8 de marzo de 2020

Käthe Kruse en el Día de la Mujer


La protagonista de hoy necesita pocas presentaciones porque es una de las mujeres más conocidas en el mundo de la muñeca y ya tenía ganas de tenerla en mis juguetes y  moñas. Hoy, 8 de marzo, es el día perfecto para ello.



Käthe (1883-1968) era una joven actriz alemana que tras una infancia modesta decidió ser actriz. Así fue como conoció al que sería su compañero, padre de sus hijos y esposo, el escultor y escenógrafo Max Kruse. 



Buscando información sobre ella en la página web de su empresa y en Wikipedia veo que algunas fechas no coinciden así que me guiaré por las de su web oficial.  Parece que su primer contacto con la creación de muñecas comienza en la Navidad de 1902. Su pequeña hija María quería una muñequita bebé a la que abrazar y cuidar y Max recorrió varios almacenes de Berlín en busca de dicho juguete sin encontrarlo. Se vendían muñecas de porcelana que le parecían frías y poco apropiadas para su hijita, así que pidió a Käthe que le hiciera una. La joven madre llenó una toalla con arena para hacer el cuerpo y utilizó una patata como cabeza diseñando algo muy artesanal pero que fuera cálido, amoroso y blandito. María jugó mucho con su moñeta durante varios días hasta que se estropeó, pero la semilla de la creatividad estaba plantada y había germinado, así que Käthe siguió practicando en su casa e imagino que viendo la reacción que sus muñecas de prueba despertaban  en sus hijos, los mejores críticos. La primera gestada de una forma más profesional nació en 1905 así que justo ahora en 2020 se cumple su ciento quince aniversario, enhorabuena. Lo celebramos con esta postal.



Cinco años más tarde un almacén berlinés le pidió una partida de muñecos y la presentó con gran éxito. Ofrecía algo nuevo, algo que impactaba a la gente al reunir todo lo que los incipientes modelos educativos demandaban: juguetes para los niños que representaran no a adultos, sino a otros niños; muñecos con los que pudieran identificarse, abrazar y que fueran sus amigos. Al poco, en 1911, la gran tienda de juguetes F.A.O. de Nueva York le hizo un pedido de ciento cincuenta muñequitas y unos meses después le encargaron quinientas más. No había duda de que los niños amaban las creaciones de la señora Kruse y entonces ella tuvo claro que no podía seguir trabajando en su casa donde se amontonaban cabezas, cuerpos, brazos y piernas además de ropitas de todo tipo. Muchas personas entraban y salían del piso para montar las piezas en cualquier rincón o llevarse faena para terminar en sus domicilios. Había llegado el momento de dar el salto y construir una fábrica donde se siguiera produciendo de forma artesanal pero con más espacio y confort.



A partir de aquí se sucedieron las ferias internacionales, los premios y las ventas en diferentes países que llevaron a un imparable crecimiento de la empresa. Al mismo tiempo Käthe criaba a sus siete hijos cuyos rostros infantiles inspiraban sus obras cargadas de realismo y dulzura. Y como mujer pionera e inteligente aprovechó las ventajas del incipiente marketing para ¡hace cien años! editar catálogos y postales, conceder entrevistas y anunciarse en revistas. No solo eso, pronto sus muñecas fueron copiadas y ella se defendió iniciando  una batalla legal en defensa del derecho a la propiedad sobre su obra. Ganó el proceso sentando un importante precedente sobre las falsificaciones en la industria del juguete. ¡Bravo Käthe!



Me encantaría tener una de estas antiguas muñecas pero la posibilidad es ínfima así que me conformo con este libro de 1928, segunda edición del primero aparecido en 1927, ambos editados en Londres con un claro sentido comercial internacional ya que la empresa era y sigue siendo alemana. Por supuesto existe la publicación en su lengua original. Es un cuento  con deliciosas fotografías en color donde se presentan escenas de la vida cotidiana de unos muñecos maravillosamente vestidos en unas habitaciones llenas de muebles y detalles. Sus protagonistas pasean, cocinan, lavan y tienden la ropa, celebran sus cumpleaños, venden flores y juegan. Por ejemplo el texto de una página nos explica que las muñecas tienen sus propias muñequitas que deben ser cuidadas y sacadas a pasear (vemos a una de ellas cargando en brazos a su muñequita bebé, jugando a ser mamá). Una vez más es el mundo de los adultos visto desde la óptica de los niños.








En la última imagen del álbum, cargada de expresividad y realismo, Mr  y Mrs Dolly, los “Señores Muñequitos” aceptan una invitación para visitar a sus amigos, así que salen de casa cargados de baúles y maletas. Cuca Cape se quiere unir al viaje, siempre preparada para ver mundo con su cesta o su maleta.



Las ilustraciones de esta publicación se editaron también en forma de postal y se pueden encontrar docenas de ellas que van mostrando la evolución de estas moñetas  a largo de las décadas. Todas son encantadoras y las vemos a menudo con gorritos, prendas de punto y acompañadas de animales, a veces jugando, otras imitando a los mayores, en ocasiones en la playa o practicando deportes de montaña. La variedad es enorme.





Hace pocos días vi en una tienda varios muñecos modernos continuadores del trabajo de la artista, artesana, empresaria y madre. Lógicamente los juguetes han evolucionado con el tiempo, pero la impronta original se advierte en sus rostros.




De ebay he sacado estas imágenes. El primero y el segundo, que como veis fueron muy jugados, se vendieron recientemente por  240 y 360 euros. La tercera muñeca, más moderna, tiene un precio inferior. Pero si hablamos de los modelos más antiguos en buen estado, la cifra se dispara.





Tras nacer de sus manos y ser gestionada después por sus hijos y herederos, la empresa continúa viva aunque ahora está dirigida por otra compañía. Las muñecas de Käthe Kruse siguen siendo totalmente identificables y adorables, no hay más que ver a este conjunto con sus ropitas de punto cuyos patrones se vendían para tejer en casa.



Con la imagen de esta gran señora os deseo un estupendo Día de la Mujer.





* Si quieres conocer a otras maestras muñequeras pincha aqui  LOY  y aqui LENCI

* Parte de la información está extraída de la página web kaethe-kruse.de y de Wikipedia (entrada Kathë Kruse)

Todas las fotografías con el nombre de mi blog están hechas por mí. En virtud de la ley de propiedad intelectual, está prohibido usarlas sin mi consentimiento. Si las necesitas, ponte en contacto conmigo 😉

* El resto de las imágenes son de la web kaethe-kruse.de (las número 1 y 2)  y de ebay Reino Unido y Alemania (las número 3, 4, 5, 14, 15, 16, 19, 20, 21, 22 y 23)



7 comentarios:

  1. ¡Gracias a ti Linda! Por seguir mi blog y por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo contigo, sus muñecas son maravillosas, Käthe Kruse supo darles una expresión que las hace enormemente atractivas.
    Muy buen día de nosotras, las mujeres. mis juguetes y moñas.

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  2. Gracias por esta entrada tan ilustrativa, he disfrutado un montón y estas muñecas son un amor.Feliz semana:-)

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    1. Cuánto me alegra que disfrutéis con el blog. Yo he disfrutado también mucho aprendiendo sobre esta mujer tan versátil y que sabía dar tanta sensibilidad a sus muñecos.
      Muy buena semana también para tí. de mis juguetes y moñas

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  3. Qué belleza este artículo!
    Como siempre.

    Ves... estas muñequitas antiguas, sí me gustan y tendría una.
    Las modernas que hicieron con la misma marca, no les hacen justicia.

    Hace mucho que no te visitaba... cosas de la vida.
    Adryana

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    1. Querida Adryana, pues me alegra mucho leerte de nuevo por aquí, siempre eres bienvenida a mis juguetes y moñas. Voy a hacer una larga lista de todas las que queremos una muñeca antigua de la señora Kruse, por pedir que no quede y por soñar ... tampoco. Te mando un gran abrazo.

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  4. Hola Anusca, estoy repasando algunas entradas que me perdí en mi periodo de ausencia. Preciosa entrada sobre esta magnífica diseñadora de muñecas, me encanta el trabajo de esta mujer, sus muñecas son muy reconocibles y a mí siempre me han encantado. Y qué curioso lo ligado que está el mundo de las muñecas al de obra gráfica. Además de la publicidad y los catálogos, hay muchas muñecas que han sido modelos de postales, calendarios, libros de cuentos etc...
    Un abrazo.

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    1. Siempre serás bienvenida, Ilona, hay temporadas que estamos apartadas de nuestra afición, pero lo bueno de los blogs es que permanecen y se pueden visitar y revisitar en cualquier momento.
      No sé si viste la entrada que dediqué a Edith, the loney doll .... http://misjuguetesymognas.blogspot.com/2017/05/the-lonely-doll-edith-la-muneca.html
      Es un buen ejemplo de lo que dices, las muñecas y las artes gráficas, en este caso la fotografía. Me fascina el gran partido que se les puede sacar a unos seres inertes, que acaban llenando de vida una imagen y en este caso las pantallas de nuestros ordenadores, sigamos disfrutando de nuestros blogs y de otros, especialmente ahora.
      Un abrazo desde mis juguetes y moñas.

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