro o de ganado? para evitar las mordeduras de los osos o de los lobos, fácil que provenga del Pirineo. En esta mesa hay unas piezas de forja muy interesantes y el patinete también me lo llevaría.




Pero mira qué vehículos más modernos, la Bici Cross la tenían muchos de mis amigos, parece que los estoy viendo,  montados en sus bicicletas dispuestos a comerse el mundo.


¿Qué me dices de los teléfonos? ¿quién no tuvo uno de esos? El nuestro era rojo, qué gracioso. Fuelles, secadores, molinillos de café, balanzas … hay de todo en este puesto y muy bien ordenado. Eso es algo en lo que me fijo siempre, algunos vendedores son así, metódicos, exponen sus productos con cuidado. Otros vacían sus cajas y bolsas sobre el suelo y tal como caen, quedan. Se me ocurren varias metáforas en relación a la disposición de estas mercancías y el género humano, pero me las guardo.


Casi no hay juguetes interesantes pero algo hay, depende del día aunque rara es la vez que no aparece un complemento para las moñas o un juguetico chulo. Esta cocinita de Rico ya la tengo con su caja, completa. Mi sobrina juega a veces con sus Barbies en ella, se la voy a regalar, la tienen a tan buen precio …




Las muñecas que se ofrecen hoy no son nuestras preferidas pero igualmente gusta verlas, a algunas les hace falta una mano amiga, un cubo de agua y jabón, sin embargo otras están nuevas, en su caja. Anda, allí hay un baturrico, se nota que estamos en Zaragoza.






Curioso lugar para poner una muñeca, es una capilla / hornacina de madera de un retablo, lo que no se vea aquí…


Miniaturas, reproducciones, juguetes de kiosko. Me quedaré con un tomavistas de PSE.






Un último repaso y nos vamos ¿te parece? Podríamos hacerlo con este maletín decorado con etiquetas de hoteles, tiene su gracia.


Jolín, ahí hay una pila de maletas que ya tienen unos años. Ja ja, me encanta el “expositor” de muñecos que han hecho con esa otra, qué bueno.




Guauuu, la tiendecita francesa me encanta, lástima que esté repintada porque es bien bonita.


Pues esa cocina “de verdad” sí que me gusta, tiene pinta de ser francesa también. Recrearse la vista forma parte del paseo y por hoy, ya nos vale.


A ver cuándo podemos salir de verdad, ya te llamaré para ir juntas.


Por cierto, mi sobrina está feliz con la cocinita, no para de jugar con ella, lo que da de sí una mañana en el rastro.

Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual está prohibido utilizarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo  😉